Álvaro, hijo mayor de Joaquín Torres, se convierte en 'coach' motivacional: su gran reto y el apoyo del arquitecto
El marido de Raúl Prieto presume del nuevo proyecto que ha emprendido su primogénito y que comparte a través de su perfil de Instagram.
17 mayo, 2024 01:45El 19 de mayo de 2023, Joaquín Torres (53 años) y Raúl Prieto (48) protagonizaron una de las bodas del año. Para el arquitecto se trataba de su segundo enlace, pues años atrás estuvo casado con la pintora Mercedes Rodríguez Parra, con quien tuvo dos hijos, Álvaro (17) y Manuel (14).
Atesorando una madurez que podría parecer impropia de su edad, el hijo mayor de Joaquín Torres fue uno de los protagonistas involuntarios de la boda. Álvaro pronunció un emotivo discurso que no hizo más que confirmar el apoyo y la admiración que siente por su progenitor. "Para mí, este matrimonio no significa solamente el compromiso entre dos personas, sino que es la prueba de que el amor lo puede todo", expresó entonces.
Hoy, Álvaro vuelve a hacer alarde de su madurez, pero en un contexto distinto y por una situación que nada tiene que ver con la relación de su padre. Lo hace en sus redes sociales y con la intención de "empujar a las personas a tener buenos hábitos". Así lo explica en uno de sus post motivacionales, en los que le recibe el apoyo de su progenitor. "Qué orgulloso estoy de ti", escribía el arquitecto en aquella publicación.
Álvaro se encuentra en una especie de reto que también le permite motivar a sus seguidores. Él mismo confiesa que dejó de salir, de beber y de fumar. Ahora es más consciente de su salud y sus prácticas. Ha cambiado los malos hábitos por una rutina tranquila y sana, en la que prioriza el ejercicio, la lectura y la preparación profesional por encima de otras actividades.
Fue el 11 de diciembre de 2023 cuando compartió su primera publicación motivacional y desde entonces ya cuenta con 109 post. En los últimos se muestra mucho más cercano, hablando directamente a cámara y relatando su experiencia. A día de hoy, con más de 1.500 followers, da la imagen de coach.
"Hola, me llamo Álvaro y a mis 17 años, teniendo una vida privilegiada, he conseguido que me detengan por conducir bajo las influencias, tener servicios sociales dos meses, estar durante un año findes y findes borracho y ser el niño suspenso desde los siete años", comienza el hijo de Joaquín Torres en su más reciente publicación, de la que también se hizo eco su progenitor. "Orgullo de padre. Por favor, seguidle y ayudar a difundir", expresó en sus stories el arquitecto, quien se ha convertido en el principal altavoz de su primogénito.
De Joaquín Torres, además, son habituales sus mensajes de cariño. "Yo te ayudo, hijo mío", le comentó en este mismo post en el que Álvaro también hablaba de su entorno. "Con la suerte de tener una familia que me puede brindar una vida perfecta, yo me empeñé en joderme la vida. Pero llega un día que te jode tanto ser quién eres que decides empezar a cuidar de ti", relataba el joven.
"Tengo la mejor pareja del mundo. Creo que tengo a mis familiares contentos. No bebo, no fumo, tengo buenas notas para poder escoger la universidad a la que quiero ir y llevo cinco meses trabajando en mi agencia", comenta, orgulloso.
A día de hoy, Álvaro está inmerso en un reto que se titula 75 hard que, según él mismo explicó en un vídeo, se basa en "75 días donde te vas a enfocar en ti y vas a trabajar. Cero fiestas, cero alcohol, acostarse temprano, cuidar la dieta, leer 10 páginas todos los días y hacer dos veces al día ejercicio. Uno tiene que ser fuera", comentaba el joven en un breve clip en el que volvía a recibir el apoyo y cariño de su padre. "Me fascinas", escribía Joaquín Torres en esta publicación en la que su hijo ponía el foco en la "disciplina".
En este periodo, quienes quieran sumarse al reto de Álvaro, deberán enfocarse en "crecer" en cualquier ámbito: negocio, trabajo o salud. Para él se trata de su tercer intento y, aunque "no es fácil", aseguraba que "merece la pena".
Esta nueva actitud y forma de ver la vida está siendo una nueva lección de madurez. Como aquella que dio hace casi un año, cuando puso la felicidad de su padre por encima de todo y todos.