El 12-oct siempre será una fecha ligada a Colón. Si hubo más protagonista aquel día, seguramente, fueron los hermanos Pinzón que, por cierto, no eran 2 sino 3, Martín Alonso, Francisco Martín y Vicente Yáñez. Procedentes de una familia acomodada de Palos, el segundo de ellos, Francisco Martín, fue un segundón. El pequeño, Vicente Yáñez, fue el capitán de la Niña y el mayor, el Messi de los navegantes de la época, fue Martín Alonso, un crack en el mar.
Martín Alonso no sólo ayudó con la financiación de la expedición con medio millón de maravedíes sino que, además, seleccionó los mejores barcos, La Gallega, La Santa Clara y la Pinta, cambiando el naming a los dos primeros para este gran proyecto de cruzar el mar océano. Él, de hecho, era el arrendatario de la Pinta y la Niña.
Martín, además, convenció a una tripulación experta a meterse en un viaje de locos en el que también, por supuesto, había enrolado un poco de lo mejor de cada casa. Convenció en Palos a los armadores Quintero y en Moguer a los Niño, los propietarios de una de las naves, desechando las naves que Colón, previamente, había elegido.
Colón tuvo olfato y le puso al frente, siendo la Pinta la que siempre fue la primera en surcar las aguas. Martín reparaba las naves y nada le detenía. El tipo, por añadidura, tenía labia y detuvo dos motines, uno los días 6 y 7-oct y otro los días 9 y 10, demostrando un gran liderazgo.
Después de ver unas aves en dirección sudoeste, Martín sugirió un cambio de rumbo tras el primer motín. Es así como abandonaron el paralelo 28 de las Canarias y dieron en la diana. Se cree que se avistó lumbre en la isla de San Salvador, si bien no es seguro. Es paradójico que hoy, todas esas islas Bahamas tengan nombres muy ingleses.
La relación entre ambos se fue envenenando y tras aquel grito de “Lumbreee” a las 2 de la mañana del día 12, fueron pasando los días y aumentaron los enfrentamientos entre ambos hasta que Martín se largó sin esperar a la aprobación de Cristóbal. Al poco, Colón encalló la Santa María en las costas de Haití y con sus maderas decidió hacer un fuerte llamado Navidad porque el desastre tuvo lugar el 25-dic. Mira por dónde que, tras una veintena de días separados, se encontraron con la Pinta y al enterarse del accidente, a Martín Alonso se le debió quedar una cara de risa que le tuvieron que hacer la cirugía estética.
Pese a lo que diga el indocumentado de Ridely Scott, sólo volvieron dos naves, si bien, la escena en su peli con los tres barcos regresando queda de pm. Cerca de las Azores una tormenta les separó y, nuevamente, Pinzón se adelantó llegando el primero a Bayona. El menda trató de agenciarse el protagonismo que le correspondía a su jefe. ¡Menos mal que estas cosas ya no pasan! Los españoles, considerados armas biológicas por llevar virus mortales a América, también los trajeron, como le pasó a Martín Alonso, que trajo la sífilis, conocida años más tardes como la picazón de los cardenales. El pobre la palmó días más tarde.
miguel04
2 mesesMuy bien 🙂