Opinión | PSOE y PSC
Joan López Alegre

Joan López Alegre

Periodista y exdiputado en el Parlament

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Entre el cuñado cenizo y el yerno perfecto

Illa y Sánchez tienen dos modelos de liderazgo en las antípodas uno del otro. El de Illa quizás requiera más esfuerzos y sea menos efectista, pero a la larga la estabilidad y la calma tienen más premio que la bronca

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Salvador Illa y Pedro Sánchez

Salvador Illa y Pedro Sánchez

Hoy se celebraron, simultáneamente, una comparecencia del presidente del gobierno en el Congreso y el debate de política general en el Parlament. La coincidencia permite comparar a Pedro Sánchez y a Salvador Illa, con dos estilos y estrategias diametralmente opuestas.

En la Carrera de San Jerónimo Sánchez empezó la legislatura anunciando “el levantamiento de un muro” tras lo cual ha seguido un primer año de crispación y fango. Entre tanto, en la Ciutadella, Salvador Illa, desde agosto, llama a la normalidad institucional y el respeto.

Mientras la portavoz del PSOE califica a Feijóo de “cuñado cenizo”, el líder del PP catalán define a Illa como “yerno perfecto”. Sánchez e Illa tienen una cosa en común, ambos han sabido leer los deseos de la sociedad. El primero intuyó que había una mayoría que no quería a Vox en el Gobierno y el segundo ha hecho suya la voluntad de muchos catalanes cansados de 'procesismo'. Las coincidencias terminan aquí. 

Illa ganó las elecciones y Sánchez no. Es posible que Sánchez sobreactúe para satisfacer a sus insaciables socios, mientras el presidente de la Generalitat esquiva las embestidas y con un susurro a media luz invita a todos al sosiego. Salvador Illa quizás no lo sabe, pero en realidad es un democristiano con una leve fragancia de izquierdas. ¡Incluso Duran Lleida le alaba! ¿Ha vuelto el oasis catalán?

El problema para Sánchez es que, al principio, sus formas crispantes fueron forzadas, pero ahora parece estar cómodo en ese papel mientras nadie imagina a Illa riéndose sarcásticamente, desde el atril, de un portavoz de la oposición como sí hemos visto hacer al presidente.

Albert Batet, de Junts, ha afeado a Illa su intención de hacer un 'tour' persuasivo por todas las comunidades autónomas para convencerlas de las ventajas de la reforma de la financiación mientras La Moncloa, en otra galaxia, amenaza con cortar los recursos a las autonomías en manos del PP si no se pliegan a sus designios. 

Illa y Sánchez tienen dos modelos de liderazgo en las antípodas uno del otro. El de Illa quizás requiera más esfuerzos y sea menos efectista que el de Sánchez, pero a la larga la estabilidad y la calma tienen más premio que la bronca.

Lo que sí es seguro es que liderazgos fuertes con modelos enfrentados acaban provocando un choque entre ellos. La pregunta es: ¿qué pasará cuando el ruido y el fango que necesita Sánchez para mantenerse en el poder sea un obstáculo para Illa?  

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