No solo de superhéroes viven las adaptaciones de cómic a la televisión. Hay varios títulos de estas características que han sido éxitos instantáneos y otros que han pasado más desapercibidos, lo que no quita que sean joyitas a descubrir. Como lo fue 'iZombie', que dejará de estar disponible en Netflix el próximo 29 de junio.
Yo ya estoy muerta
El prometedor futuro de Liv Moore como estudiante de medicina se trunca el día en que, sin comerlo ni beberlo, termina convertida en zombie. Liv se mete a trabajar en la morgue para poder alimentarse de cerebros, pero la cosa no acaba ahí: al hacerlo se le transfieren recuerdos y rasgos de la personalidad de los muertos... lo que puede resultar muy útil para resolver el misterio de por qué fueron asesinados.
'iZombie' es una serie creada por Rob Thomas y Diane Ruggiero-Wrigth (dúo creativo detrás de 'Veronica Mars'). La serie cuenta con un total de 71 episodios de 45 minutos cada uno, emitidos entre 2015 y 2019. Originalmente, se emitió en The CW y concluyó en su temporada 5 con un final cerrado.
La serie adapta la colección de cómics homónima de Chris Roberson y Michael Allred, aunque lo cierto es que poco o nada tienen que ver aparte de la apariencia física de la protagonista y que se convierta en zombie. Publicados bajo el sello Vertigo, los tebeos originales tenían un tono totalmente diferente e incluían tramas y personajes más bizarros, como hombres terrier o abuelos reencarnados en chimpancés.
La serie tenía una estructura de procedimental, con Liv ayudando a Clive, uno de los policías, a resolver los crímenes gracias a la información que obtenía de los flashes que le venían de la vida de los dueños del cerebro que se había comido. Un planteamiento que comenzaba de forma bastante convencional, antes de desbarrar en el mejor de los sentidos.
Tras una primera temporada en la que va aprovechando cada vez más lo absurdo de su planteamiento, llegó una segunda temporada que abrazaba la comedia y se atrevía a jugar de la forma más disfrutona con todas las posibilidades del don de Liv.
¿Un heladito de cerebro?
Algunos de los mejores capítulos de la serie están en esa temporada, donde vimos a la protagonista en situaciones a cada cual más divertida y descacharrante. ¿Qué pasaría si Liv se comiera un cerebro de un universitario adicto a las novatadas? ¿O el de una bibliotecaria escritora de novelas eróticas?
La serie tiene momentos de puro disfrute, y muchísimos guiños frikis (no en vano se refieren a los zombies que han perdido su voluntad y solo actúan movidos por el hambre como "los Romero"). Pero lo que hace que sea especial es que tiene muchísima alma.
De izquierda a derecha: Malcolm Goodwin, Robert Buckley, Rose McIver, Rahul Kohli y David Anders
Hace que les cojas cariño a los personajes y se creen dinámicas muy divertidas entre ellos: Liv adoptando cada día personalidades diferentes, los apuntes cómicos de Ravi, el amor inesperado de Clive por los libros de 'Juego de tronos', las maquinaciones de Blaine... un elenco de personajes a los que apetece acompañar temporada tras temporada.
Es cierto que, como suele suceder historias que tienen drama y comedia casi a partes iguales, a partir del ecuador de la serie la trama se va volcando cada vez más en su parte "seria" (todo lo que tiene que ver con el virus zombie) y precisamente cuando más brilla son sus episodios más ligeros y sus momentos de humor tontorrón.
Por eso mismo, mis favoritas son las dos primeras temporadas, que son las recomiendo fervientemente. El resto de temporadas siguen entreteniendo (y siguen teniendo, aunque menos, esos momentos locos que tanto me gustan), pero solo las aconsejo si os enganchan los personajes lo suficiente como para querer ver a dónde les lleva la historia.
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