Son muchos los desarrolladores que se han decantado por animar sus videojuegos introduciendo 'huevos de pascua' o easter eggs de todo tipo. Con el paso de los años, la comunidad se ha topado con guiños a otros títulos, referencias a la cultura pop y sorpresas varias que, si bien no tienen relación con la experiencia en la que se encuentran, logran destacar por lo inusual de su existencia. Sin embargo, esta tendencia no se limita únicamente al mundo de las aventuras digitales; los diseñadores de consolas también se han unido a esta particular fiesta con sus propias ideas. Y la primera Xbox lo demuestra con un par de detalles extra que nadie se esperaba.
Una consola que reproducía transmisiones del espacio
Antes de que las videoconsolas implementaran novedades tales como apps de streaming, navegadores de Internet y programas varios, su pantalla principal no incluía más que un puñado de opciones con las que trastear antes de ejecutar un videojuego. La Xbox original no estaba exenta de esta particularidad; su menú inicial era sencillo e invitaba a saltar directamente al título que habíamos introducido previamente en formato CD. Pero lo particular de esta consola era que, si estabas en el 'escritorio' y daba la casualidad de que dejabas de interactuar con el mando durante un buen rato, empezabas a escuchar sonidos que parecían provenir del mismísimo espacio.
"Cuando estabas inactivo en el menú de la Xbox original, los sonidos que se escuchaban de fondo realmente eran transmisiones de dominio público de la NASA" (Larry Hryb).
El usuario Aaron Murray lo recuerda en un hilo de X que recopila algunos de los easter eggs e ideas más espeluznantes relacionadas con videojuegos. Tal y como se escucha en el vídeo adjunto al post, el sistema reproducía por sorpresa una serie de sonidos incomprensibles que bien podrían atribuirse a una conversación entre alienígenas. De hecho, se sabe que varios jugadores se asustaron en plena madrugada por dormirse con la consola encendida, pues ésta empezaba a reproducir ruidos inexplicables sin motivo aparente.
Este particular comportamiento por parte de la primera Xbox no se explicó hasta años más tarde. Concretamente, fue Larry 'Major Nelson' Hryb, exdirector de programación de Xbox Live, quien hizo saltar la liebre desvelando la naturaleza de este curioso huevo de pascua. En un par de publicaciones de Twitter (ahora X), el profesional escribió que "cuando estabas inactivo en el menú de la Xbox original, los sonidos que se escuchaban de fondo realmente eran transmisiones de dominio público de la NASA de los días de Apollo que ajustamos para que hicieran ese sonido". Y con eso se puso punto y final a un misterio que pilló por sorpresa a un buen puñado de usuarios.
Créditos que se desbloquean con un 'easter egg'
Pero este no era el único secreto de la primera Xbox, pues sus diseñadores también quisieron dejar su huella en el sistema introduciendo un easter egg adicional que servía para desbloquear los créditos. Para ver la lista completa de todas las personas que habían participado en la creación del sistema, el usuario debía ir hasta el menú de música, seleccionar todos los temas de un CD, renombrar la lista de reproducción y poner el término '<<Eggs βox>>', incluyendo los símbolos de 'menor/mayor que' y la letra del abecedario griego.
Esto daba pie a la aparición de un mensaje: "Gracias a todos los desarrolladores de videojuegos que diseñan juegos de Xbox increíbles, y a los jugadores que los juegan". El comunicado venía seguido de todos los nombres de los que habían trabajado en la Xbox original y un extra para los seres queridos de los empleados de Microsoft: "Y gracias a nuestras familias, que han tolerado las largas horas de trabajo mientras Xbox estaba siendo creada".
En resumidas cuentas, los easter eggs no se esconden únicamente en los videojuegos; los sistemas también pueden contener alguna sorpresa agradable. En este caso, Xbox despuntó no sólo como una consola capaz de hacerse un hueco en la ya entonces competitiva industria, sino que también se reservó algunos guiños para su comunidad. Y sí, los menús de las consolas son extremadamente distintos a día de hoy, pero sus diseñadores siguen sacándonos una sonrisa (o asustándonos con sonidos inesperados) tal y como se hacía hace más de 20 años.
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