Análisis God of War Ragnarök para PC: Kratos con su rendimiento más sólido (PC)
Sony sigue adelante con su nueva estrategia de lanzar los juegos exclusivos más importantes de PS4 y PS5 en PC años más tarde de su lanzamiento inicial. Hemos visto durante los últimos tiempos cómo llegaban licencias tan importantes como Returnal, The Last of Us Parte 1, Horizon Zero Dawn, Horizon Forbidden West y el God of War de 2018.
La semana pasada fue precisamente el momento de la llegada de la secuela de esa aventura de Kratos, God of War Ragnarök que ha llegado a Steam con un port bastante bien acabado para nuestros ordenadores, algunos extras pensados para el PC y también algo de polémica porque algunos jugadores aseguran que es necesario tener una cuenta de PSN para jugarlo... aunque en nuestro caso no la hemos necesitado.
Recordad, como siempre, que en este análisis vamos a centrarnos en opciones técnicas, en cómo ha rendido God of War: Ragnarok en nuestro PC tope de gama y en un PC consolizado a lo Steam Deck (para que veáis ambas caras de la moneda) y en los extras que se incluyen en esta versión. Si queréis tener más información sobre el juego como tal podéis consultar nuestro análisis original haciendo clic aquí.
Opciones técnicas variadas y mucho mejor presentadas, aunque con una "carencia" con respecto a la primera entrega
Vamos a comenzar como siempre hablando de las diferentes opciones que nos ofrece el juego para adaptar nuestra experiencia a nivel gráfico en PC, una lista bastante extensa en esta ocasión en la que se nos dan un buen puñado más de opciones que en la primera entrega de la saga nórdica y que nos permitirá retocar todo tipo de aspectos a conciencia, algo que debemos aplaudir, que siempre nos gusta a los más peceros y que nos encanta.
Sin embargo, seguimos echando de menos algo más de unificación de criterio en las conversiones de los juegos de PC de PlayStation a la hora de presentarnos estas opciones y de darnos información de utilidad a los jugadores. Creemos que Sony debería tomar cartas en el asunto para ofrecer opciones más unificadas entre sus juegos y añadidos que nos permitan ver sin problemas detalles como el consumo de GPU o cómo afectaran los cambios al juego. De hecho, en el primer God of War que llegó en PC aplaudimos precisamente que teníamos una "previsualización" de cómo afectaba cada opción gráfica al título que no está presente en esta secuela, lo que queda un tanto raro y es un pequeño paso atrás. Evidentemente no es un drama, hay un medidor de consumo de VRAM y quizás el que os escribe peque de ser un poco puntilloso, pero se nos ha hecho un tanto extraño.
A continuación os dejamos con las principales opciones gráficas en PC para que veáis lo que os podéis esperar, siendo lo más destacado la compatibilidad con varias herramientas de reescalado y suavizado de texturas como NVIDIA DLSS, AMD FSR o Intel Xess, así como la compatibilidad con la generación de frames de NVIDIA y AMD y la tecnología Reflex de NVIDIA que permite reducir la latencia del juego:
Imagen
- Monitor
- Modo de visualización
- Resolución
- VSync
- Relación de aspecto
- Límite de velocidad de fotogramas
- Reducción de lantencia
- Generación de fotogramas
Escala
- Método
- Calidad
Calidad
- Ajustes predefinidos
- Texturas
- Modelos
- Filtro anisotrópico
- Iluminación
- Sombras
- Reflejos
- Ambiente
- Oclusión ambiental
- Teselado
Gráficos
- Calibración de pantalla
- Grano de película
- Desenfoque de movimiento
- Destellos reducidos
Una gran calidad gráfica y un rendimiento sólido
Pasando a hablar del acabado gráfico, God of War Ragnarök sigue siendo toda una bestia a nivel visual. En esta versión de PC el cambio más evidente es la posibilidad de jugar a 60 FPS o más a 4K sin problema ninguno, aunque también hay pequeñas mejoras sobre todo en los reflejos y más levemente en algunas texturas o iluminación, aunque estas serán prácticamente imperceptibles si lo comparamos con el modo calidad de PS5.
Pasando al rendimiento hemos probado el juego en dos dispositivos. El primero nuestro PC para jugar habitual equipado con una NVIDIA GeForce RTX 4080 junto a un procesador 5900X, 32 GB de RAM, almacenamiento SSD Nvme y Windows 11. Aquí hemos podido jugar sin problemas a 4K y a la máxima calidad gráfica, con DLSS en modo calidad a una tasa de frames de entre 110 y 125 imágenes por segundo, tanto en espacios más cerrados como cuevas como en zonas más abiertas y coloridas y, al menos nosotros, no hemos tenido problemas en la zona de Svartalfheim.
También hemos probado el juego con un PC estilo Steam Deck con un procesador Ryzen Z1 Extreme, mucho menos potente que nuestro equipo de base. Aquí lo primero que notamos fue que con un equipo más humilde la compilación de sombreadores es lentísima, algo que va a hacer que tengamos que esperar unos cuantos minutos para jugar nuestra primera partida. Una vez completado pudimos jugar a God of War: Ragnarok a una calidad más que óptima. No tendréis problemas para disfrutar del juego a 60 FPS con las opciones gráficas bastante reducidas o usando la generación de frames de AMD mientras que los 30 FPS son bastante sólidos con FSR y gráficos en medio, buen rendimiento también aquí.
La controvertida cuenta de PSN y otros extras
Vamos a cerrar este análisis hablando de otros extras de God of War Ragnarok en PC comenzando por la polémica con PlayStation Network que han reportado algunos jugadores. En nuestro caso no nos ha sido necesario entrar en nuestra cuenta de PlayStation para jugarlo pero entendemos el enfado que puede causar a aquella persona que se tenga que registrar en la plataforma de Sony.
Por otro lado, también podéis esperar, entre otros, la inclusión de todos los extras que han salido para el juego hasta ahora a nivel de contenido, incluído el DLC Valhalla. También hay compatibilidad con monitores ultrapanorámicos, poder utilizar el DualSense o cualquier otro mando, una adaptación bastante correcta al teclado y ratón (en este caso hemos jugado la mayor parte del tiempo con este control para probarlo bien).
Conclusiones
God of War Ragnarök llega a PC con una versión muy pulida y bien llevada a cabo si hablamos a nivel de rendimiento rindiendo fantásticamente bien en un PC de gama alta y también haciendo un buen trabajo en un equipo más modesto como uno de los ordenadores de bolsillo "a lo Steam Deck" que ahora están presentes en el mercado.
A nivel visual el mayor salto con respecto al modo calidad de PS5 es la posibilidad de jugar a 4K y 60 FPS e incluso tasas más altas gracias a la generación de frames, mientras que el mayor cambio se nota en los reflejos, también hay alguna mejora más leve en las texturas u otros aspectos pero serán prácticamente imperceptibles a excepción de los que tengan el ojo más fino. Poco importa ya que el juego se sigue viendo genial a día de hoy.
En el otro lado de la balanza nos encontramos con la falta de unificación que tiene Sony dándonos opciones gráficas dispares entre cada juego, algo que llevamos tiempo pidiendo, mientras que algunos jugadores se han visto obligados a abrir sesión en PSN para poder jugarlo. A nosotros no nos ha afectado y siendo justos tampoco nos parece un fallo dramático aunque entendemos que a los jugadores afectados sea un detalle que les ha molestado.
*Hemos realizado este análisis gracias a un código para PC proporcionado por PlayStation España.