Híbridos
Cuando tenía doce años, quería ser astronauta. Tener la puntuación más alta de la clase en el test de coeficiente espacial fue para mí una señal clara de que ahí estaba mi destino.
Más tarde, descubrí que fascinaban las ciencias, y la biología, y las personas. Pero también me gustaban las letras, escribir, la filosofía. Mi madre enfermaba con frecuencia, yo la cuidaba, y pronto proyectó en mi la idea de ser enfermera. Como buena hija, la complací sin dudarlo dos veces.
Además, en mi anidaba la idea de poder cambiar algún día los paradigmas de la salud y el cuidado, por otro que tuviera a las personas más en el centro.
Al terminar la carrera, busqué trabajo. Y lo encontré.
Tras varios años de práctica, me descubrí decepcionada por la profesión. No encontraba consuelo en aquello que mis compañeras si lo hacía. Me aburría en el trabajo. Mi viaje interestelar no estaba ahí.
Seguí buscando. Me formé como formadora y empecé a formar a otros. Quizás si sembraba un nuevo paradigma en ellos, podría cambiar algo. Pero tampoco así funcionaba, y terminé claudicando.
Seguí buscando. Me formé como gestora de I+D+i. Ahí parecía estar la clave: impulsar la innovación desde la base del sector sociosanitario, desde el tejido institucional e industrial a través de la financiación y los proyectos innovadores.
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Y a medida que avanzaba en mi búsqueda, y adquiría experiencia en diferentes entornos fui añadiendo competencias a mi perfil, aprendiendo lenguajes variados, integrando experiencias y saberes con facilidad.
Poco a poco, me estaba transformando en un híbrido. Cual esfinge mítica, ahora tenía cabeza de mujer, cuerpo de león, garras y alas de ave. Como consecuencia, la puerta para entrar en el mercado laboral era cada vez más estrecha y encajar en los moldes cada vez más difícil. ¿Eres enfermera? Si, pero no solo. ¿Eres investigadora? Si, pero no solo. ¿Eres formadora? Si, pero…
A la hora de rellenar formularios laborales, la cosa se volvía tremendamente compleja. Los reclutadores y especialistas en recursos humanos no sabían cómo llamarme, y eso les incomodaba, no les facilitaba la tarea. Explicarme se volvía cada vez más arduo.
Me pregunto si hay otros híbridos como yo en el mundo, que experimenten las mismas dificultades. Si hay, no sé, arquitectos-cocineros-informáticos, o administrativos-taxonomistas-botánicos, que experimentan las mismas dificultades que yo para encontrar un entorno laboral en el que encajar.
Si esto que cuento te resuena y te sientes como yo, un híbrido incomprendido por el sistema, levanta la mano.
Tal vez, si nos unimos, los señores y señoras de recursos humanos puedan aprender a reconocernos y valorarnos como nos merecemos, y sea más fácil encontrar nuestro lugar en el mundo. Sé, como tú, que el universo donde puedo aportar mi granito de arena, único y singular, está ahí, en alguna parte, y no pienso parar de viajar hasta encontrarlo. ¿Me ayudas a encontrarlo?
Abogada, consultora y especialista en políticas públicas con enfoque en derecho migratorio, género y procesos culturales con población vulnerable
11 mesesSoy hibrida! Pedagóga-abogada-artista-astrologa y me senti muy identificada con tu gran texto. Escribes muy bien. Decidi emprender y desarrollar mis virtudes que cómo las describo en mi curriculim: soy una profesional transdiciplinar
Abogada, consultora y especialista en políticas públicas con enfoque en derecho migratorio, género y procesos culturales con población vulnerable
11 mesesMe encanta
Estudiante Máster de Educación/Docente de Informática
12 mesesEducadora-Fotógrafa-Ingeniera. También he trabajado en el campo de la I+D en el pasado. Curiosamente conozco más perfiles similares al mio. Al final solo son etiquetas y la formación herramientas. Es difícil encontrar un trabajo a medida con un perfil tan diverso pero se puede encajar en algo específico. Hace tiempo que aprendí a editar mi CV para cada oferta como una habilidad más de supervivencia.
Experta en desarrollo del liderazgo en empresarios y emprendedores para activar sus proyectos y sus equipos | Desarrollo del Talento | Coach ejecutiva
1 añoEstefania me ha encantado tu exposición. Me siento identificada y es que mentes inquietas buscan crecer por diferentes lugares, la linea recta es tan solo una opción y decidir salirte de ella es otra, no mejor ni peor, diferente. Híbrida o tal vez polivalente, multifuncional. Da igual, porque es un talento que identifica a las personas inconformistas, que sueñan cada día con hacer un mundo mejor. No es un camino sencillo, pero es un camino apasionante. Aquí tienes un apoyo, que hace mucho que no tomamos un ☕.
Directora Club Cámara Zaragoza|Networking empresarial|Impulso Empresarial en Cámara de Comercio de Zaragoza
1 añoEs muy potente tu planteamiento Estefania Arribas Leal. En un mundo en el que se potencia la multifunción, se penaliza la multilocalización del conocimiento. Paradigmático. Somos muchas las personas "híbridas" que tomando como referencia una competencia técnica hemos ido montando nuestras propuestas funcionales en el mercado laboral agregando habilidades que han dado forma a nuestra profesionalidad. Cuando cuento que mi formación primigenia es la Biología, y añado, que concretamente la ornitología (si hubiera sido microbióloga o genetista....) tengo que justificar cómo narices he llegado hasta aquí. Cuando atesoras muchas capas, has de elegir cuál de ellas es la que quieres mostrar primero, porque esa es la que centrará el foco en ti. No es problema de los reclutadores, únicamente, es sobre todo problema nuestro que hemos de contarnos claramente a nosotras mismas qué es lo que somos. (SIGO EN OTRO COMENTARIO QUE HE ESCRITO MUCHOS CARACTERES)