06/09/2024 - VENECIA 2024: La cineasta griega habla sobre su esperado nuevo largometraje, una cinta de época con fuertes raíces en el presente

(© Fabrizio de Gennaro/Cineuropa)

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ficha de la película], basada en la novela homónima del británico Jim Crace. Tras el estreno, hemos hablado con Tsangari sobre el rodaje de la película en Escocia y sobre cómo su proceso de escritura se parece a labrar la tierra.

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Cineuropa: ¿Cómo fue el proceso de elaboración del guion de Harvest, tu primera adaptación literaria?
Athina Rachel Tsangari: Joslyn [Barnes] ya tenía un primer borrador después de comprar los derechos del libro. Empezamos a hablar sobre el proyecto al inicio de la pandemia, y después de un par de borradores, estaba claro que quería que lo hiciera mío. Como directora, nunca puedo dirigir sin sumergirme en el guion, por lo que necesitaba tiempo para abordarlo. Al principio, lo hice de una manera muy silenciosa, como si lo hubiera escondido en algún lugar oscuro para que germinara. Y entonces, todo brotó con facilidad.

Entonces, ¿habitas el mundo del guion? Obviamente, como espectadores, es fácil habitar el mundo de una película porque está a nuestro alcance. Pero me interesa la forma en que construyes tus mundos cinematográficos, porque aunque sean diferentes entre sí, siempre son accesibles.
Es interesante porque ya he oído muchos comentarios sobre Harvest del estilo: “Es algo totalmente diferente a Chevalier [+lee también:
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¿Crees que es cierto?
No, no lo creo.

También siento que Harvest es muy tuya.
¿Por qué?

Por ejemplo, por lo fácil que es caer en sus profundidades y permanecer ahí.
Tuve mucha suerte porque Rebecca [O'Brien], mi productora, y yo nos subimos a un coche durante la pandemia y nos fuimos al oeste de Escocia. Hicimos este intenso viaje por carretera mientras escuchábamos música: yo le ponía música para que pudiera entender adónde quería llegar con Harvest, porque no había forma de describirlo con palabras. Fue un proceso hermoso, y un auténtico regalo encontrar el lugar de rodaje en el momento adecuado, porque tenía que ser la época de la cosecha. Recopilé todos los recuerdos sensoriales de aquel viaje y los incorporé al siguiente borrador. Cada parte del proceso daba forma al guion, como si estuviéramos labrando el terreno. Me encanta, y para mí no hay otra forma de hacerlo.

La dirección de fotografía de la película, a cargo de Sean Price Williams, parece tan realista como etérea. La atención que presta a la relación entre el ser humano y la naturaleza es sorprendente. ¿Cómo describirías vuestro trabajo juntos?
No es un lenguaje que haya encontrado conmigo, ¡pero tengo que decir que somos una gran pareja de baile! Básicamente, trabajábamos juntos en una coreografía no verbal y muy intuitiva. Estaba lleno de amor. Nos queremos, por eso creo que puedes percibir el amor.

¿Cómo fue el rodaje en Escocia?
La luz escocesa es como un claroscuro, ¿no? Nunca sabes si hay luz o está oscuro, si el sol está dentro o fuera de las nubes, si llueve o está seco. Posee el misterio de lo intermedio, del umbral, lo cual era importante para Sean y para mí, así como para todo el reparto. Siempre trabajo en los límites. Puede que tardemos mucho tiempo en encontrarnos [como colaboradores], ya sea en el casting, delante o detrás de la cámara, pero cuando lo hacemos, se produce algo especial.

Harvest captura el lento final de un periodo y alude a la llegada de la modernidad. ¿Cómo es que la película no desprende nada de nostalgia?
La ambientación es deliberadamente imprecisa porque podría ocurrir a finales del siglo XVI, pero depende de dónde te encuentres. No quería ser precisa con el lenguaje; quería presentar un abanico de modismos y acentos, ir en contra de cierto tipo de pureza. Creo que nos van a crucificar tanto los escoceses como los ingleses [risas]. No obstante, esta falta de pureza y de especificidad fue indudablemente una decisión política.

Nunca me has parecido una cineasta nostálgica.
No, pero nunca antes había hecho una película de época… Es una nostalgia del presente. Soy capaz de anhelar el presente, nunca el pasado, ni el futuro. ¿Es posible estar presente? De eso trata esta película. Y lo que es más importante, cómo estamos presentes cuando podemos estarlo.

(Traducción del inglés)