El precio de los videojuegos a la hora de ponerse a la venta ha sido una línea de debate constante, sobre todo desde que en 2020 se estandarizó un valor superior a los 60 euros para los Triple A. Sin embargo, con lo caros que se han vuelto estos desarrollos, hay quien teme por una nueva subida con la excusa de "costear los procesos creativos", y en este contexto Lars Wingefors, CEO de Embracer Group, es claro: se ha discutido subir el precio dentro de la compañía, aunque parece esperar a que otra empresa tome la iniciativa.
El jefe del holding sueco, Lars Wingefors, ha acaparado titulares de forma casi constante en los últimos años. Ya sea por los cierres de estudios o proyectos cancelados bajo su mando, o la sinceridad en torno a las críticas hacia su compañía, afirmando que deberían ir todas dirigidas a él. Aun así, y si bien es cierto que Embracer ha terminado su periodo de reestructuración, parece que es inherente hablar de la gigante europea.
En este caso, el CEO de la misma ha abordado junto a Games Industry el tema del aumento del precio de los videojuegos más allá de los 70 euros, algo que han tanteado varios gigantes de la industria, y ha confirmado a su vez que esta posibilidad ha sido discutida internamente en Embracer. "No estoy diciendo que no se pueda aumentar el precio de los juegos, pero nadie lo ha probado", comentó Wingefors.
En este contexto de dudas y quejas, sobre todo estas últimas, en torno a la posibilidad de que se estandarice la necesidad de equiparar el precio al coste de desarrollo y las horas del juego, Wingefors parece tenerlo claro: "si creas un juego de rol enorme, por ejemplo, con 100 o 150 horas de juego, muy pulido y una experiencia única, ¿estaría el consumidor dispuesto a pagar más?". Una pregunta lanzada al aire que inmediatamente recogió el propio CEO mirando a los ojos al jugador, y es que en caso de que seamos nosotros quienes lo aceptemos, se convertirá en la norma. "Si el jugador está dispuesto a pagar, potencialmente habrá más productos así en el mercado", añade.
Aun así, Wingefors no es ajeno a la realidad y a las tensiones actuales. Como hemos comentado, la industria AAA aumentó colectivamente el precio de sus productos con el lanzamiento de la generación actual de consolas en 2020. "Creo que la industria se enfrenta al mismo problema que todas las demás industrias, con inflación y costes crecientes del desarrollo de juegos", mencionó el ejecutivo antes de cerrar afirmando que los jugadores tenemos un abanico de posibilidades más amplio, por lo que la dificultad de mantenerse en la industria crece.
Take-Two también ha discutido los precios de los futuros AAA
Los comentarios de Wingefors sugieren que Embracer está esperando que otra compañía de videojuegos sea la primera en aumentar los precios antes de seguir su ejemplo. Una de las empresas en debate sobre este tema es Rockstar, propiedad de Take-Two, quienes se preparan para lanzar Grand Theft Auto 6 a finales de 2025. El precio de GTA 6 aún no ha sido anunciado, pero es uno de los pocos juegos que hay quien teme pueda "justificar" un aumento significativo debido a su gran atractivo.
En noviembre de 2023, el jefe de Take-Two, Strauss Zelnick, comentó que los precios de los videojuegos "siguen siendo muy bajos" en comparación con otras formas de entretenimiento. Una declaración que levantó una enorme polvareda que el mismo Zelnick parece que quiso agrandar el pasado mes de mayo al afirmar que ofrecen "más valor del que cobramos". Por el momento, solo podemos esperar a ver qué sucede.
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