Al menos en lo que a servidor respecta, el estreno el próximo viernes de 'Capitán América: Civil War' ('Captain America: Civil War', Joe & Anthony Russo, 2016) está marcado en el calendario de este 2016 como el ESTRENO del AÑO por encima incluso del spin-off galáctico que nos llegará a finales de año y cuyo tráiler tantas sensaciones ha despertado.
Muchos son los motivos que cabría aducir para ello, desde el que mi cinta favorita del Universo Marvel Cinematográfico sea 'Capitán América: Soldado de invierno' ('Captain America: Winter Soldier', Anthony & Joe Russo, 2014) hasta el que las primeras críticas que ya han empezado a surgir por la red —a las que hay que hacer caso en su justa medida— estén tachando lo último de Marvel como la película definitiva de superhéroes.
A dos días de averiguar —tres en mi caso— la certeza de tales afirmaciones y si el comienzo de la Fase 3 destrozara, como se supone, la taquilla internacional, vamos a detenernos hoy en ofreceros una panorámica más o menos detallatada, más o menos sucinta, de lo que la guerra civil del Universo Marvel supuso en su origen aviñetado, de cómo se llegó a ella, de qué hitos la jalonaron, cuáles fueron sus consecuencias principales y qué cabría esperar encontrar en el filme dirigido por los Russo.
Huelga decir que, de forma obligada, en las líneas que siguen a continuación habrá spoilers del cómic y quién sabe si de la película, a cascoporro. Avisados quedáis
Todo empieza con una desunión
Resulta imposible hablar de 'Civil War' sin remontarnos dos años antes en el devenir del Universo Marvel al momento en el que Brian Michael Bendis, uno de los arquitectos fundamentales de todo lo que ha ido acaeciendo en los tebeos de La Casa de las Ideas desde el cambio de siglo, idea 'Vengadores desunidos', un evento que hace temblar los cimientos de la agrupación de superhéroes por excelencia de la editorial y empieza a plantar semillas que irán germinando a lo largo de los seis años siguientes en los muchos eventos que Marvel va publicando.
Instigada por la Bruja Escarlata de forma muy similar a como veíamos al personaje encarnado por Elizabeth Olsen en 'Vengadores: La era de Ultrón' ('Avengers: Age of Ultron', Joss Whedon, 2015), son los poderes de Wanda Maximoff los que provocan las varias muertes que se suceden a lo largo del evento y los que, por las consecuencias que se derivan de la miniserie, siembran esa primera semilla de discordia que florecerá, y de qué forma, de cara a la Civil War.
Un año después, y con una relevancia que supera con creces lo que habíamos leído en 'Vengadores desunidos', la hija de Magneto —porque en los cómics Wanda es hija de Erik— vuelve a ser el centro de la atención de la editorial cuando, tocando el final de ese espléndido evento que fue 'House of M', y con una sola frase, la ya mítica "No más mutantes", barre de la existencia a casi la totalidad de la población de hombres y mujeres X y abre aún más la ya evidente brecha que ella misma había iniciado doce meses antes.
Hermano contra hermano
En un pequeño pueblo llamado Stamford es el lugar donde, en esta ocasión de mano del gran Mark Millar, arranca la acción de 'Civil War'. Allí, un grupo de superhéroes que protagonizan un reality-show televisivo, se enfrenta a un villano que, viéndose atrapado, provoca la explosión de varias manzanas de la ciudad, causando la muerte de más de seiscientas personas entre las que se cuentan 60 niños de un jardín de infancia que queda arrasado.
Tan dramático evento, unido a otros previos como un ataque de Hulk en Las Vegas o las citadas consecuencias de 'House of M', es el desencadenante definitivo para que la implantación del Acta de Registro de Superhéroes, hasta entonces una idea gubernamental con limitados apoyos, comience a ser exigida por el clamor popular.
Según lo que ha trascendido de los avances de 'Capitán América: Civil War', la situación que los Russo plantearán en su cinta no parece que vaya a diferir mucho de la que encontrábamos en los cómics: los superhéroes deben ser controlados y, tras los eventos de destrucción masiva de Nueva York, Washington o Sokovia —los vistos en las dos entregas de 'Los Vengadores' y en 'Soldado de invierno'—, es el General Ross el que instiga la implantación de una ley que obligue a los héroes a registrarse.
Volviendo a las viñetas, la consecuencia inmediata de dicho registro es que cada superhéroe que termine decidiendo acatar la ley debe revelar su identidad secreta, exponiendo su vida privada a los peligros que hasta entonces sus máscaras han salvaguardado. Y es ahí, en las primeras páginas del número uno de la serie, con el Capitán América a bordo de un Helicarrier de S.H.I.E.L.D, donde puede escucharse el "crack" que escinde en dos al Universo Marvel.
