Así se limpia la costa de Tarragona después de los Focs Artificials

Tarragona vive estos días inmersa en la celebración de la 32ª edición del Concurso de Focs Artificials Ciutat de Tarragona, que trae a la ciudad cuatro pirotecnias de España, Francia e Italia. Miles de personas disfrutan cada noche del espectáculo, entre el 3 y el 6 de julio, que ilumina el cielo de Tarragona y que, también, deja una gran cantidad de residuos en la punta del Miracle, el lugar del lanzamiento, así como en las aguas y en la playa. ¿Cómo se limpia todo esto?

Cada mañana a primera hora, un equipo de unas quince personas es el encargado de dejar la costa tarraconense en las mejores condiciones para la siguiente pirotecnia. La actuación se centra en la zona de la punta del Miracle desde donde se dispara la pirotecnia, pero no se limita allí: también limpian las rocas y las playas del Miracle y de la Arrabassada, que son las que más gente acogen durante las noches. Este equipo está formado por los servicios de limpieza del ayuntamiento y personal de jardinería de la Fundació Onada, que se encargan de hacer la primera limpieza de los desechos de la noche anterior.

A lo largo de las primeras horas de la mañana separan el material de pirotecnia gastado que ha quedado en la punta del Miracle (cartones, maderas, hilos, cables, plásticos), así como las bases de metal para los petardos, que son guardados para que los recoja la pirotecnia. Se apartan también las decenas de sacos de arena que se usan para estabilizar los lanzadores. Estos primeros días se han retirado unos 300 quilos de desechos de material pirotécnico cada mañana.

Repiten la acción en las rocas más próximas a la zona de lanzamiento, que durante el espectáculo resultan las más afectadas por los residuos, con especial atención a la vegetación protegida que habita las rocas costeras. Esto lo hacen ya en compañía de la siguiente empresa pirotécnica, que a partir de las ocho de la mañana empieza a ocupar posiciones para instalar su artillería.

En cuanto a la playa del Miracle, la que recibe más gente durante las noches de los Focs Artificials, cada mañana se realiza un barrido especial con el tractor, que después se traslada a la playa de la Arrabassada. Se aprovecha, de este modo, para recoger lo que hubiera quedado de la verbena de Sant Joan. A lo largo del passeig Marítim se instalan contenedores complementarios, que se llenan por la noche y que a primeras horas de la mañana quedan vacíos. Esta basura, sumada a los desechos pirotécnicos, asciende por lo menos a una tonelada diaria, que es lo que produce una noche del certamen.

Este dispositivo de unas quince personas se activa cada mañana des de el jueves 4 al domingo 7 de julio para que cuando los primeros bañistas aparezan la playa esté limpia. Pero se hace una segunda limpieza, mucho más a conciencia, la mañana del domingo, en la que participa también la Creu Roja y la Societat d'Exploracions Submarines (SES). Ese día, antes de dar a conocer el veredicto del jurado, varias parejas del SES se zambullen en el mar para recoger los residuos vertidos al mar durante los Focs Artificials y demás desechos de todo el año. Una última intervención de la brigada municipal, a principios de la semana siguiente, terminará con la gran mayoría de residuos en la punta del Miracle para dejarla limpia (o por lo menos, tan limpia como antes del Concurso de Focs Artificials).