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Muniain se compromete con San Lorenzo y la leyenda de Lángara: «A los vascos nos quedan historias pendientes. Pero de eso me encargo yo»

Muniain se compromete con San Lorenzo y la leyenda de Lángara: «A los vascos nos quedan historias pendientes. Pero de eso me encargo yo»

El excapitán rojiblanco vestirá el 10 en el equipo argentino

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Sábado, 7 de septiembre 2024, 00:17

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Iker Muniain ya es jugador del San Lorenzo de Almagro. El excapitán del Athletic pasaba antes por las oficinas del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, para rubricar los flecos que de un contrato que le hace azulgrana hasta diciembre de 2025 con una cláusula de salida que puede activarse cada seis meses. Las temporadas en Sudamérica comprenden años naturales a diferencia de Europa. Es decir, que Muniain recalará en un equipo con la liga empezada. Marcha en el puesto 23 de 28.

Este viernes ha firmado el contrato que le liga al club argentino y se ha presentado a la afición con un vídeo en el que relaciona su llegada a la leyenda del goleador pasaitarra Isidro Lángara, tres veces ganador del Pîchici en los años 30, que desembarcó en el 'Ciclón' tras la guerra civil y marcó más de 100 goles en la liga argentina.

Detenido en el 37 por las fuerzas golpistas, acusado de haber participado en las revueltas mineras de Asturias, quedó finalmente en libertad y se unió a la la gira mundial de la selección de Euzkadi. En 1939, optó por buscar equipo en América y se quedó en San Lorenzo.

'Vasco' como le rebautizaron en Argentina es uno de los goleadores más impresionantes de la historia. 508 tantos oficiales en 18 años de una carrera que desarrolló en tres países (España, Argentina y México) y siendo máximo artillero de las tres ligas. Con la selección española, 17 dianas en 12 partidos.

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«'Vasco', llevo poco tiempo aquí, en Argentina, pero te cuento que me hablaron de ti. Me dijeron que viniste huyendo de la guerra, que dejaste a tu familia, que estabas solo, que no te conocía nadie. Me contaron que al bajar del avión te dijeron: «dale que entras». Y en tu debut metiste cuatro goles. Escuche que te aplaudían hombres de traje y corbata, que hacías crujir los tablones y que ibas a meter 110 goles en total. Así empezaste a construir tu leyenda. Sé que Boedo fue tierra de vascos y de sus tambos, hace ya mucho tiempo. Y que Boedo siempre será tu hogar. El tiempo pasó. Ya no estás solo. No huís de nada. No eres desconocido. Ahora descansas en la historia del Ciclón. Y entendí por ahí que a los vascos nos quedan historias pendientes. Pero de eso me encargo yo», promete tras vestirse la elástica -con el 10, claro- por primera vez.

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