Uno de los requisitos necesarios cuando compras un coche eléctrico es saber que en tu ciudad, o en el destino al que te vas a mover, hay cargadores para recargar el EV. Si no lo hay, corres el riesgo de quedarte tirado. El problema es que son precisamente las zonas de carga de coches EV las que están siendo objetivo de los ladrones.
¿Qué hay para robar en estos lugares, si son sólo para cargar coches? El cobre, ese material que se ha vuelto un objeto deseado en los últimos años. Sin cobre no funciona el cargador. Y sin cargador, no puedes recargar el coche. Y así, el precioso Xiaomi SU7 se queda sin combustible.
El cobre es el nuevo oro
El cobre, símbolo Cu en la tabla y elemento químico de número atómico 29, forma parte de la llamada familia del cobre. Es uno de los mejores conductores de electricidad (el segundo después de la plata), y gracias a su alta conductividad eléctrica, su ductilidad y su maleabilidad, es el material más utilizado para fabricar cables eléctricos y otros elementos eléctricos y componentes electrónicos.
Pero, ¿por qué se están volviendo locos los ladrones por él y lo roban de todas partes, ya sean instalaciones del AVE, transformadores eléctricos de un honrado ganadero en la campiña sevillana o de postes de carga de coches eléctricos? Es maleable, es fácil de refundir, el ser humano lo usa y necesita a diario para que toda su infraestructura eléctrica funcione, y países como China necesitan toneladas a manos llenas para construir nuevas ciudades.
Y vale dinero, mucho dinero: Según esta pieza del ABC, en marzo de este año la cotización del cobre ha superado los 11.000 dólares por tonelada. Y cuando el cobre sube, suben los robos. Y no es un problema español sino mundial. En Inglaterra, Scotland Yard ya considera el robo de cobre la segunda prioridad tras el terrorismo. En Rusia y Macedonia hay mafias que han desmontado puentes enteros por el cobre. En Estados Unidos, el FBI alertó del riesgo creciente. Y en Australia o Escocia, grandes ciudades han tenido apagones masivos.
El valioso cobre en los cargadores de coches eléctricos
España ocupa la 7ª posición en Europa de países con más puntos de carga de coches eléctricos a lo largo de su territorio. En números hablamos de 30.000 cargadores, muy pocos para el parque de menos de medio millón de coches EV que hay en el país. Esta es una de sus principales taras, ya que si hay pocos puntos de carga, no te atreves a pasarte a los eléctricos por ese miedo de quedarte tirado.
Pero, como vemos, a eso se le suma otro problema: los robos en los cargadores, a los que se les corta cosas como la manguera externa en la que dentro va el preciado material. Hagamos cuentas:
- 30.000 cargadores
- Hasta 12 - 15 kilos de cobre por cada cargador de 400 amperios
- Entre 15 y 20 euros que puedes obtener por cada manguera de cargador cortada
- Algunos cargadores disponen de hasta 6 mangueras
- Entre 6 y 7 euros que se paga el kilo de cobre
El resultado es que se puede hacer dinero muy rápido y fácil con sólo cortar mangueras, algo que según un experto señala se tarda "cinco minutos". Y como la manguera no lleva carga eléctrica hasta que no se conecta la toma al coche, no hay tanto peligro de electrocución como ocurre robando por ejemplo el cobre de un transformador o en la instalación de un tren.
Luego, lidiar con las aseguradoras es un proceso que puede llevar semanas, y los 1.000 - 1.500 euros de sustituir la manguera se convierten en 3.000€ porque hay que revisar también el conector.
¿Soluciones? Hay quien plantea sustituir el cobre por aluminio, pero de momento eso haría que la manguera de carga pesase mucho. No es sencillo resolver este problema, pero sí es necesario, sobre todo porque si ya hay pocos cargadores y eso anima menos a la gente, que los que hay estén rotos es el remate.
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