A continuación, le indicamos cómo puede medir la eficacia de la resolución de conflictos con las partes interesadas de alto nivel.

1 Definir objetivos

Antes de sumergirse en la resolución de conflictos, es esencial definir cómo es una resolución exitosa para todas las partes involucradas. Esto implica comprender los intereses y objetivos de las partes interesadas de alto nivel y alinearlos con los resultados del proceso de resolución de conflictos. Es necesario establecer objetivos claros y medibles que luego puedan utilizarse como puntos de referencia para evaluar la eficacia de la resolución. Sin un entendimiento mutuo de lo que constituye un resultado exitoso, la medición de la eficacia se convierte en una cuestión subjetiva y potencialmente polémica.

3 Retroalimentación

La implementación de un ciclo de retroalimentación es un componente vital para medir la efectividad de la resolución de conflictos. Después de resolver un conflicto, solicite la opinión de las partes interesadas de alto nivel involucradas para comprender su perspectiva sobre el proceso y el resultado. Esta retroalimentación debe ser específica, abordando el impacto de la resolución tanto en la relación entre las partes interesadas como en la progresión del proyecto. Es importante capturar comentarios cualitativos y cuantitativos para obtener una visión completa de la efectividad de la resolución.

4 Supervisar el progreso

El seguimiento de los progresos a lo largo del tiempo es otro indicador de la eficacia de la resolución de conflictos. Busque cambios sostenidos en el comportamiento y una alineación continua con los objetivos definidos después del conflicto. El progreso debe ser objeto de seguimiento en relación con los parámetros de referencia establecidos al comienzo del proceso de resolución. Si el conflicto se resolvió realmente, debería ver una tendencia constante hacia el cumplimiento o la superación de estos puntos de referencia, lo que indica que la resolución ha tenido un impacto positivo duradero.

5 Salud de las relaciones

La salud de las relaciones con las partes interesadas es un barómetro fundamental para el éxito de la resolución de conflictos. Una resolución exitosa debería dar lugar a relaciones más sólidas y colaborativas entre las partes interesadas de alto nivel. Esto se puede medir observando una mayor cooperación, una voluntad de compromiso y un respeto mutuo en las interacciones posteriores. Si estos elementos están presentes y se fortalecen con el tiempo, es una buena señal de que la resolución del conflicto fue efectiva.

6 Preparación para el futuro

Por último, evalúe qué tan bien preparados están la organización y sus grupos de interés para futuros conflictos. Los procesos de resolución eficaces no solo abordan el problema inmediato, sino que también fomentan la resiliencia y establecen protocolos para gestionar futuros desacuerdos. Si las partes interesadas están aplicando las lecciones aprendidas de resoluciones pasadas a nuevos desafíos, y si existe una estrategia clara para manejar los conflictos, puede confiar en la eficacia de sus estrategias de gestión de conflictos.