Jason Statham debería haberse convertido en una de las mayores estrellas de Hollywood. Pocos actores, si es que había alguno, estaban tan capacitados como él para convertirse en el gran héroe de acción del cine norteamericano. Es cierto que su popularidad últimamente cotiza al alza tras su fichaje por la franquicia 'Fast & Furious', pero antes de eso hubo muchos años en los que a menudo daba la sensación de estar muy desaprovechado.
A esa etapa pertenece 'The Mechanic', puesta al día de 'Fríamente... sin motivos personales', cinta protagonizada por Charles Bronson en 1972, que se emite esta noche en Antena 3 a partir de las 22:45. No obstante, la película acaba siendo un ejemplo más de esa especie de subgénero dentro del cine de acción encabezado por Statham, y también uno de los más entretenidos.
Por encima de la media Statham
Statham da vida en 'The Mechanic' a un metódico asesino a sueldo cuya vida cambia cuando acoge (Ben Foster) al hijo de su mentor (Donald Sutherland), quien ansía vengar la muerte de su padre. Ahí se encuentra lo mejor de la función, ya que la amistad que surge entre ambos personajes ayuda a sacar la película de la monotonía en la que fácilmente podría haber caído.
Y es que más allá de eso encontramos un thriller funcional con el actor fetiche de Guy Ritchie demostrando sus habilidades para las escenas de acción, pero haciéndola de forma fría, casi distante. Eso es algo que aquí encaja mejor que en otros personajes similares suyos, pero sirve en todo momento para recordarnos que estamos viendo una película de Jason Statham.
Eso se traslada a la película a todos los niveles, primando la precisión e intentar ir en todo momento al meollo. De ahí que el metraje ni siquiera llegue a los 90 minutos, ya que se busca no dar respiro al espectador a través de un ritmo vibrante que sirva para mantenernos entretenidos.
Ahí sí que decepciona un poco el trabajo de puesta en escena de Simon West, quien sorprendió con una ejecución bastante limpia y clara de las secuencias de acción en 'Con Air (Convictos en el aire)', pero que aquí opta por cierta tendencia lo caótico y que la sobredosis de destrucción y cambios de plano sirvan para crear la ilusión de espectacularidad. Más atinado está en los momentos cuerpo a cuerpo como el combate entre Foster y uno de sus objetivos.
Por lo demás, lo que tenemos aquí es un thriller eficaz para exprimir ese carisma de Statham que ya ha quedado demostrado en infinidad de ocasiones que brilla más cuando tiene algunos matices cómicos -el resto de ocasiones tiende a quedar la sensación de que él mola mucho más que las películas que lidera-. De eso hay bien poco aquí, pero a cambio ofrece una curiosa exploración de la amistad masculina que dota de una energía diferente a la historia.
Tampoco es que se profundice mucho en ello, pero sí es más que suficiente para destacar por encima de otros vehículos pensados para el lucimiento de Statham. Y claro, también ayuda contar con Foster, un actor que merecía mejor carrera que la que ha tenido.
'The Mechanic' no tuvo precisamente una gran acogida por el público, ya que costó 40 millones de dólares y luego ingresó 76 durante su paso por los cines. Sin embargo, su buena acogida en el mercado doméstico llevó al estreno cinco años después de 'Mechanic: Resurrection', una floja secuela que gozó de un mayor éxito -costó lo mismo y recaudó 125 millones- que la cinta que ahora nos ocupa.
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