Ya hemos podido jugar largo y tendido a la versión para nueva generación de The Witcher 3: Wild Hunt, el éxito de CD Projekt RED que recibirá esta esperada actualización el próximo 14 de diciembre. Pensada para las consolas next-gen y los ordenadores más avanzados, en este artículo podrás descubrir qué cambios introduce y por qué muchos jugadores están expectantes con las mejoras presentes en una actualización que da un lavado de cara a uno de los mejores juegos de los últimos años.
Desde hace días me pregunto por qué está acaparando tanta atención y curiosidad la nueva versión de The Witcher 3. Y, después de probarlo, tengo claro que la respuesta no se reduce a que tenga “un puñado de mejoras”. Al fin y al cabo, en los últimos años muchos videojuegos han lanzado parches y actualizaciones para adaptarse a las características de las consolas y ordenadores más potentes. Sin embargo, ¿por qué hay tanta expectación en torno a la actualización de The Witcher 3? La respuesta, para mí, esta en una condición que llama la atención al instante: es gratis.
Esto ya es una medida que diferencia a la actualización de la aventura de Geralt de Rivia de otras remasterizaciones y versiones next-gen que han aterrizado en los últimos tiempos. A diferencia de la tónica habitual, CD Projekt RED ha apostado por añadir mejoras que aprovechan la tecnología de estos sistemas sin solicitar un pago a cambio. Además, también tiene peso que la historia de Geralt caló hondo en el corazón de muchos jugadores, razón por la que solo necesitaban una excusa para volver a este fantástico mundo.
Creo que es importante matizar esto porque, en el fondo, esta nueva versión de The Witcher 3 no es un nuevo título: es un parche. Sí, uno muy cuidado que mejora algunos aspectos del título original hasta convertirlo en una experiencia más fluida y llamativa, pero como dice el refranero popular: “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”. Los cambios son llamativos, mas conviene aclarar que no son drásticos. A poco que te vayas acostumbrando a ellos, volverás a sentirte como en casa con la pertinente nueva comodidad visual y, además, algunas mejoras de calidad de vida para que la obra no sea tan tosca como en su versión primigenia. Y esto, por tanto, da al jugador una buena excusa para darle una segunda vuelta si lo estaba deseando. Eso sí, vuelvo y repito: no esperes un cambio tan notorio como en un remake.
Las mejoras gráficas y técnicas del parche next-gen de The Witcher 3
Este nuevo parche mejora el framerate hasta alcanzar nos estables 60 frames por segundo, una opción ya presente en Xbox One X y Series X. Además, también modifica texturas para añadir una alta resolución, mejora diversos modelados y, sobre todo, representa la vegetación de forma que los paisajes luzcan mejor que en versiones anteriores, una condición que alcanza un nuevo nivel con la neblina en la lejanía que ayuda a crear entornos más atmosféricos que resaltan la belleza que ya nos cautivó en 2015 (la evolución gráfica de The Witcher es digna de elogio).
Personalmente, soy un jugador que prefiere el rendimiento antes que la calidad, aunque en este caso creo que es un título que merece probar las dos. Por un lado, el modo Calidad tiene algunas funciones de Ray Tracing y diferentes mejoras gráficas, aunque teniendo en cuenta que estamos ante un juego de 2015 se podría haber conseguido un modo 4K a 60 fps en las nuevas consolas; por otro, el modo Rendimiento ofrece la famosa resolución dinámica que, en esta ocasión, se realiza mediante la opción de escalado de FSR 2.1 de AMD, una herramienta que permite tener que desembarazarse de cualquier tipo de anti-aliasing y técnicas de postprocesado que consuman recursos. Sin embargo, aunque la imagen se ve bastante nítida, aún se puede apreciar la diferencia comparándola con una imagen en 4K nativo.
Por su parte, el modo calidad apuesta por la calidad de imagen a costa de los 30 frames por segundo y algunas de las opciones del trazado de rayos activado para la oclusión ambiental de las sombras y la iluminación global. De nuevo, se nota si te fijas en exceso en las armaduras, cómo inciden entre sí las placas o cómo se ve la luz de las antorchas en los muros de los interiores. No obstante, The Witcher 3 no es un juego en el que los reflejos influyen mucho ya que su impacto se reduce a algunos ríos, razón por la que no se ha optado por favorecer este tipo de trazado en consolas.
