Al igual que realicé un cometario de despedida de verano, me gustaria realizar en el mismo sentido una reflexión tras el comienzo del nuevo año judicial. No me cansaré de insistir en la misma idea.
El Derecho es uno de los apellidos de nuestro Estado. Al igual que en todo nombre propio, el apellido junto al nombre nos identifica y nos hace únicos frente al resto, pero también determina nuestro grado de credibilidad como personas. El apellido “Derecho” junto al nombre “Estado” identifica algo tan importante como nuestro sistema de garantías y libertades ciudadanas. En principio, ese es el cartel que nuestro país expone frente al resto del mundo y frente a otros países más o menos autoritarios. Como en cualquier otro caso, nuestro nombre completo nos acompaña a lo largo de nuestra vida, no obstante, por sí mismos, ni el nombre ni el apellido determinan nuestra credibilidad ni nuestro honor o reputación. Son nuestros actos concretos en la vida los que van marcando nuestro honor, credibilidad y principios. Pues bien, en un Estado de Derecho son los actos concretos del Poder Judicial, pero también el respeto profundo y sincero hacia ese poder por parte de todos, los que determinan su verdadera legitimidad y fuerza. No erosionemos la credibilidad y el buen nombre de algo tan importante para todos por el mero cálculo político. Respetemos y cuidemos entre todos al Poder Judicial como garante de nuestros derechos y libertades. Sin duda, no es un juego...
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1 mesMe interesa, soy de la zona de Montecristi