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VENECIA 2024 Fuera de competición

Crítica: Los años nuevos

por 

- VENECIA 2024: Rodrigo Sorogoyen, Sara Cano y Paula Fabra presentan una deslumbrante y conmovedora serie sobre las relaciones de pareja y sus contrariedades

Crítica: Los años nuevos
Iria del Río y Francesco Carril en Los años nuevos

Siempre hay un momento en el que la vida de una pareja se convierte en una lucha. Con mayor o menor acierto, muchas películas han tratado y tratan de reproducir los momentos de dolor, de tristeza, de sufrimiento, cuando todo se tuerce sin remedio. Pero es difícil evocar la época en que esa pareja se quiso, los momentos de alegría, de enamoramiento, de descubrimiento el uno del otro.

Precisamente, ese es uno de los mayores logros de Los años nuevos, la serie creada y escrita por Rodrigo Sorogoyen, Paula Fabra y Sara Cano (en el guion también participan Antonio Rojano y Marina Rodríguez Colás), dirigida por el mismo Sorogoyen junto a Sandra Romero (Por donde pasa el silencio [+lee también:
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) y David Martín de los Santos (La vida era eso [+lee también:
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]
), y que se presenta fuera de competición en el Festival de Venecia. Protagonizada por Iria del Río y Francesco Carril, a lo largo de diez capítulos en los que en cada uno se cuenta una Nochevieja y Año Nuevo, la serie narra la vida de una pareja, Ana y Óscar, desde finales de 2015 hasta la actualidad. Ella cumple años el primer día del año y él el último, la noche en que ambos comienzan la treintena se conocen, se enamoran, y empiezan una relación cuyas idas y venidas se alargarán toda una década.

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A través de esos finales y comienzos de año, la serie habla de todo cuanto conforma una pareja, lo que pasa por dentro de esa relación a lo largo del tiempo, del enamoramiento inicial a la cotidianidad con el otro, los recuerdos que la narran, sus momentos buenos y malos, sus luchas juntos, solos y el uno contra el otro, las ilusiones y desilusiones que encierra, las cosas dichas y no dichas, los deseos realizados, las intenciones no cumplidas y las frustraciones, las dudas, los miedos, las heridas y los fantasmas que deja, los sentimientos contradictorios y a veces paradójicos que suele haber entre dos personas que un día se amaron. También sobre todo cuanto rodea el universo de esa pareja: la familia, los amigos, el trabajo, las expectativas de uno y de otro, todas esas circunstancias vitales que pueden hacer que una relación vaya mejor o peor o ambas cosas a la vez.

La idea de contar esa relación a través de esas fechas tan marcadas en el calendario se trataba de una apuesta difícil, tan interesante como arriesgada, pero los creadores consiguen llevarla a cabo de forma sorprendente, por momentos arrolladora. Deslumbra la capacidad de profundizar en la evolución de esa pareja, en sus encuentros y desencuentros, a través de esas noches y días que anuncian el final de algo y el comienzo de otra cosa que podría ser distinta, cómo a través esos intervalos concretos de tiempo se cuenta lo que fue y ya no es, lo que podría haber sido y no ha sido, lo que tal vez será o no será. Con ello, la serie tiene un punto melancólico de mirar atrás y preguntarse qué pasa entre todos esos años que van del final de la juventud, cuando aún queda casi todo el camino por delante aunque se piense que las cartas ya están echadas, al comienzo de la madurez, cómo llegamos a convertirnos en las personas que somos, si la vida que tenemos es la vida que queremos.

También asombra la viveza con la que se narra toda esa complejidad, la humanidad, la cercanía y el realismo con la que se cuenta a sus personajes, cómo con tan sólo una mirada, una expresión o un gesto sus protagonistas logran transmitir deseo, alegría, ternura, tristeza, dolor. Y el fuera de campo. Los narradores alcanzan la gran virtud de contar lo que no se ve pero está ahí (en eso también acompañan las canciones que conforman su BSO), cómo se tuerce una relación sin buscar ni mostrar explícitamente un por qué, también cómo hay ausencias que pueden ocupar más que cualquier presencia.

Los años nuevos es una serie que deja poso. Una serie capaz de ser profunda, remover y emocionar desde la sencillez de lo cotidiano, de lograr una verdadera disección de la pareja, el amor y sus contrariedades. Sin duda, una de las grandes series de los últimos años.

Los años nuevos es una producción de Caballo Films, Movistar Plus+, Las Rapadas y ARTE France, que será distribuida internacionalmente por Movistar Plus+.

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