El universo de El Señor de los Anillos es inmenso. El británico no confeccionó todo su trasfondo como bien quiso y muchas historias quedaron incompletas, pero cuando tienes a mano lo que se considera como la "Biblia de la alta fantasía" como es El Silmarillion, bien puedes marcharte de este mundo con el trabajo bien hecho. Y es que Tolkien confeccionó una épica histórica difícil de leer, sí, pero tremendamente impresionante que nos presentó, entre muchísimos personajes a Eärendil. Un pilar del legendarium británico que es mencionado dos veces en la trilogía de Peter Jackson. Así que si alguna vez has pensado "¿quién es este Eärendil que mencionan?" y por qué se dice que mató a uno de los dragones más grandes de la ficción fantástica, aquí traigo la respuesta.
Si habéis visto las películas de El Señor de los Anillos tantas veces como yo, al margen de haber leído o no las obras de Tolkien, el nombre de Eärendil os suena. Aunque es cierto que Jackson centró toda la historia en confeccionar una épica mastodóntica donde cada personaje presentado tuviera peso o, por lo menos, se sintiera inmiscuido en la historia de Frodo y Aragorn. Motivo por el cual personajes como Gil-Galad quedaron fuera del metraje con una única aparición —brevísima además— en la versión extendida de La Comunidad del Anillo.
Sin embargo, el caso de Eärendil es diferente y es que si bien "El Marinero", como se le conoció, tiene un impacto nulo en la historia de El Señor de los Anillos —su participación en la Primera Edad del Sol es capitular—, pero su nombre se menciona en uno de los regalos que da Galadriel a la Comunidad del Anillo, más concretamente a Frodo: el Frasco de Galadriel. "Y tú, Portador del Anillo. Para ti he preparado esto. En esta ampolla se refleja la luz de la estrella de Eärendil", citó Tolkien en la novela, mientras que en las películas oímos lo siguiente: "te entrego la luz de Eärendil, nuestra más preciada estrella".
Imagen de El Retorno del Rey
Gracias a ella, Frodo pudo sobrevivir en la guarida de Ella Laraña cuando exclamó en quenya "¡Aiya Eärendil elenion ancalima!" ( "¡Salve Eärendil, la más brillante de las estrellas!"), ganando tiempo para huir de Shelob, aunque lo pierde en su huida.
¿Quién fue Eärendil?
Eso sí, cabe destacar que la Luz de Eärendil del frasco de la elfa no es en sí el propio Eärendil, sino la luz que refleja la estrella que lleva su barco en Espejo de Galadriel, una palangana llena de agua. Este haz de luz es el que brilla en el horizonte, tanto en la mañana como en la tarde, y consiste en el barco de los Valar (Vingilot) y conducido por Eärendil, padre de Elrond y portador del Silmaril de Beren y Lucien. Éste, medio elfo nacido en Gondolin, vivió la caída de la ciudad de niño, pero sobrevivió para refugiarse en la ciudad portuaria de Arvernien, donde conoció a su esposa, Elwing.
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Antes de dar por concluida la Primera Edad, con Morgoth asolando la Tierra Media, este medio-elfo, importantísimo en el Legendarium, recorrió los mares con el Silmaril en la frente para pedir ayuda a los Valar, los creados por Ilúvatar (el creador y Dios único y absoluto del Universo), ayuda ante el apocalipsis de su pueblo. Si bien los Valar le castigaron, tanto a él como a Elwing, pareja de Eärendil, no volver a la tierra de los hombres, éste último consiguió la ayuda de los Valar y participó en la Guerra de la Cólera, el acontecimiento que puso fin a la Primera Edad del Sol y la caída de Morgoth.
En este contexto, con Eärendil capitaneando el Vingilot de vuelta a la Tierra Media, toca poner el ojo en Ancalagon. Los Grandes Gusanos, o Dragones, son generalmente de carácter malvado en el Legendarium del británico. Creados por Morgoth como herramientas de guerra, Ancalagon era el que más destacaba. Éste, apodado "El Negro", no solo es considerado dentro de la fantasía del británico como más grande y poderosos que Smaug o Glaurung, sino que es uno de los mayores reptiles alados de la fantasía en su conjunto.
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Si bien es cierto que es difícil de precisar, ya que Tolkien citó en El Silmarillion que el tamaño de Ancalagon "era capaz de ocultar completamente la luz del Sol" y que en gran parte de sus escritos deja de lado las descripciones exactas de, por ejemplo, las torres Thangorodrim que derribó al morir, hablamos de un auténtico monstruo. Si echamos un vistazo general a la ficción, nada de lo visto o leído en Canción de Hielo y Fuego se le acerca, aunque hay mundos de fantasía como el de Diablo, que abogan por las medidas "cósmicas" para diferentes seres. Aquí entraría Tathamet, cósmicamente grande, o el mismísimo Super Shenron de Dragon Ball.
Sin embargo, no podemos negar que sigue siendo el dragón más grande de los mitos del británico. Motivo por el cual, capitaneó el ejército de dragones del, llamado comúnmente y a efectos prácticos, "maestro" de Sauron en la Guerra de la Cólera, un acontecimiento masivo que duró 42 años con millones de muertos y en el que participaron los Maiar, Vanyar, dragones y hasta Balrogs. Eso sí, su tamaño no le impidió caer frente a Eärendil, que volaba en el Vingilot, y que estaba acompañado de las Águilas de Manwë. Con su muerte, el medio elfo no se marcó de las "Tierras Imperecederas", pero su historia perduró hasta en nuestra realidad.
Una estrella real en nuestro cielo
El impacto de Tolkien en el mundo real no solo se limita a una licencia mil millonaria, sino también a algo tangible: una estrella real. En 2022, el telescopio Hubble nos dio una sorpresa tremebunda, no solo para la comunidad científica sino para el conjunto de la humanidad: había descubierto la estrella más lejana jamás observada. A 12.9000 millones de años luz de la Tierra, que se dice pronto, se erige una estrella supergigante azul con 50 veces la masa de nuestro sol y millones de veces más brillante.
Imagen del telescopio James Webb
El descubrimiento fue tal que, referenciando al imaginario del británico, la NASA y la ESA decidió ponerle el nombre de Earendel en honor al poema "El viaje de Eärendel, la estrella vespertina", escrito en 1914 por John R. R. Tolkien. Un nombre que no fue casualidad o una invención de un amante de la obra del británico, y es que en inglés antiguo —que sirvió de inspiración al autor, junto al latín, el gaélico o el finés, para edificar la lengua fantástica quenya— significa "estrella de la mañana", y eso es lo que es esta estrella: un astro que se remonta a los orígenes, en este caso del universo.
Según los astrónomos, su luz es como ver el pasado, pues en 2022 vimos un haz de luz que se emitió hace 12,9 mil millones de años, "solo" 900 millones de años después del Big Bang. De hecho, quizá permanezca durante décadas como el astro más lejano que hayamos observado y es que no solo es difícil ver Earendel desde la Tierra, pues necesita alinearse con un de cúmulo de galaxias frente a ella para que éstas hagan de lente, sino que el universo se ha expandido desde que se emitió esta luz, y Eärendel se encuentra ahora a 28 mil millones de años luz de nosotros. Ahora es tarea del James Webb, el sucesor del Hubble, encontrar una estrella más lejana y quien sabe, lo mismo acabe llamándose Elwing.
Imagen destacada | Anato Finnstark
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