Se nota mucho cuando una desarrolladora está motivada y completamente involucrada en la creación de su videojuego. Ves detalles por aquí y por allá, no paras de sorprenderte con lo inspirado de sus propuestas y tú como usuario siempre estás deseando que llegue el próximo reto, el próximo nivel, el próximo mundo. Mario y Rabbids: Sparks of Hope era justo lo que podía esperar de una secuela e incluso más. Es un título que me demuestra que en Ubisoft Milán, el estudio encabezado por Davide Soliani, son unos completos fans de Nintendo, pero por encima de todo que saben hacer videojuegos adictivos, de mucha calidad y con un ingrediente que por desgracia no se prodiga todo lo que me gustaría: magia.
Mientras juegas, sientes la pasión depositada. Ya os lo conté en el análisis de Mario y Rabbids: Kingdom Battle, pero es que me tiene maravillada la forma en que se fusionan las licencias de Super Mario y los Rabbids, creo que alcanzando en esta ocasión un nuevo nivel. El grado de inventiva se materializa en unos diseños que fusionan ambos universos de una forma incluso más equilibrada, sin que puedas decir si hay más de Nintendo o de Ubisoft. Y eso es complicado. Mucho. Más aún que hacerte sonreír mientras juegas, que lo consigue, y con muy buenos resultados.
Un RPG táctico con novedades muy potentes
Pero el gran reto de esta entrega no estaba tanto en la forma como en el contenido, en proponer novedades al esquema RPG táctico que ya conocíamos. Y aquí, en este aspecto crucial, el juego ha superado mis expectativas. Los niveles son más grandes, poseen mayor variedad de planteamientos y se ven favorecidos por la incorporación del movimiento libre, eliminando por completo la cuadrícula. Tenía ganas de comprobar de primera mano esta novedad, que aunque no sea una revolución, otorga una mayor sensación de libertad y de control dentro de los escenarios.
Para que lo entiendas, Mario y Rabbids: Kingdom Battle era un juego más cuadriculado, de apariencia más técnica, que emulaba a otros exponentes tácticos como XCOM. Ahora lo que se ha hecho es mantener la profundidad, pero obteniendo algo más accesible y al mismo tiempo con mayor identidad. Sin duda, es algo que encaja más con el espíritu de las licencias. El resultado es un juego en que sigues sabiendo hasta donde puedes moverte, el rango de tus ataques y por supuesto el daño que causarás. Sin embargo, acciones como cubrirte o saltar en equipo para impulsarte más lejos se hacen más orgánicos. Algunas veces tanto, que el control se vuelve algo impreciso, pero para mí el cambio justifica estas pequeñas frustraciones.
Si tienes algún tipo de duda con respecto a esta modificación, te diré que en mi caso el tiempo de adaptación fue mínimo, que lo sentí todo muy natural, como si siempre hubiese sido así. Al par de misiones estaba ya completamente centrado en la estrategia, en mover a mi trío de unidades por unos escenarios cargados de oportunidades tácticas. Puedes aprovechar tuberías para llegar más lejos, lanzar los bom-omb que te encuentres por el camino o aprovechar una serie de trampolines para moverte de un punto a otro del escenario en un único turno. Las posibilidades son más cuantiosas de las que te podrías imaginar. Sorprende.
Todo esto se materializa en una increíble variedad jugable, que arranca con el hecho de que disponemos de hasta 9 personajes para escoger. Algunos se van desbloqueando a medida que progresamos, manteniendo viva y fresca la aventura. Cada héroe posee sus propios atributos de movimiento, armas únicas, así como habilidades. Mario tiene unas pistolas duales para atacar dos veces en un mismo turno, Luigi un arco para acertar desde largas distancias, Peach un cañón fulminante y de amplio rango… La clave está en configurar un equipo equilibrado, y desde aquí te aconsejo que vayas cambiándolo frecuentemente para disfrutar del juego en su máxima plenitud.
Otro elemento que distancia a esta entrega de la anterior son los sparks. Se trata de pequeñas criaturas que vamos rescatando a lo largo del periplo y que podemos equipar sobre nuestros héroes. Cada uno cuenta con habilidades y superefectos únicos, multiplicando así el repertorio de técnicas a emplear en batalla. Por ejemplo, hay un spark que envenena a los enemigos que se encuentren dentro de un determinado radio, pero también hay otros que modifican nuestros disparos para ocasionar efectos incendiarios o descargas eléctricas. En total, son 30 sparks los que puedes equipar, así que puedes hacerte una idea de lo mucho que tienes por descubrir.
