Ciclismo
Campeonato del mundo de contrarreloj: Evenepoel se exhibe a dos semanas de la Vuelta
El ciclista belga consigue el jersey arcoíris con 12 segundos de ventaja sobre el italiano Filippo Ganna en Glasgow.
Van der Poel destroza el Mundial de ruta.
Sergi López-Egea
Sergi López-EgeaPeriodista
Periodista especializado en ciclismo desde 1990. He seguido regularmente el Tour como enviado especial desde 1991 al igual que la Vuelta, varias ediciones del Giro, la Volta y Mundiales de la especialidad. Autor de los libros 'Locos por el Tour' (con Carlos Arribas y Gabriel Pernau, RBA), 'Cumbres de leyenda' (con Carlos Arribas, RBA y reedición en Cultura Ciclista), 'Cuentos del Tour', 'Cuentos del pelotón', 'Cuentos del equipo Cofidis' y 'El Tourmalet', todos ellos de Cultura Ciclista.
Remco Evenepoel casi nunca falla. Y menos cuando se siente a gusto encima de la bici, cuando cree que es el mejor contrarrelojista del mundo y ve que la Vuelta, donde lucirá el dorsal número uno como vencedor de 2022, ya se toca con la punta de los dedos -empieza el 26 de agosto en Barcelona-. El talento belga se reivindicó a sí mismo y ante los ojos del escenario ciclista al imponerse en la prueba de contrarreloj de los campeonatos del mundo de Glasglow.
La carrera se convirtió en un duelo entre Evenepoel (oro) y Filippo Ganna (plata). Desde que ambos tomaron la salida ya quedó claro que el jersey arcoíris estaría por la noche en el armario de la habitación de uno de los dos corredores. Y eso que la prueba sirvió como presentación de un nuevo valor de las contrarrelojes, el joven corredor británico Joshua Tarling, que se colgó la medalla de bronce, con sólo 19 años, pero ya con una buena hoja de servicios en carreras de la especialidad y también en los velódromos.
Evenepoel, sin embargo, disparado desde la primera pedalada, nervioso, pero que haga lo que le dé la gana, quiso convertirse por primera vez en su carrera deportiva en campeón del mundo de contrarreloj, después de que lo fuera en ruta el año pasado y tras una actuación, el pasado domingo, en la exhibición de Mathieu van der Poel, un poco alocada, hasta quedarse, o sin fuerza, o desentendiéndose de la carrera; él sabrá, los genios son así.
Estrellas dobladas
Ganna, por su parte, llegó al Mundial de contrarreloj en un año discreto en la carretera, pero eficaz en el velódromo de Glasgow, y con la necesidad de convertirse en campeón del mundo por tercera vez en su carrera. Tenía un trazado de 47,8 kilómetros, larguísimo por los que se dibujan estos últimos tiempos, que se le adaptaba perfecto, excepto la subida final. Y hasta se permitió el lujo de doblar a Tadej Pogacar lo que se podía haber evitado -no fue una buena imagen para la carrera- habiendo intercalado más tiempo entre las figuras de la prueba; cosas de la Unión Ciclista Internacional (UCI).
En una situación similar, Evenepoel pasó por encima de Geraint Thomas (otro ciclista que se prepara para la Vuelta). Corrió siempre regulando la diferencia con Ganna, que se mantuvo, segundo arriba o abajo, en los 12 con los que conquistó el Mundial de Glasgow. Afrontó el trazado sin excesivos problemas y hasta se permitió pedir calma al coche de apoyo de Bélgica, como queriendo demostrar que lo tenía todo controlado y que no era necesario forzar más de la cuenta para lograr su segundo título mundial de ciclismo.
Y ahora la Vuelta
Ahora ya sólo queda la puesta a punto final para la Vuelta, donde Evenepoel se medirá a ciclistas que no han participado en el Mundial, como Primoz Roglic y Jonas Vingegaard, en el Jumbo y como compañeros, el mallorquín Enric Mas y las dificultades de tres semanas de carrera donde sólo hay una contrarreloj individual -25,8 kilómetros en la ciudad de Valladolid- para que pueda lucir el jersey arcoíris de campeón del mundo de la especialidad.
(El único ciclista español que participó en la carrera fue Xabier Azparren, 40º a 5.07 minutos de Evenepoel).