Está administrando una propiedad por valor a largo plazo. ¿Cómo se decide qué tareas de mantenimiento priorizar?

1 La seguridad es lo primero

A la hora de gestionar una propiedad, la primera prioridad debe ser siempre la seguridad de los inquilinos y de la propia propiedad. Esto significa que cualquier tarea de mantenimiento que aborde problemas de seguridad inmediatos debe estar en la parte superior de su lista. Estas tareas incluyen arreglar cerraduras rotas, reparar problemas eléctricos que podrían provocar incendios o abordar cualquier problema estructural que pueda causar accidentes. Garantizar la seguridad de su propiedad no solo es un requisito legal, sino también crucial para mantener su valor a largo plazo.

2 Medidas preventivas

El mantenimiento preventivo es clave para evitar problemas más grandes y costosos en el futuro. Mediante el mantenimiento regular de sistemas esenciales como HVAC (Calefacción, ventilación y aire acondicionado), plomería y sistemas eléctricos, puede evitar averías que podrían interrumpir la satisfacción del inquilino e incurrir en costos de reparación significativos. Además, tareas como las inspecciones del techo y el control de plagas contribuyen a preservar la integridad de la propiedad y pueden evitar la necesidad de reparaciones más extensas más adelante.

3 Satisfacción del inquilino

Mantener contentos a los inquilinos es esencial para la retención del valor de la propiedad. Priorice las tareas de mantenimiento que afectan directamente la comodidad y la satisfacción de los inquilinos. Esto incluye respuestas oportunas a las solicitudes de reparación, mantenimiento de las áreas comunes y actualizaciones de los acabados interiores cuando sea necesario. Es más probable que los inquilinos satisfechos renueven sus contratos de arrendamiento, lo que reduce los costos de rotación y mantiene un flujo de ingresos constante para la propiedad.

4 Atractivo exterior

La apariencia exterior de su propiedad es su primera oportunidad de causar una buena impresión. Priorizar las tareas que mejoran el atractivo exterior puede tener un impacto significativo en el valor de la propiedad. Esto incluye el paisajismo, la pintura y el mantenimiento de la fachada del edificio. Una propiedad que se ve bien cuidada es más atractiva para los posibles inquilinos y puede exigir alquileres más altos.