Creo que queda clara la elevada profundidad y variedad del planteamiento jugable que atesora Mario y Rabbids: Sparks of Hope, y eso que no te he hablado de los jefes de mundo, de los cuales solo te diré (para no hacerte spoilers) que son muy ingeniosos y divertidos de superar. Además, cuentas con un montón de misiones principales, que no siempre versan sobre acabar con los enemigos, sino con alcanzar una determinada zona o resistir un número de turnos preestablecido. Luego además hay un sinfín de combates opcionales y secretos, porque otra de las buenas noticias que puedo darte es que la exploración se ha hecho más ambiciosa.
Más profundidad jugable de la que te imaginas
Explorar gana interés en esta entrega, al incorporar escenarios diseñados con la palabra "libertad" en mente. No son mundos abiertos, pero sí pequeños entornos en que puedes moverte libremente, y en los que no hay pocas cosas que hacer. Tienes tiendas para comprar objetos, pequeños minijuegos que te pueden llegar a sorprender por lo elaborados que son, regiones ocultas con tesoros aguardando, así como pequeños puzles (tanto de historias como accesorios) que ponen a prueba tu capacidad lógica. No está nada mal. Es más, considero que se ha realizado un genial trabajo. Tanto, que explorarlo todo al 100% puede elevar la duración por encima de las 20 horas (duración que estimo sin pararse demasiado). El único "pero" que le encuentro es que esta vez no hay cooperativo, algo que he echado en falta.
En cualquier caso, Mario y Rabbids: Sparks of Hope es una delicada fusión entre táctica, estrategia, exploración y por supuesto RPG. Esta faceta rolera viene marcada por la progresión, con un árbol reformado con respecto a la anterior entrega, pero muy similar en cuanto a concepto (mejorar salud, ataques, movimiento…) y que se acompaña de la posibilidad de subir tanto a nuestros personajes de nivel -mediante puntos de experiencia- como a los propios sparks, en este último caso gracias a los trozos de estrella que vamos obteniendo misión tras misión. En definitiva, el esquema es profundo, pero se esconde bajo una apariencia de lo más cuqui y accesible. Así que no te dejes engañar, porque hay juego para rato.
Si no te lo crees, puedes revisitar planetas para completarlos en su totalidad y escoger entre 3 grados de dificultad. Incluso hay un modo invencible para los que quieran centrarse en la historia. Y no me parece mal, menos cuando la historia que se nos cuenta es tan agradable y simpática. Viajamos junto a Mario y sus amigos a través de la galaxia para derrotar a Cursa, que ha sumido en la ascoridad (ojito con el nombre) a varios planetas que deberemos salvar. Es un argumento simple, pero suficiente para introducir a personajes y situaciones de lo más delirantes. Es un no parar de comicidad, pero además hecha con muy buen gusto.
Todos los diseños se contagian de este sentir general, con un colorido muy Nintendo y algunos escenarios que son simplemente preciosos. Buenas texturas, iluminación trabajada, animaciones cuidadísimas… No tengo nada que reprochar al espléndido trabajo gráfico realizado, salvo alguna bajada de frames, sobre todo en las partes de exploración. Por lo demás, es un juego encantador tanto en lo visual como sonoro, con unos temas que ya sabéis que están compuestos por Yoko Shimomura (Kingdom Hearts), Grant Kirkhope (Banjo-Kazooie) y Gareth Coker (Ori and the Blind Forest). Sin duda, es un auténtico lujo, así que ponte los auriculares y disfruta. Encima, tenemos voces dobladas en español para una buena cantidad de diálogos, y con muy buenas interpretaciones.
¿Algo más? Sí, que lo juegues. Da igual que llegues nuevo a la licencia o que no tengas experiencia con el género. Mario y Rabbids: Sparks of Hope está hecho para todo el mundo, da igual la habilidad estratégica que tengas. Creo que es uno de los lanzamientos que merecen más la pena de Nintendo Switch, convirtiéndose desde ya en otro de los juegos más importantes de la consola híbrida.
Una entrega superior
Mario y Rabbids: Sparks of Hope no solo cumple como secuela, sino que va más allá, demostrando la completa implicación de Ubisoft por crear un producto superior, cargado de buenas ideas, diversión táctica, una buena duración y unos valores de producción a la altura de una desarrolladora como Nintendo (que ya es decir). El añadido del movimiento libre, los sparks, una exploración potenciada y variedad de actividades dan como resultado un videojuego profundo, infinitamente simpático y altamente recomendable, tanto si te gusta la táctica RPG como si llegas nuevo al género.
Comprar Mario + Rabbids: Sparks of Hope- Un RPG táctico muy inspirado, y que supone una evolución clara con respecto al primer juego.
- El añadido del movimiento libre y los sparks da un giro a la jugabilidad original.
- Muy accesible, pero al mismo tiempo profundo y con una buena duración.
- Es uno de los juegos más bonitos, imaginativos y cómicos que puedes encontrar en Switch.
- Esta vez el juego no cuenta con cooperativo: toda la campaña es individual.
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