Los fanáticos del calabacín le harán la ola a esta receta al probarla por primera vez, una preparación tan fácil, rápida y riquísima que parece mentira que además sea saludable. El secreto está en lograr un exterior crujiente y dorado con el interior jugoso y sabroso, sin que absorba mucha grasa ni quede correoso.
La freidora de aire es nuestra mejor amiga para estas preparaciones, que nos ahorra la fritura tradicional tan aparatosa y que tan poco apetece cuando ya aprieta el calor. En unos 10 minutos este bocado estará listo y solo puedes tardar algo más si no eres muy diestro con el cuchillo.
Como snack, aperitivo, guarnición o un menú de picoteo, perfecto para la cena, el calabacín rebozado crujiente puede convencer incluso a los que repudian a esta hortaliza, sobre todo si se acompaña de salsa de tomate casera o algún otro aderezo fresco, como una salsa de yogur, o también algo más picante como el mojó picón canario.
Te recomendamos usar calabacines de tamaño no mastodóntico, que sean de calibre más pequeño como 'los de antes', más manejables y más sabrosos. Prepara los platos hondos con cada ingrediente del rebozado y trabaja del tirón como en una cadena de montaje: pan rallado mezclado con queso, harina y huevo batido. Además puedes darle tu toque agregando al rebozado unas hierbas provenzales, ajo en polvo o cebolla, orégano, pimienta, etc.
La freidora de aire los deja crujientes y dorados sin apenas grasa, aunque también puedes hacerlos al horno o, si lo prefieres, con fritura de toda la vida.
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