¿Cómo abordaría un escenario en el que los estudiantes dudan en proporcionar comentarios entre sí?

1 Generar confianza

Fomentar la confianza entre los estudiantes es el primer paso para superar sus dudas a la hora de dar retroalimentación a sus compañeros. Comience por crear una cultura en el aula que valore el respeto, la confidencialidad y el apoyo. Enfatice que la retroalimentación es una herramienta de aprendizaje, no una crítica personal. Fomente la apertura compartiendo sus propias experiencias con retroalimentación y sus beneficios. A medida que crezca la confianza, los estudiantes se sentirán más cómodos compartiendo sus pensamientos con sus compañeros, sabiendo que sus intenciones son ayudarse mutuamente a mejorar.

2 Establecer pautas

Las pautas claras pueden ayudar a aliviar la ansiedad asociada con la retroalimentación de los compañeros. Empieza por definir cómo es la retroalimentación constructiva y en qué se diferencia de la crítica. Enseñe a los estudiantes a concentrarse en aspectos específicos del trabajo en lugar de en el individuo, utilizando declaraciones en primera persona para expresar sus pensamientos. Establezca un proceso de retroalimentación que incluya refuerzo positivo junto con sugerencias para mejorar. Esta estructura les dará a los estudiantes un marco a seguir, haciendo que la tarea sea menos desalentadora.

4 Practica con regularidad

La práctica hace al maestro, y esto es especialmente cierto para la retroalimentación entre pares. Incorpore sesiones regulares de retroalimentación en su plan de estudios, permitiendo que los estudiantes se acostumbren al proceso. Comience con tareas de bajo riesgo para generar confianza y avance gradualmente a proyectos más significativos. Brinde oportunidades para que los estudiantes reflexionen sobre los comentarios que reciben y discutan cómo pueden aplicarlos a su trabajo. Con el tiempo, esta práctica ayudará a normalizar el proceso de retroalimentación y a reducir las dudas.

5 Fomentar la reflexión

Anime a los alumnos a reflexionar sobre sus experiencias al dar y recibir retroalimentación. Pídales que consideren lo que fue útil y lo que no fue útil y por qué. Esta reflexión puede conducir a una comprensión más profunda del propósito de la retroalimentación y cómo se puede utilizar de manera constructiva. A través de la reflexión, los estudiantes también pueden desarrollar sus habilidades de comunicación, aprendiendo a articular sus pensamientos de una manera que sea beneficiosa para sus compañeros.

6 Fomentar la propiedad

Por último, fomente un sentido de propiedad sobre el proceso de retroalimentación entre sus estudiantes. Empoderarlos para que se hagan cargo de su aprendizaje buscando comentarios de manera proactiva y utilizándolos para tomar decisiones informadas sobre su trabajo. Cuando los estudiantes ven el impacto directo de la retroalimentación de sus compañeros en su mejora, es más probable que valoren y participen en el proceso de buena gana. Este sentido de propiedad puede transformar la vacilación en entusiasmo por el aprendizaje colaborativo.