Los arándanos se encuentran entre las frutas y verduras con niveles más altos de antioxidantes para el organismo, importantes para la prevención del daño celular y un envejecimiento más lento, así como la prevención de enfermedades degenerativas. Sin embargo, también tienen un contenido tan alto de agua que se deterioran con mucha facilidad. Sin embargo, sabemos cómo puedes conservarlos en casa para que permanezcan frescos hasta dos semanas.
El primer truco con el que podemos contribuir a que los arándanos se conserven en perfecto estado durante más tiempo es retirarlos del recipiente o envase en el que vengan de la frutería o el supermercado. En este proceso, eliminamos los frutos que puedan estar dañados, así como los tallos y posibles impurezas que puedan tener.
Además, si no vamos a empezar a consumirlos en el momento, recomendamos no lavarlos para no sumarles humedad. No obstante, si decidimos lavarlos para que se encuentren listos para consumir, la clave es secarlos correctamente utilizando papel de cocina o paños de cocina que minimicen al máximo la humedad.
También es importante pasarlos a un recipiente que sea ancho y bajo, así como colocar en la base varias capas de papel de cocina o de un material similar que sea absorbente, con el objetivo de eliminar cualquier ápice de humedad que pudieran contener.
Directo al paladar
Después, es recomendable tapar el recipiente dejando un pequeño orificio o apertura para que circule el aire en el interior. Esto es algo que podemos hacer dejando una punta de la tapa sin cerrar o unos pequeños cortes si utilizamos papel de film.
Foto de portada | Joanna Kosinska
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