Sabemos que Madrid tiene unas avenidas monumentales, de esas que no tienen nada que envidiar a las parisinas. Por no hablar de Barcelona y sus paseos idílicos, como la del Consell de Cent. Pero ninguna de ellas hace la competencia a esta calle albaceteña, la más bonita de toda España.
Del imponente Paseo del Prado a los pasadizos adoquinados y laberínticos de los pueblos medievales, en España hay calles increíbles. Pero la más fascinante está en Albacete y coge su inspiración de las antiguas galerías comerciales italianas como la Galleria Vittorio Emanuele II de Milán.
Se llama Pasaje de Lodares y es uno de los ejemplos más bonitos de arquitectura modernista y neorrenacentista del siglo XX de nuestro país. Este callejón fue construido por el arquitecto Buenaventura Ferrando Castells en 1925 y declarado Bien de Interés Cultural en 1996. Está ubicado en el centro de la ciudad, entre las calles Tinte y Mayor.
El Pasaje de Lodares es uno de los rincones más elegantes de Castilla-La Mancha, con ese techado de hierro forjado y cristal que permite escapar de la lluvia sin perder la luz natural. Recubre sus 90 metros de largo y sus cuatro pisos de alto, todo ello sujeto sobre columnas y arcos decorados con esculturas de figuras femeninas, relieves florales y capiteles refinados de estilo modernista y neobarroco.
En su interior alberga viviendas para unos pocos afortunados, que pueden presumir de vivir en la calle más bella de España. También tiene comercios de todo tipo, desde moda hasta souvenirs para los turistas curiosos que se acercan a descubrir este distinguido callejón. Pero su tesoro escondido más sorprendente apenas mide unos centímetros y es toda una leyenda entre los locales.
La leyenda del Pasaje de Lodares
Escondido en la fachada, junto a una de las columnas de entrada al pasaje desde la Calle Mayor, hay un clavo dorado y grueso que relaciona el callejón con la masonería y las fuerzas telúricas. Se le conoce como el Clavo Mágico y su origen y utilidad son absolutamente desconocidos, ya que es el único de toda la calle.
Algunos expertos lo encuadran dentro de la masonería, afirmando que un maestro masón lo clavó ahí para conectar las obras con las fuerzas telúricas de la naturaleza, con las fuerzas del subsuelo, para que emanara la energía y que irrigara a todo el edificio de buena suerte y todo saliera bien.
No hay confirmación de que esta leyenda sea cierta. Pero no cabe duda de que los albaceteños lo consideran un símbolo de buena fortuna, ya que se ha convertido en un lugar emblemático al que acudir para frotar boletos de lotería, apuntes y otros enseres personales para impregnarlas de buena suerte.
Fotos | Wikipedia Commons, Turismo Castilla-La Mancha, Cultura Castilla-La Mancha. X de @TomasSmar.
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