A continuación, te explicamos cómo puedes utilizar las habilidades de escucha activa para resolver conflictos dentro de un equipo de estrategia empresarial.

1 Comprender los problemas

La escucha activa comienza con un esfuerzo genuino por comprender las perspectivas de los miembros de su equipo. Cuando surgen conflictos, es crucial resistir la tentación de responder de inmediato con tu propio punto de vista. En su lugar, concéntrese en el hablante, manteniendo el contacto visual y reconociendo sus puntos. Esto puede ser tan simple como asentir con la cabeza u ofrecer afirmaciones verbales como "Ya veo" o "Sigue". Al hacerlo, demuestras que valoras su contribución, lo que puede calmar la tensión y fomentar la comunicación abierta. Comprender la raíz del conflicto a menudo conduce a soluciones más efectivas y colaborativas.

2 Refleja las emociones

Reflejar las emociones es un aspecto clave de la escucha activa que implica reconocer y reconocer los sentimientos detrás de las palabras de alguien. Cuando un miembro del equipo expresa frustración o decepción, por ejemplo, responder con empatía puede validar sus emociones y demostrar que estás involucrado en la conversación. Podrías decir: "Parece que realmente te apasiona este tema" para demostrar que no solo escuchas sus palabras, sino que también percibes sus emociones. Este enfoque puede ayudar a crear una buena relación y confianza, lo que facilita la navegación a través de los conflictos.

3 Aclarar puntos

Para asegurarte de que estás en la misma página, es importante aclarar cualquier punto ambiguo que surja durante una discusión. Haz preguntas abiertas como "¿Qué quieres decir cuando dices..." o "¿Puede explicar más..." para fomentar la elaboración. Esto no solo demuestra que estás participando activamente en la comprensión de su perspectiva, sino que también ayuda a descubrir cualquier malentendido que pueda estar contribuyendo al conflicto. La clarificación de los puntos puede conducir a una imagen más clara de los problemas en cuestión y allanar el camino para una resolución.

4 Ofrecer comentarios

Ofrecer retroalimentación es una parte integral de la escucha activa que implica compartir sus pensamientos de manera constructiva. Después de comprender completamente la perspectiva de la otra persona, articule sus comentarios de manera clara y respetuosa. Use frases en primera persona para expresar sus puntos de vista sin culpar, como "Siento que podríamos considerar otro enfoque". Esto puede ayudar a prevenir la actitud defensiva y mantener el enfoque en resolver el conflicto en lugar de intensificarlo. Una retroalimentación eficaz puede fomentar un entorno de colaboración en el que se escuchen y valoren todas las voces.

5 Sugerir soluciones

Una vez que hayas escuchado y entendido activamente los diferentes puntos de vista dentro de tu equipo, es hora de pasar a sugerir soluciones. Anime al equipo a hacer una lluvia de ideas juntos, fomentando un sentido de resolución colectiva de problemas. Podrías decir: "Con base en lo que hemos discutido, ¿cuál crees que sería nuestro mejor curso de acción?" Este enfoque colaborativo no solo aprovecha la diversa experiencia de su equipo, sino que también garantiza que todos se sientan involucrados en el proceso de toma de decisiones, lo que puede conducir a estrategias comerciales más innovadoras y efectivas.

6 Seguimiento

La escucha activa no termina con la búsqueda de una solución; El seguimiento es crucial para resolver conflictos de manera efectiva. Asegurarse de que se implementen las acciones acordadas y de que se realicen los cambios necesarios. También es importante consultar con los miembros de su equipo después para ver cómo están funcionando las soluciones y si se necesitan más ajustes. Este compromiso continuo muestra su compromiso no solo con la resolución de conflictos, sino también con el éxito continuo de la estrategia comercial de su equipo.