Pintar es una de esas actividades que gusta tanto a pequeños como a mayores. Si en los primeros años de nuestra vida es fundamental para el desarrollo cognitivo y para el aprendizaje, durante la tercera edad también se convierte en una actividad muy importante ya que ayuda a mantener y desarrollar muchas capacidades tanto físicas como mentales.
Parece ser que pintar estimula ambos hemisferios del cerebro, y es que esta actividad desarrolla tanto el lado lógico y racional como el creativo y emocional, por este motivo es muy utilizada como recurso ocupacional en personas mayores para mantener tanto su mente como su capacidad física y motora activas.
Según estudios realizados al respecto, las artes plásticas "favorecen la estimulación cognitiva, movilidad y expresión de emociones; así, sus beneficios involucran el bienestar físico, social, emocional y espiritual del adulto mayor".
Beneficios de la pintura en personas mayores
Ejercita el cerebro
Como decíamos, pintar permite desarrollar el hemisferio izquierdo del cerebro el cual se encarga de la concentración, el pensamiento, la orientación espacial... Lo que permitirá ejercitar tanto la atención como la memoria y, en definitiva, mantener las capacidades y evitar así el deterioro cognitivo. Por su parte, también permite expresarnos de forma artística y, por tanto, cultivar la creatividad y estimular la imaginación, lo que también hace trabajar al cerebro su hemisferio derecho.
Es una actividad terapéurica
Según dice esta publicación, "es fundamental entender que, a medida que la persona envejece, es común experimentar un deterioro en las capacidades físicas, mentales, sociales, espirituales y ocupacionales, lo cual conlleva la dependencia y la discapacidad", y el ocio, como puede ser practicar un hobby es fundamental ya que este implica un mayor nivel de participación lo que en consecuencia repercute en un envejecimiento activo y mayor sensación de bienestar general y saludable.
Permite una mayor conexión social
Cualquier actividad que requiera su participación en grupo será perfecta para realizar durante la vejez y un ejemplo de ello son las clases o talleres de pintura y su alta demanda tanto en centros de la tercera edad como en residencias. Esto es así debido a que las relaciones sociales promueven un envejecimiento saludable, son capaces incluso pueden hacernos más longevos, mejoran nuestro humor, nos mantienen activos... al mismo tiempo que mejora la comunicación, la forma de expresarnos y ayudan a combatir la soledad no deseada, la ansiedad o la depresión.
Mejora la capacidad motora
Y es que la pintura hace que tengamos que ejercitar los dedos, las manos, brazos... dependiendo de los trazos y de los utensilios de pintura que se utilicen: ceras, pinceles, lápices... Asimismo, la pintura requiere la coordinación ojo-mano lo que, en consecuencia, hará que se ejerciten los músculos, nervios y sensaciones de esas zonas del cuerpo. Todo ello la hace esencial tanto en la primera etapa de la vida cuando el aprendizaje es esencial, así como en la vejez para mantener esa capacidad e intentar mejorarla.
Aumenta la autoestima
Hacer este tipo de manualidades o expresiones artísticas permite a las personas mayores sentirse orgullosos de sí mismo, les hace sentir útiles, les devuelve esa sensación de pertenecer a la sociedad y, todo ello, en consecuencia repercute autoestima estrechamente vinculada con su salud. "Pensar y actuar con capacidad creadora es muy importante, dado que promueve autonomía en las personas mayores y, eleva particularmente la autoestima cuando se sienten poco seguras de sí mismas", según comparten en esta publicación.
Foto | Greta Hoffman Jadson Thomas en Pexels
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