Trabajar con materiales de baja calidad en aplicaciones de alta temperatura puede ser arriesgado, pero hay formas de mitigar los problemas:

- Identificar materiales alternativos que puedan soportar temperaturas más altas sin comprometer la calidad o la seguridad.

- Consulte con expertos de la industria o científicos de materiales para explorar modificaciones o recubrimientos que puedan mejorar el rendimiento de los materiales existentes.

- Implementar protocolos de prueba rigurosos para garantizar que los materiales cumplan con los estándares necesarios antes de su uso en cualquier entorno de alta temperatura.

¿Cómo aborda el uso de materiales menos que ideales en sus proyectos de alta temperatura? Comparte tus estrategias.