Parece que han pasado dos o tres años desde que en el 2000 hiciera algunas visitas a Pedro en sus oficinas de IP6 con discos duros bajo el hombro para enchufar en uno de sus servidores. Por aquel entonces el ya hacía hacking ético y yo administraba sistemas Linux.
Tres años después me consiguió una oportunidad en SIA, justo cuando más lo necesitaba. Gracias a su ayuda acabamos trabajando juntos 5 años. Allí me enseñó, sin darse cuenta, que en esta profesión no todo se consigue siendo el mejor programador ni el más talentoso. Si no con instinto, habilidad y olfato, como si de una caza animal se tratase. Mientras muchos se quedaban explotando la última vulnerabilidad de un kernel usando las técnicas más avanzadas, el encontraba un backup olvidado con las contraseñas en el /tmp. Para la desgracia de muchos, aquello no se aprendía en ningún manual de C ni de hacking.
En el 2007 se marchó como avanzadilla a formar parte del equipo de seguridad de un banco y nuestros caminos se volvieron a separar. Pero no para siempre, en el 2011 volví a trabajar a su lado, una vez más, gracias a su ayuda. Aunque en esta ocasión no ha llegado al año cuando nos ha dado la noticia. Se marcha fuera del país y vuelve a la consultoría.
Me quedo sin mi compañero, y esta vez parece que no voy a poder seguirlo. Australia no está lo suficientemente cerca como para que pueda ir de fin de semana.
Miro a los lados y veo nombres de enormes profesionales que se han marchado de España a buscar fortuna en otros lugares: Javier Olascoaga, Mario Ballano, Javier Marcos, Sebastian Guerrero, Jose Carlos Luna, Sergio Hernando, Daniel P.F, Xavi Mendez, Fermin J. Serna, Diego Ferreiro. ¡Joder! podría seguir con otras 20 personas, y solo son conocidos míos. Parece que pronto habrá eco en la sala y todos los demás nos leerán desde la distancia. Ecoooooooo, ecooooooooo, ¿hay alguien? ¿o ya solo quedan políticos? Empieza a invadirme la sensación de que quedamos los que no hemos podido irnos.
Vale, está bien, ya os he contado mi vida y he llorado demasiado mis penas y las de muchos otros. Sin más rodeos. Para despedirnos de Crg vamos a tomar algo el sábado 14 en el Paseo de la Florida 16 a partir de las 22:00. Así que todo aquel que quiera está invitado.
