De este MMO solo quedan imágenes: desapareció de un día para otro sin previo aviso porque un desarrollador lo borró por despiste

¿Alguna vez has dicho, "¡Leches! Qué mala suerte tengo en esta vida!"? Solemos pensar en la magnificencia del universo como un ente que, casualmente, nos señala a nosotros y nos hace atraer la mala suerte. Sea verdad, sea mentira, quizá lo de Sankando sí que sea mala suerte de manual. De esa ajena a nuestro conocimiento. Y es que además de sufrir problemas en el japonés M2, su MMO, borraron todos los archivos del juego y no pudieron jamás volver a ponerlo online.

Puede que a muchos no os suene este juego. No es solo que no saliera de Japón, sino que ha llovido mucho desde que vio su lanzamiento. El juego aterrizó en el "país del sol naciente" en 2011 para el portal de videojuegos Hangame. Este sitio web, aún vivo, aloja experiencias independientes con un fuerte componente social. En este caso, M2 fue algo que podríamos comparar con un Habbo Hotel, pero en Japón y algo más chibi y con mechas.

El problema vino cuando el juego sufrió de ciertos errores que obligaron a un cierre momentáneo para su mantenimiento. No es nada que no hayamos visto incluso en los proyectos más masivos de la industria. De hecho, los errores giraban en torno a problemas de conexión y elementos online, nada del otro mundo. Aun así, ya fuera por su construcción, inexperiencia del estudio o porque no era un "pequeño problema" al fin y al cabo, el estudio no supo qué hacer.

El medio Engadget recogió en aquel entonces que el error mutó y afectó al servidor del juego. Las tareas del estudio se amontonaban mientras trataban de restaurar los servicios online hasta que un 21 de octubre de 2011, nunca se supo más de él. Nadie había hecho una copia de seguridad previa al error, por lo que el juego base se perdió para siempre.

Alguien borró todos los datos anteriores para dejar la versión más actualizada del MMO, aquella que, incomprensiblemente, acabó corrompiéndose hasta que no pudieron salvarla. El juego desapareció y nunca se pudo volver a restaurar. Claro está, esta coyuntura llevó a los nipones a tomar una decisión. Qué iban a hacer, ¿empezar de 0 con el mismo juego o asumir su derrota ante una mala suerte casi universal y anunciar su adiós definitivo?

Ya fuera porque no pudieron reiniciarlo o por el enorme costo que suponía edificar otra vez el mismo juego. Sankando asumió la culpa y anunció reembolsos a los jugadores afectados. Este borrado accidental de la versión estable del juego impedía siquiera que aquellos que invirtieron dinero en el juego —al parecer, incluía ciertos elementos gacha con microtransacciones— no vieron una mínima parte de lo que habían "perdido". Dices tú de mala suerte.

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