Hace aproximadamente 40 años, uno se juntaba con los amigos de equipo para ver un partido de algún campeonato mundial o internacional, usando un reproductor de VHS, el privilegiado traía el cassette y nos sentábamos comiendo hot dogs u otra cosa, tomando bebidas, veíamos un partido que por entonces, era imposible de ver en televisión abierta. A veces uno tenía un poco de suerte y se transmitían las finales olímpicas (Los Angeles 1984 y Barcelona 1992 pudimos verlos en vivo, pero solo las finales masculinas).
Hoy tenemos el privilegio de ver partidos en vivo, de volver a verlo las veces que queramos, en alta resolución, en el computador, celular, en el televisor, diferentes sitios web entregan las estadísticas de los partidos, de todos los campeonatos, existen cientos de sitios con entrevistas a jugadores, entrenadores, árbitros, dirigentes, etc, hay venta de productos deportivos, literatura, etc y etc., los mismos jugadores tienen sus perfiles en redes sociales y las personas pueden comunicarse con ellos, hablar, intercambiar ideas, etc.
Es decir, gracias a la tecnología podemos sentirnos como “en la cancha” y además, acceder a lo que hace décadas solo sonábamos cuando un campeonato internacional era sede en tu ciudad era un acontecimiento incomparable.
Todo esto, ayuda también a que nuestro hermoso deporte pueda tener mayor difusión, nos permite a los que queremos ver volley en los medios, podamos elegir entre una enorme cantidad de alternativas y no dependamos solo de lo los medios nos entregan. Es una linda época la que estamos viviendo.
Pero ojo, creo que también es necesario no dejar de ver o saber o leer o ver entrevistas de jugadoras de tiempos pasados, hay muchas historias fascinantes que antes no se podían sabían nunca.
Ver los JJOO de Paris fue una experiencia impresionante. Ver la cancha de Beach con la Torre Eiffel fue algo único, ver el gimnasio olímpico transmitiendo desde cámaras de alta resolución cada punto, ver el uso del VAR que ayuda tanto en la aclaración de cobros, todo eso y mucho más, hacen que ver el volley hoy, incluso desde diferentes ángulos, no solo desde encima de la red, sea una experiencia de muy alta satisfacción.