Jamás de los jamases había ocurrido que no escribiera ni siquiera un post al mes. Ya cuidaba yo de ello. Sin embargo, en noviembre, nada. Supongo que es mi peculiar estilo de celebrar el tercer aniversario del blog. Ocurre que siempre actualizo desde el portátil y acostumbro a dejar éste en lo que podríamos llamar mi despacho, carente de conexión. De esta manera, allí escribo sin distraerme en internet y aquí me dedico a leer a mansalva (demasiado), al alemán (bastante menos) o a otras actividades analógicas.
A pesar de mi pereza digital, seguía anotando ideas para posibles textos, a los que sigo queriendo dar forma en un futuro cercano. Simplemente por el placer de seguir lanzando mensajes al océano, voy a comprometerme conmigo mismo a colgar un mínimo de un post a la semana desde ya. A ver cuánto dura la promesa.
Empecemos con algo sencillito. Hace poco he podido disfrutar con la saga de los Vengadores Operación: Tormenta Galáctica, en la edición en tres tomos que ha sacado Panini en los últimos meses. Me ha resultado muy entretenida y se la recomiendo a cualquier lector de superhéroes con unos cuantos años de afición. De la misma manera, no la recomendaría en absoluto para todo aquel que empezara a sentir cierta curiosidad por el género y creyera que va siendo hora de pillarse alguna lectura protagonizada por engreídos exhibicionistas daltónicos ciclados. Para eso, mucho mejor acercarse al Daredevil de Frank Miller o al Superman o Los 4 Fantásticos de John Byrne porque... bueno, así es como empecé yo.
No voy a contar nada del argumento más allá de lo que se puede leer en las contraportadas. Operación: Tormenta Galáctica es una macro-saga Marvel narrada en 19 partes repartidas en siete colecciones publicada en 1992. Lo que más me ha llamado la atención ha sido la capacidad de los guionistas para avanzar en la trama sin perder de vista quién es el protagonista de cada episodio. Éstos se van centrando en Capitán América, Quasar, Wonder Man, Iron Man o en a quién le toque cada vez al tiempo que se va desarrollando la acción principal. Parecerá una chorrada, pero es un detalle hacia aquellos lectores que en su momento sólo pretendieran leer un tebeo más de su personaje, sin atender al resto de la historia --y que no quisieran o no pudieran permitirse el desembolso de adquirir las otras colecciones.
Si dirijo mis alabanzas hacia los guionistas y alejo a los neófitos de esta saga es más que nada por los dibujantes. Sólo un estómago curtido en abominaciones puede tolerar esos rayajos sin despreciar el género en su integridad. No es que sean malos, pero podrían ser mucho mejores.
Estos tebeos cuentan, además, con un interés añadido, pues fueron los encargados de inaugurar, junto a la estupenda etapa de Roger Stern y John Byrne en Captain America, el formato-colección Marvel Gold de Panini, nueva plataforma, esta vez en color, a tamaño comic-book, cubiertas en rústica y precio ajustado, desde la que recuperarán sagas añejas de Marvel (reservemos el adjetivo «clásico» para otros destinatarios).
Pues qué queréis que os diga: yo estoy encantado. Es un formato manejable (vamos, que se puede abrir), fiel a las proporciones de página y, sobre todo, su precio no es un abuso. Hace unos días, la nueva web de Marvelmanía anunciaba el plan editorial que reserva Panini para los tebeos añejos durante el 2009 y la cosa pinta bastante atractiva. Para mí, claro, que sólo sigo fiel a Daredevil y me paso por el forro el resto de la actualidad Marvel y los tomos hipertasados. Me parece un acierto que Panini publique a partir de ahora estas «novedades» para cubrir un espectro de clientes que tenía descuidado: yo mismo.
A pesar de mi pereza digital, seguía anotando ideas para posibles textos, a los que sigo queriendo dar forma en un futuro cercano. Simplemente por el placer de seguir lanzando mensajes al océano, voy a comprometerme conmigo mismo a colgar un mínimo de un post a la semana desde ya. A ver cuánto dura la promesa.
Empecemos con algo sencillito. Hace poco he podido disfrutar con la saga de los Vengadores Operación: Tormenta Galáctica, en la edición en tres tomos que ha sacado Panini en los últimos meses. Me ha resultado muy entretenida y se la recomiendo a cualquier lector de superhéroes con unos cuantos años de afición. De la misma manera, no la recomendaría en absoluto para todo aquel que empezara a sentir cierta curiosidad por el género y creyera que va siendo hora de pillarse alguna lectura protagonizada por engreídos exhibicionistas daltónicos ciclados. Para eso, mucho mejor acercarse al Daredevil de Frank Miller o al Superman o Los 4 Fantásticos de John Byrne porque... bueno, así es como empecé yo.
No voy a contar nada del argumento más allá de lo que se puede leer en las contraportadas. Operación: Tormenta Galáctica es una macro-saga Marvel narrada en 19 partes repartidas en siete colecciones publicada en 1992. Lo que más me ha llamado la atención ha sido la capacidad de los guionistas para avanzar en la trama sin perder de vista quién es el protagonista de cada episodio. Éstos se van centrando en Capitán América, Quasar, Wonder Man, Iron Man o en a quién le toque cada vez al tiempo que se va desarrollando la acción principal. Parecerá una chorrada, pero es un detalle hacia aquellos lectores que en su momento sólo pretendieran leer un tebeo más de su personaje, sin atender al resto de la historia --y que no quisieran o no pudieran permitirse el desembolso de adquirir las otras colecciones.
Si dirijo mis alabanzas hacia los guionistas y alejo a los neófitos de esta saga es más que nada por los dibujantes. Sólo un estómago curtido en abominaciones puede tolerar esos rayajos sin despreciar el género en su integridad. No es que sean malos, pero podrían ser mucho mejores.
Estos tebeos cuentan, además, con un interés añadido, pues fueron los encargados de inaugurar, junto a la estupenda etapa de Roger Stern y John Byrne en Captain America, el formato-colección Marvel Gold de Panini, nueva plataforma, esta vez en color, a tamaño comic-book, cubiertas en rústica y precio ajustado, desde la que recuperarán sagas añejas de Marvel (reservemos el adjetivo «clásico» para otros destinatarios).
Pues qué queréis que os diga: yo estoy encantado. Es un formato manejable (vamos, que se puede abrir), fiel a las proporciones de página y, sobre todo, su precio no es un abuso. Hace unos días, la nueva web de Marvelmanía anunciaba el plan editorial que reserva Panini para los tebeos añejos durante el 2009 y la cosa pinta bastante atractiva. Para mí, claro, que sólo sigo fiel a Daredevil y me paso por el forro el resto de la actualidad Marvel y los tomos hipertasados. Me parece un acierto que Panini publique a partir de ahora estas «novedades» para cubrir un espectro de clientes que tenía descuidado: yo mismo.