Defensor de las libertades, Steve Rogers se niega a someterse a la privación de las mismas que acarrea el Acta de Registro y, al hacerlo, se convierte en fugitivo de un lado de la justicia hacia el que se inclinarán otros dos puntales de la editorial llamados Tony Stark y Reed Richards. Dos extremos de opinión que, obviamente, polarizarán a la población de héroes del Universo Marvel, llevando a sus miembros a una u otra posición.
Entre ellos, el hecho más llamativo de cuántos tendrán lugar durante el evento, será la unión de Spider-man al lado pro-registro y el que el arácnido decida revelar la identidad tras la máscara que tanto sufrimiento le había costado mantener desde que su tío Ben muriera años atrás. Dudo mucho que en el filme veamos algo similar por cuanto el golpe de efecto de la serie se basaba en un recorrido que el hombre araña interpretado por Tom Holland no tendrá, pero a priori resulta interesante plantearse qué protagonismo tendrá el personaje en la cinta.
Una muerte, otro grupo y un nuevo "capi"
Con una escalada de violencia que alcanzará cotas asombrosas en su último número, 'Civil War' finaliza de forma inesperada con Steve Rogers dándose cuenta del error que todos han cometido al enfrentarse, entregándose a la justicia y dando así pie a, probablemente, el hito más relevante de cuántos la Marvel ha publicado en las últimas dos décadas: el asesinato del Capi en las escaleras del Juzgado Federal en el que acaba de ser declarado culpable de actos criminales por su implicación en el movimiento contra el Acta de Registro.
Esta es quizás, la duda más aplastante que plantea la cinta que veremos a partir de pasado mañana: ¿se habrá atrevido Marvel a traspasar tan radical giro de los acontecimientos a celuloide? o, por el contrario, ¿mantendrá el status quo actual y se llevará por delante a alguno de los secundarios de los que veremos integrar ambas facciones del enfrentamiento?
Sea como fuere, lo que sí parece más o menos claro es que la escala de lo que narrará la cinta no llegará a lo que veíamos en el cómic en cuanto a cantidad de superhéroes repartiéndose mamporros. Y si es verdad que nada me gustaría más que ver a decenas de personajes luchando por un ideal, también es cierto que, como siempre, medios diferentes requieren necesidades narrativas diferentes, y que lo "limitado" del cara a cara entre los grupos encabezados por Steve y Tony será, como apuntan los que ya lo han visto, para que se nos desplome la mandíbula.
Volviendo a las consecuencias de 'Civil War' y a lo que cabría o no esperar tanto en el arranque de la tercera fase como en el futuro del Universo Cinematográfico Marvel, dos son los hechos de mayor relevancia que, al margen del asesinato del Capitán América, comporta la miniserie en el devenir de los cómics. Uno, la aparición de dos colecciones diferentes protagonizadas por Vengadores. Dos, sobre quién recaerá la responsabilidad de llevar el manto del héroe abanderado por excelencia de Marvel.
Es más que probable que, viendo el esquema de los diez títulos que Disney estrenará de aquí a 2019 —contando entre esos diez con el reboot de Spider-man— no vayamos a tener en la gran pantalla el equivalente de los 'Vengadores Secretos' y los 'Nuevos Vengadores', las dos series cuya aparición, como decía, es consecuencia directa de la conclusión de 'Civil War'. De lo que ya no estoy tan seguro es de si, de atreverse a "matar" a Steve Rogers, veremos a Bucky Barnes recogiendo el escudo del Capi como lo hiciera en los cómics.
Todo parecería apuntar a que sí, a que la introducción del antiguo amigo de Steve Rogers en 'El soldado de invierno' no fue casual —como nada parece serlo en ese plan de "acero" con el que Marvel Studios ha planteado su futuro— y que su protagonismo en la cinta que se estrena en 48 horas trascenderá el ser el aparente centro de conflicto entre Tony y Steve —esa cruce de frases entre los personajes de "El es mi amigo", "Yo también lo era" apunta a ello— para posicionarse como algo de mucha mayor relevancia.
Sea como fuere, y contando ya las horas que quedan para sentarnos en la sala de cine y disfrutar de los ciento cuarenta y siete minutos de espectáculo que promete el filme, lo que parece seguro es que 'Capitán América: Civil War' pondrá patas arriba un Universo que hasta ahora, con sus más y sus menos, ha demostrado a los que así lo soñábamos desde que éramos pequeños, que un discurrir equivalente a las viñetas es posible en la gran pantalla. Nuff' said!!!
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