Tengo sesenta años, cuando yo empecé a trabajar, por poneros en contexto, el mundo era muy diferente, yo crecí celebrando el subcampeonato de Europa de Cross de Mariano Haro. España siempre era eliminada en cuartos de final de los Mundiales, era una tradición, aún hoy os puedo decir quién falló ese gol contra Brasil en el 78, lo falló Cardeñosa a puerta vacía, le pegó un pelotazo al defensa cuando lo fácil era marcar, mi generación se acuerda de los nombres de los árbitros que nos robaban partidos, yo recuerdo quién es el árbitro que no nos dio un gol contra Brasil en otro mundial en el 86, que lo tiró Michel, botó dentro y salió, se llamaba Bambrigde, os puedo decir quién era el árbitro que nos robó el mundial contra Corea en el 2002, Gamal Al-Ghandour, porque mi generación vivía de frustraciones, de cosas que no pasaban.
Pero mis hijos han nacido viendo a España ser campeona de fútbol, de baloncesto, de balonmano, han visto a Rafa Nadal, mis hijos han visto a Pau Gasol, a Marc Márquez, a Carolina Marín, a Teresa Perales Fernández, a Ruth Beitia, Javier en patinaje artístico sobre hielo.. ¡patinaje sobre hielo en España! o sea lo que nos ha enseñado el deporte los últimos años a nosotros como empresas, como deportistas y como sociedad es que no tenemos miedo a competir.
No le tenemos miedo a competir y por eso nuestra selección nacional saldrá a ganar.