09/08/2019 - La directora italiana Maura Delpero firma un cálido relato ambientado en Argentina sobre un grupo de madres adolescentes ayudadas por monjas

El primer largometraje de Maura Delpero, Hogar [+lee también:
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entrevista: Maura Delpero
ficha de la película], que compite en el Festival de Locarno, está ambientado en un “hogar”, un convento italiano dirigido por monjas para madres adolescentes solteras. Las monjas ofrecen residencia a las jóvenes con la condición de que cumplan las reglas y permitan que sus hijos reciban orientación religiosa. En este centro de Buenos Aires, las madres adolescentes y las monjas conviven en una delicada situación.

La directora estuvo trabajando en un “hogar” durante cuatro años, motivo por el que su película se basa libremente en las experiencias que vivió por aquel entonces. En una ocasión, Delpero vio a una monja sostener el bebé de una madre adolescente. En ese momento, encontró la inspiración para comenzar a escribir el guion de la película. Sin lugar a dudas, se trata de un debut repleto de imágenes impactantes.

Esta vez, Delpero da un giro a su modus operandi, ya que anteriormente había trabajado en varios documentales en los que exploraba las fronteras entre la ficción y la no ficción, por los que además obtuvo varios premios. De hecho, fue nominada a un David di Donatello por sus trabajos de 2012, Nadea y Sveta.

Para este proyecto, la directora opta por unas excelentes actrices no profesionales para interpretar a las dos madres adolescentes que forman el núcleo de la película. Denise Carrizo interpreta a Fátima, una tímida y joven embarazada cuya mejor amiga es la alborotadora Luciana, interpretada por Agustina Malala, a la que la directora conoció en un “hogar”. Luciana se encuentra divida entre cuidar de su pequeño y su deseo de escapar del centro religioso para estar con su violento novio. A pesar de las notables diferencias en su forma de ser, las experiencias que han vivido como madres adolescentes unen a las dos mujeres.

La fotografía de Soledad Rodríguez plasma fantásticamente el caluroso y húmedo verano de la película, hasta el punto en que parece hacer caer gotas de sudor de la pantalla del cine. Se ve una clara diferencia entre la realidad de las jóvenes y las monjas en una escena en la que las madres están haciendo twerking y bailando con música a todo volumen, como si estuvieran en una discoteca, mientras dos monjas las observan sentadas. Aunque puedan estar cerca físicamente, realmente están en realidades totalmente distintas. Toda la acción de la cinta se desarrolla dentro del centro, salvo algunas escenas en la azotea desde donde se ve una panorámica de la ciudad.

La única monja que se encuentra entre estas dos realidades es la hermana Paola, interpretada por la estrella de Respiri [+lee también:
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ficha de la película] Lidiya Liberman. La hermana Paola llega de Italia para finalizar su noviciado y profesar sus votos, por lo que es una época bastante confusa para ella. La monja establece un vínculo con Fátima y comienza a cuidar de la encantadora hija de Luciana, Nina (Isabella Cilia), cuando su madre escapa sin previo aviso del convento. Este vínculo complica la relación de la hermana Paola con la fe.

Se trata de un impactante debut lleno de maravillosos detalles, por ejemplo, el contraste entre los murales del “hogar” y los tatuajes de Luciana. Si bien el arco narrativo es bastante predecible, resulta muy dramático y absorbente. Hogar abre la puerta a grandes preguntas existenciales sin llegar a plantearlas directamente: ¿Qué hace a una madre buena? ¿Qué significa ser humano? ¿Dios existe? En esta exuberante ópera prima, tan solo una fugaz mirada es capaz de revelarnos la relación entre las tres jóvenes en su paso de la adolescencia a la madurez.

Cuenta con la producción de la compañía argentina Campo Cine y las italianas dispàrte y Vivo Film en colaboración con RAI Cinema. Charades se encarga de su venta en el extranjero.

(Traducción del inglés por David Jiménez Santonja)