Superar la barrera de los 50 significa entrar en una nueva fase de la vida, afrontar los nuevos cambios y desafíos que ocurren en nuestro cuerpo y también repercuten en nuestra piel.
Para ello, es fundamental conocer cuáles son los ingredientes adecuados para la piel del rostro a partir de esta edad, ya que ciertos ácidos, vitaminas, derivados vitamínicos y extractos botánicos pueden ser particularmente eficaces para combatir el envejecimiento de la piel y mantener un cutis radiante, especialmente, durante y después de la menopausia.
Para mantener una piel luminosa a los 50 años es importante seguir una rutina de cuidado específica que incluya:
- Una buena limpieza, y practicar la doble limpieza recomendada por expertos del cuidado cutáneo para pieles maduras.
- La aplicación de sérum específicos
- La aplicación de las cremas específicas tanto de día como de noche
- La gimnasia facial se ha convertido en un paso más de la rutina de belleza y es que está recomendada para tonificar los músculos del rostro, mejorar la flacidez y obtener un efecto lifting natural. Los masajes faciales con piedra gua sha también son una muy buena opción para mejorar la circulación, eliminar toxinas acumuladas, marcar ciertas zonas del rostro como pómulos o mandíbula, entre otros.
Ingredientes para la limpieza facial
La limpieza es crucial para mantener una piel perfecta. Aquí algunos ingredientes ideales:
- Aceites naturales: como aceite de jojoba, argán y almendras dulces, que nutren y limpian en profundidad.
- Ácidos de frutas (AHA): como ácido glicólico y láctico, que exfolian suavemente y promueven la renovación celular.
- Glicerina: un humectante que proporciona agua a la superficie de la piel, manteniéndola hidratada.
- Extractos de algas: como la Laminaria Digitata, Spirulina, Chondrus Crispus y Fucus Vesiculosus, que ayudan a desintoxicar e hidratar la piel.
¿Qué sérum usar después de los 50 años?
Los sérums contienen ingredientes concentrados que son esenciales para pieles maduras:
- Ácido hialurónico: retiene la humedad, manteniendo la piel hidratada y rellena.
- Vitamina C: un antioxidante que protege la piel y reduce la hiperpigmentación.
- Niacinamida (Vitamina B3): reduce la inflamación y mejora la elasticidad de la piel.
- Péptidos biomiméticos: estimulan la producción de colágeno, mejorando la elasticidad y firmeza.
- Ácido ferúlico: un antioxidante que potencia la eficacia de las vitaminas C y E.
- Retinol y retinal: derivados de la vitamina A que reducen las arrugas y promueven la producción de colágeno.
Pieles maduras: ingredientes para las cremas de día y noche
Es esencial utilizar una crema hidratante adecuada tanto de día como de noche y que entre sus ingredientes contengan:
- Ácido hialurónico: para mantener la hidratación.
- Agua termal: rica en minerales con propiedades calmantes y antiinflamatorias.
- Péptidos de colágeno: estimulan la producción de colágeno.
- Ceramidas: restauran la barrera cutánea y mejoran la hidratación.
- Vitamina E: antioxidante que protege y mejora la función barrera de la piel.
- Vitamina B6: regula el sebo y previene inflamaciones.
- Bioflavonoides: fortalecen los vasos sanguíneos y mejoran la circulación.
- Probióticos: mantienen el equilibrio del microbioma cutáneo y reducen la inflamación.
Mascarillas antiedad una vez a la semana
Además de la limpieza, los sérum y las cremas de día y de noche, es importante realizar exfoliaciones regulares y utilizar mascarillas antiedad una vez a la semana. Los ingredientes clave de estas deben incluir:
- Fitoestrógenos: estimulan la producción de colágeno y ácido hialurónico.
- Coenzima Q10: antioxidante que ayuda a los fibroblastos a producir más colágeno y elastina, ralentizando el envejecimiento cutáneo.
Otros ingredientes beneficiosos para pieles maduras
Además, otros ingredientes que pueden ser muy beneficiosos para pieles maduras son:
- Ácido azelaico: reduce la hiperpigmentación y las manchas oscuras.
- Ácido kójico: aclara la piel y reduce las discromías.
- Aceite de hipérico: que contiene propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes.
- Escualano: mantiene la piel suave e hidratada.
- EGF (Factores de Crecimiento Epidérmico): mejoran la textura de la piel y aceleran la cicatrización.
- Resveratrol: antioxidante que estimula la producción de colágeno.
Te recomendamos que, antes de elegir cualquier producto, consultes con un dermatólogo para asegurarte de que sean los ingredientes adecuados para tu piel y te explique cómo combinarlos de manera efectiva.
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