Ronda con los expresidents
Illa se reúne con Aragonès, el antecesor que diseñó la financiación singular
Aragonès regresa a la universidad para acabar la tesis doctoral
ERC urge a Illa a reunirse por la nueva financiación y Junts acudirá a la negociación de presupuestos
El Govern definirá la financiación singular de Catalunya antes de julio de 2025
Sara González
Sara GonzálezPeriodista
Periodista especializada en Política. Autora de 'Per raó d'Estat' (Ara Llibres), 'Cas Mercuri. La galàxia Bustos' (Saldonar) y 'El part dels comuns. Relat del naixement de Catalunya en Comú' (Saldonar)
Con las cajas aún a medio deshacer en su nueva oficina en el Pabellón Norte del Palacio de Pedralbes y en proceso de acostumbrarse a una nueva etapa fuera del Govern, el expresident Pere Aragonès regresará este martes al Palau de la Generalitat. La última vez que públicamente se dejó fotografiar allí fue el 9 de agosto, el día después de la investidura de Salvador Illa, cuando ambos dirigentes escenificaron un traspaso que el actual president siempre ha alabado y definido como "ejemplar". El nuevo jefe del Executiu no solo heredó el cargo, sino también un legado fruto del pacto con ERC y un proyecto que acuñó su sucesor y que ahora se ha convertido en troncal para la legislatura con los socialistas al mando: la financiación singular.
La reunión de Illa con Aragonès este martes en el Palau cierra la ronda de contactos con los expresidents que el actual jefe de la Generalitat puso en marcha con el objetivo de conocer la labor que realizan sus predecesores desde sus respectivas oficinas. Por su despacho han circulado, en este orden, José Montilla, Jordi Pujol, Artur Mas, Quim Torra y Aragonès, reuniones que el president enmarca dentro de su agenda para reforzar la institucionalidad. Fuera de la citación ha quedado Carles Puigdemont, pese al enojo de Junts, bajo el argumento de que de la ronda participan los expresidents que no están en la primera línea de la política.
Girando las tornas
No deja de ser paradójico que, tras una legislatura en la que como jefe de la oposición Illa trató de influir en la agenda gubernamental de Aragonès, ahora sea ERC quien ha logrado que uno de sus buque insignia, la financiación singular que abanderó en solitario desde el Govern, se haya integrado de pleno en la agenda socialista. Hasta el punto de ser defendida no solo por Illa, sino también por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Que la hacienda catalana recaude y gestione todos los impuestos marcará, según los republicanos, "un antes y un después" para Catalunya. "Esto va a pasar", insiste el president ante la incredulidad de partidos como Junts y el rechazo explícito del PP y de algunos barones del PSOE.
Ambos dirigentes estrecharon vínculos movidos por la necesidad en la pasada legislatura. Aragonès alcanzó la presidencia en 2021, mismo año en que Illa inició su etapa como jefe de la oposición tras un año como ministro de Sanidad al frente de la pandemia. Tras la salida de Junts del Govern en otoño de 2022, ERC tuvo que buscar nuevos apoyos para aprobar los presupuestos y logró atarlos con el PSC y los Comuns en 2023, al tiempo que los republicanos garantizaban también la estabilidad a Pedro Sánchez en el Congreso.
Aragonès intentó repetir la operación a principios de este año, pero fracasó por el 'no' de los Comuns pese a que sí alcanzó un acuerdo con Illa. Fue entonces cuando se precipitó un adelanto electoral que giró las tornas: ahora es el PSC quien gobierna en la Generalitat mientras ERC, que apoyó la investidura de los socialistas a cambio de la financiación singular, está en la oposición y en pleno proceso congresual para redefinir sus liderazgos. Ahora, es Illa quien los considera tanto a ellos como a los Comuns sus "socios prioritarios" mientras Aragonès, que puede considerarse el último president del 'procés' antes de que el independentismo perdiera la mayoría, se acomoda ya fuera de la Generalitat.
Una relación de confianza
Illa y Aragonès han cosechado una relación de confianza pese a los recelos políticos que manifestaron públicamente entre sus respectivos proyectos políticos durante esos tres años en bancada enfrentadas en el Parlament. No deja de ser significativo que, tras una legislatura en la que el PSC criticó duramente la gestión de ERC en carpetas como la sequía o la educación, Illa haya verbalizado que hace suya esa herencia y asumido que "el país está hoy mejor" tras el paso de Aragonès por la Generalitat. No solo la financiación singular forma ahora parte de su proyecto y es la clave de la estabilidad de la legislatura, sino también asuntos como el plan para proteger el catalán -con un conseller que proviene del 'sottogoverno' de los republicanos, y regulaciones que antes no apoyó, como la de los alquileres de temporada.
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