Crónica

La llama del pop catalán, más que viva en el décimo aniversario del renacido Canet Rock

El festival celebra los 10 años tras su renacimiento en 2014 con una exhibición de fuerza y orgullo marcado por la invención de La Banda CanetRock, combinado nostálgico de artistas de todas sus épocas que demostró el valor de su historia

Los miembros de La Banda CanetRock, juntos al final de la actuación

Los miembros de La Banda CanetRock, juntos al final de la actuación / JORDI PUJOLAR / ACN

Ignasi Fortuny

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Llama nacida con condición casi clandestina, poco menos que a escondidas, cuando aún vivía un funesto inaugurador de pantanos, la del Canet Rock sigue ardiendo desde esos días grises, aunque durante unos años estuviera guardada, titubeante. El festival, heredero de les Sis Hores de Cançó de Canet de Mar (el primero, en 1971), ha celebrado este sábado su décima edición desde que renaciera en 2014 de esas brasas que conservaban suficiente poder para levantarse de nuevo, como quedó más que demostrado este año, pues otra vez logró reunir sin problemas a 25.000 personas, jóvenes o muy jóvenes (entradas agotadas cuatro meses antes).

Y, en ese terreno con estatus de lugar sacro para la música popular catalana, el Pla d'en Sala, no pierde el Canet Rock, aunque pasen los años, su carácter de espacio de libertad, de reivindicación de derechos: primero fue incluso el mero hecho de existir, ahora, por ejemplo, la voluntad de defender algo tan básico como que cada uno ame como quiera con multitud de banderas arcoíris -que se sumaron a la multitud de 'estelades'-. Pero, sobre todo, el Canet Rock es una celebración de la música catalana, una verbena que se ha convertido esta noche más que cualquier otra en una demostración de fuerza, en una exhibición de orgullo y de historia.

Lluís Llach, con la camisetadel Onze de Setembre, en el Canet Rock durante la actuación de La Banda CanetRock

Lluís Llach, con la camisetadel Onze de Setembre, en el Canet Rock durante la actuación de La Banda CanetRock / JORDI PUJOLAR / ACN

Los organizadores han reunido para la ocasión a multitud de artistas en la que han llamado La Banda CanetRock, que con la noche ya mandando, han ofrecido un estupendo combinado de nostalgia. "Canciones que nos han tocado la patata a todas las generaciones", ha resumido Guillem Solé, cantante de Buhos. Una unión de caras nuevas con nombres que han marcado la historia del festival y, sobre todo, sus canciones. La bienvenida, el perfecto saludo, fue con 'Qualsevol nit pot sortir el sol', galáctico abrazo de Jaume Sisa interpretado por Ginestà, Suu y el mencionado Solé. Y los invitados fueron pasando, con la noche cogiendo tintes de 'greatest hits' de discoteca de fiesta mayor con una retahíla de clásicos como 'L'Empordà', de Sopa de Cabra (a cargo de Solé y Pau Lobo), 'Bon dia', de Els Pets, con Lluís Gavaldà mezclando con los Figa Flawas. Destacable el combinado Companyia Elèctrica Dharma, presentes en la primera edición del Canet Rock, con 31FAM ('La gent vol viure en pau', de los primeros, o 'La flama', de Obrint Pas), y también un 'Corren' que juntó a Gossos con Pemi Fortuny (Lax'n'Busto).

El recuerdo a Pau Donés

La lágrima llegó con 'La Flaca' y unas imágenes proyectadas en las pantallas de Pau Donés actuando en el festival. Sonó su voz en los primeros versos, recogidos por Suu y Pau Lobo después. Pero a base de botes se secó las lágrimas el público, en un final apoteósico con 'Tobogan', de Zoo pero con las voces de Lildami y La Fúmiga, o con 'Volcans', de Buhos, con el público ya convertido en un actor imprescindible de la fiesta y de la historia del festival, que empieza a trazar árboles genealógicos de tres generaciones. Y el carácter especial del asunto se hizo notar aún más con la aparición del retiradísimo Lluís Llach que, desde el piano, recitó 'El tonteo', de Mushkaa y The Tyets, encargados de poner banda sonora a la salida del sol para cerrar las 12 horas de música en el Pla d'en Sala. Remató la banda colectiva, con todos los músicos en el escenario, con el deseo de un camino largo para la música catalana a partir de los versos 'Que tinguem sort'.

La certeza Julieta

Esa numerosa e histórica banda había recogido el testigo de un rockero Josep Maria Mainat, con un breve repertorio de canciones con chispa y mensaje ("camises al vent per un país que vol ser independent; camises al vol per un país que vol deixar de ser espanyol"), y de Julieta, la gran esperanza pop que es ya certeza. La barcelonesa repasó durante casi una hora el fantástico '5AM', disco que se presta a una puesta en escena como la que ofrece ella, con batería marcando el ritmo, 'dj' tirando pistas y dibujando una atmosfera electrónica, con un nutrido cuerpo de bailarines y una tarima que le permite jugar a ser una brillante diva, como esas relucientes bolas de espejos discotequeras.

Concierto de Ginestà en el Canet Rock 24, este sábado 6 de julio

Concierto de Ginestà en el Canet Rock 24, este sábado 6 de julio / JORDI PUJOLAR / ACN

También antes actuaron los baleares O-Erra y los mencionados barceloneses Ginestà, encargados de avivar el fuego a primera hora de una nueva edición del Canet Rock a base de sus intensas y enamoradizas piezas.

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