'Hit Man: asesino por accidente': el final de la imprevisible comedia explicado por Richard Linklater

'Hit Man: asesino por accidente': el final de la imprevisible comedia explicado por Richard Linklater

Al final, todo es una historia de amor, aunque haya que mancharse las manos de sangre

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Hitman 1

Por más que esté basada en una historia real, lo cierto es que 'Hit Man', llegada a un punto, se inventa absolutamente todo lo que le pasa a su protagonista, un Glen Powell que parece estar haciendo su videobook queriendo mostrar a Hollywood que es mucho más que el protagonista romántico de 'Cualquiera menos tú'. Y después llega su final, un giro tras giro que resulta tan increíble como, quizá, algo confuso si no has estado prestando atención. No te preocupes: el propio Richard Linklater te explica por qué decidió darte una sorpresa simplemente para divertirte y hacerte creer en el amor.

Ojo: Obviamente a partir de aquí hay spoilers de 'Hit Man', dado que vamos a contar el final. Si sigues leyendo, que sea bajo tu cuenta y riesgo

Y que le gusten los perros

Cuando empieza la película, Gary Johnson ayuda a la policía haciendo de asesino a sueldo falso para atrapar a futuros criminales. Pero claro, todo se trunca cuando deja marchar a una clienta, Maddy, que quiere asesinar a su marido. Y su alter ego, Ron, acaba saliendo con ella por un lado... mientras su marido, por el otro, quiere contratarle para matarla. Entre medias, el agente Jasper observa todo desde la barrera, oliéndose la tostada.

Entonces los giros sorpresa se desatan uno tras otro: Maddy acaba matando a su marido y "Ron" se desenmascara, contándole toda la verdad sobre su trabajo con la policía. El problema es que el departamento, que no sabe de su relación, le hace volver al apartamento para que confiese. Por suerte (y por sorpresa) consiguen salvar la situación y que nadie se crea que ella es una asesina. Bueno, nadie menos Jasper, que va a su casa para pedir el dinero del seguro de vida de su ex-marido.

Mientras se dan cuenta de lo que significan el uno para el otro, Gary, de una manera extrañamente romántica, mata a Jasper ahogándole con una bolsa de plástico puesta en la cabeza mientras se besa con Maddy. Y al final, de manera paradójica, sabemos que fueron felices y comieron perdices después de que la policía se encontrara el cuerpo de Jasper en su coche aparentando un suicidio. ¿Es un final bueno? ¿Malo? ¿Gana el amor? ¿Gana la violencia? ¿Es Gary realmente un villano? Sí a todo. Porque a veces las mejores cosas de la vida son pretendidamente complejas.

Villano antivillano

El propio Linklater juega con ello al principio de la película, cuando Gary dice en su narración "Nunca podría prepararme para morir o matar por nada". En palabras del director, "admiraba la ingenuidad de la gente que podía", sobre todo porque, al final, descubre que no hay nada de ingenuo en el acto de asesinar, sobre todo cuando es por amor, pasión y una pirámide de mentiras que no te deja otra escapatoria, como confirma el director a Netflix.

Hit Man
Eso es lo que pasa cuando te apasionas por cosas, eres más vulnerable. Estás comprometiéndote. Cuando el sexo entra, te vuelves muy vulnerable. Eso es lo que vuelve loca a la gente y puede llevarte al asesinato.

Al final, este es el único final posible para una historia de amor como esta: "Me encanta que el tío que no podía prepararse para matar o morir por nada, al final lo haga por amor". Y es que, en el fondo, a nadie del público nos caía muy bien Jasper. ¿Es nuestro protagonista un villano? Sí, claro. Pero no del todo, y en esa ambigüedad es en la que se puede jugar.

Tenemos el privilegio de poder preparar la situación contra los dos tíos que al final ya no están con nosotros. Me encanta el poder del cine. Tiras tu brújula moral al río y simplemente sigues adelante.

Y lo curioso es que, pese a todo, la película pervierte las normas del género y acaba siendo sorprendentemente optimista: "Las normas del cine negro harían que acabaras muerto, en prisión o pagando por tus pecados de alguna manera. Así que creímos que era mucho más divertido y oscuro que se librara. Más cómico, eso seguro. Creí que era un final mejor, más esperanzador y optimista. La gente quiere apoyar el amor, después de todo. Creo que esa es la magia: que aunque haya un asesinato al final, sigas apoyando el amor".

Cero asesinatos, mucho amor

¿La parte buena para tranquilizar tu conciencia? Que Gary Johnson, en la vida real, no cometió ningún asesinato, como se muestra justo al final: el director decidió meterlo porque en los pases de prueba la gente realmente creía que el verdadero Johnson había conseguido matar a alguien y librarse. Qué le vamos a hacer, no todo el mundo entiende lo de tomarse libertades a la hora de contar una historia real.

Adria Arjona, que co-protagoniza la película, piensa en la línea de Linklater sobre esos últimos momentos, como le confesó a Today: "Es la definición de compromiso. Esos son Madison y Ron al final de la película. Esa es nuestra... 'proposición', Ron poniendo esa bolsa de plástico en la cabeza de Jasper. Si lo piensas, es Ron arrodillándose en plan '¿Te quieres casar conmigo?'".

Glen Powell opina parecido: "Lo que resulta muy loco es que realmente es una historia de amor. Al final, es el principio de una bonita familia. Todas las parejas se conocen de diferentes maneras. Esta, simplemente, tiene, ya sabes, amor y asesinato". ¿Y acaso no es esa la definición perfecta de relación para toda la vida?

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