#RocioJuradoGPTChallenge: Un experimento casero
[Nota: la visualización en ordenador en lugar de móvil permite ver mejor las imágenes.]
Este artículo, que debe su existencia a un día festivo a mitad de semana, plantea un experimento sin rigor a partir del concepto del “Centauro co-creador”, es decir, el tándem de inteligencia humana e inteligencia artificial en el que el humano lleva el diálogo con la IA generativa al límite para crear algo juntos. Y, sí, el experimento involucra a Rocío Jurado...
ChatGPT como “juntapalabras”
No entiendo mucho de fútbol, pero recuerdo que, a Zidane, cuando era entrenador del Real Madrid, se le acusaba de “alineador”. Se trataba de un término despectivo para sugerir que simplemente era afortunado eligiendo jugadores para sacar al campo pero que carecía de conocimientos tácticos, visión y estrategia – a diferencia de los buenos entrenadores a los que sí hay que atribuir una intención y un propósito futbolístico en sus decisiones.
De la misma manera, se dice que ChatGPT (o cualquier LLM) es un “juntapalabras”, porque se limita a poner una palabra tras otra en función de la “cercanía” que tienen en su modelo. Es decir, sus respuestas se basan en la frecuencia y asociación de palabras existente en los textos con los que ha sido entrenado (no dejar de ver la fantástica explicación visual que publicó el Financial Times sobre esto).
¿Y un escritor humano?
La escritura es una forma de comunicación. Al escribir, tratamos de elegir las palabras que mejor reflejan lo que queremos comunicar. Por tanto, además de las reglas gramaticales y la buena redacción, existe siempre una intención o propósito que determina y da forma a lo que escribimos.
El mayor paradigma de esto es la escritura profesional (sea o no creativa), en la que el autor invierte mucho tiempo y esfuerzo (más del que la gente cree) en seleccionar las palabras exactas. El escritor profesional redacta, quita, pone, prueba, cambia,… todas las veces que haga falta hasta decir justo lo que quiere decir y no decir lo que no quiere decir. Detrás de cada frase en su versión final hay decenas de decisiones deliberadas acerca de cada palabra que ha permanecido y cada palabra que se ha eliminado.
Ahora los dos juntos: un escritor usando ChatGPT como herramienta
En este caso, el mecanismo que tiene el humano de “guiar” a ChatGPT hacia el texto que le gustaría crear son los prompts, a lo largo de varias iteraciones. Es decir, el escritor proporciona unas primeras instrucciones, obtiene una respuesta del modelo de IA generativa, refina las instrucciones para acercarlo más a su propósito, obtiene una nueva respuesta, vuelve a refinar… y así sucesivamente. Se trata de un ejercicio de inspiración mutua y co-creación.
La pregunta que queremos responder con nuestro experimento casero es la siguiente: ¿hasta qué punto puede un escritor, haciendo uso exclusivamente de los prompts como vehículo transmisor de su intención y propósito, llegar a obtener de ChatGPT un texto que refleje exactamente lo que desea?
Parte 1 del experimento: Selección y análisis del texto de prueba
En 1978, la cantante española Rocío Jurado lanzó un sencillo con letra de Manuel Alejandro y Ana Magdalena, del cual extraemos un maravilloso fragmento de veinte palabras:
Lo siento, mi amor, pero hoy te lo voy a decir. Hace tiempo que no siento nada al hacerlo contigo.
Vamos a usar este texto como objeto de análisis, comenzando por aportar una interpretación (personal) de las razones detrás de la elección de cada palabra así como del descarte de otras posibles alternativas.
Disclaimer: en el análisis asumo la interpretación cis hetero de los dos roles, por ser la que tenemos fijada en el imaginario colectivo por la interpretación de Rocío Jurado, pero cada uno puede poner el género que desee.
Aunque a mucha gente esta tabla le puede parecer un sobre-análisis, buscarle tres pies al gato, lo cierto es que refleja la realidad de lo que pasa por la cabeza de cualquier escritor profesional, consciente o inconscientemente. Todas esas decisiones, positivas y negativas, se toman palabra por palabra.