Puede que sea una percepción personal, pero creo que esta versión de calidad no es tan atractiva como para sacrificar los 60 frames por segundo en consolas. Al no haber más opciones y contar con cambios muy sutiles, The Witcher 3 es un juego que se disfruta más si se aprovecha al máximo los paseos a lomo de tu caballo, la investigación por los bosques, pantanos y calles o, simple y sencillamente, vagando a través del mapa. Así, aunque hay muchos momentos de interior, estos no son los más llamativos y palidecen ante la fluidez a la hora de montar a Sardinilla o recorrer Velen, Novigrado y la hermosa Toussaint con toda su fluidez.
El combate sigue siendo el aspecto más flojo
Ahora bien, aparte de las mejoras gráficas, ¿cómo se siente volver al mundo de The Witcher 3? La respuesta a esta pregunta es muy sencilla: mejor que nunca. Esta serie de pequeños cambios no deja lugar a debate ya que son una serie de aspectos que siempre suman. Recuerdo, con el The Witcher 3 original, haber instalado un mod para poder alterar la cámara, algo necesario teniendo en cuenta lo anticuada y arcaica que era la original. Para el lanzamiento de este parche, CD Projekt RED ha tomado buena cuenta de esta aproximación y ahora nos permite elegir el punto de visión, algo que favorece la exploración ya que permite ver los detalles mejor. Como curiosidad, aunque esta opción también está disponible a lomos de nuestro caballo, es menos interesante ya que sobre Sardinilla buscas la lejanía y el horizonte, algo que choca contra esta nueva cámara más cercana.
En lo que respecta al combate, no se han hecho grandes cambios en él y el paso del tiempo se traduce en una percepción tosca y poco responsiva con el jugador. En el lanzamiento original, este fue uno de los aspectos más criticados, algo que no cambia con esta actualización, aunque he de admitir que es ligeramente más cómodo en algunos aspectos. A su vez, la gestión del menú se favorece de todas las mejoras constantes del juego desde su lanzamiento, una serie de añadidos a los que hay que sumarle otros nuevos como la gestión de las señales. A diferencia de lo que había que hacer antes, se puede utilizar una combinación de dos botones para lanzar la que queramos sin tener que pasar por el arcaico menú radial. Puede que necesites un tiempo para aprender qué botón corresponde a qué señal, pero una vez lo interiorices lo agradecerás.
Una actualización que justifica volver al mundo de Geralt de Rivia
Por último, existe un punto que voy a agradecer muchísimo. De hecho, lo hago en cada juego que incluye esta opción y rezo por verlo en otros tantos lanzamientos. Hablo, como no podía ser de otra manera, del cross-save, la posibilidad del guardado cruzado que permite subir la partida a una nube privada de CD Projekt RED (alojada en la plataforma GOG) para llevar la partida al sistema que prefieras. Así, por ejemplo, puedes empezar tu partida en PS5 y continuarla en Xbox o PC. Puede que no sea útil para algunos jugadores, pero para mí, que tengo este título en todas las ediciones posibles, es un salvavidas de cara a poder cambiar entre versiones para aprovechar todas las posibilidades.
También he de hacer hincapié en un nuevo set de armaduras inspirado en la serie de The Witcher, una opción mucho más difícil de desbloquear que abriendo un simple cofre. Para obtenerlo, tendrás que completar una misión específica y, además, conseguir los materiales necesarios para fabricarlo. Además, también he de resaltar las mejoras de calidad de vida, una serie de herramientas que permiten que ahora sea más fácil caminar despacio, correr, tener acceso a subtítulos más grandes o pausar entre escenas cinemáticas. Quizá también habría sido interesante que se pudieran saltar, pero no me puedo quejar.
Por desgracia, no todo está cien por cien pulido en esta versión. Aún noto algunos fallos, como ciertos tirones que se producen cuando estás en el mapa o cuando activas una nueva misión, así como algunos bugs heredados que todavía permanecen. No obstante, he de volver al argumento principal de este artículo: esto es un parche, no una remasterización del juego original. Además, es gratis, una situación que se agradece en los tiempos que vivimos. Por ello, no tienes que comprarlo aparte ni hacer nada, solo tener descargado el juego para aprovechar las virtudes de esta actualización.
Así, no hace obligatorio volver a jugar a la obra del brujo si ya lo hiciste —recordemos que pueden ser perfectamente más de 100 horas—, pero si te apetecía retomar o volver a iniciar tu aventura y solo necesitabas una excusa, estás de enhorabuena porque aquí la tienes. Para los jugadores de consola, The Witcher 3: Wild Hunt lucirá mejor que nunca, mientras que los de PC podrán disfrutar de una versión con todas las opciones del trazado de rayos que, además, carece de limitación en la resolución o frames por segundo. Por ello, no hay duda de que con este tratamiento apetece volver al mundo de Geralt de Rivia.
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