Parte 2 del experimento: Intentar un diálogo co-creador con ChatGPT que conduzca a esa misma frase exacta
Reproduzco los pantallazos con la versión gratuita de ChatGPT.
Primer intento.
Segundo intento.
Hasta ahora, ChatGPT (versión GPT 3.5) resulta un acompañante co-creador muy flojo para la escritura con propósito. Para esta aplicación, usando las metáforas que tanto parecen gustar a ChatGPT, se podría decir que la mitad de abajo del Centauro es un pony, más que un caballo de carreras.
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Duda razonable: ¿Será porque la letra de Manuel Alejandro y Ana Magdalena es demasiado buena y la mayoría de los textos “románticos” con los que se ha entrenado GPT son bullshit?
Vamos a seguir probando. Tercer intento...
Además de destaparse en ciertos momentos como una estupenda pareja para una espectáculo cómico (tomad nota, Berto Romero y Ricky Gervais), ChatGPT ha progresado un poco con el texto al haberle dado tan mascadita la plantilla, pero sigue siendo insuficiente para nuestro nivel de ambición artística.
Es hora de abordar el cuarto y último intento, sacando toda la artillería...
Conclusiones
Recapitulemos: el experimento ha consistido en elegir un texto humano (dos versos de una canción), analizar su intención y propósito incluyendo todas las elecciones deliberadas que hicieron sus autores, y después, en un ejercicio de ingeniería inversa, mantener un diálogo con ChatGPT para comprobar si es capaz de llegar, o al menos aproximarse, a ese mismo texto, guiándolo con las pistas que obtuvimos en aquel análisis (por ejemplo, le indicamos la intención y el significado deseado, pero no le damos las palabras exactas).
Hay que señalar que el experimento se ha visto limitado, por un lado, por las capacidades de GPT 3.5 (puede mejorar en versiones superiores) y, por otro lado, por mis limitaciones como novato del "prompt engineering literario" (también muy mejorables, seguro que existen estrategias que pueden sacar mejores frutos).
Aun así, mi veredicto actual es claro: si como escritor humano tu intención y propósito son lo más importante de todo y quieres elegir con precisión cada una de tus palabras, para decir lo que quieres decir y no decir lo que no quieres decir (así como manejar el subtexto), entonces necesariamente tendrás que escribir tú mismo, una IA generativa no lo va a hacer por ti. Como mucho, te puede servir como fuente de inspiración "higiénica" (en lo más básico) y darte algo de materia prima para no partir de la página en blanco.
Y este resultado, el fracaso del experimento, no deja de ser una buena noticia para los humanos, porque demuestra que aún nos quedan terrenos únicos y distintivos que nos permiten, por el momento, seguir controlando la cabeza del Centauro.
Y tú, lector, ¿estás de acuerdo con las conclusiones del experimento? ¿Te atreves a repetirlo con tus propios prompts? Premio para el que más se acerce.
#RocioJuradoGPTChallenge
Post Data
¿De dónde viene este concepto del Centauro? Fue un término introducido por Kasparov en 1998, un año después de perder al ajedrez con Deep Blue de IBM y reconocer que la suma de inteligencias del humano y la máquina era superior a la de cualquiera de ellos por separado.
Me encanta Dani. ¡Como una ola!Yo hice la prueba con un cuento de Navidad el año pasado en el que tenían que aparecer al menos 3 objetivos de desarrollo sostenible y, al principio hizo un auténtico churro. Pero a base de sugerencias comenzó a escribir algo más consistente. Sí creo que con buenos prompts y entrenamiento se pueden sacar buenos resultados
Project Manager I Project Controller I Operations @ Capgemini Invent
11 mesesGenial el experimento Daniel Almodóvar . Me parece maravillosa la curiosidad creativa de este experimento y la explicación y referencias. :)