El Pasaporte de Cualificaciones de la UNESCO devuelve la esperanza a los estudiantes de Zambia que huyeron del conflicto en Sudán

Asiya Mana, de 27 años, cursaba el último año de licenciatura en Farmacia en la Universidad Internacional de África en Jartum (Sudán) cuando tuvo que huir de la violencia sin poder obtener ningún documento oficial que reconociera y validara sus estudios.

“Desgraciadamente, no pude completar mis estudios debido al conflicto en el país”, afirma Asiya. “Tuve que interrumpir mis estudios en el último año y regresar a Zambia sin ningún documento oficial ni físico en mi posesión, lo que me creó grandes dificultades para continuar mis estudios en las universidades locales de Zambia”.   

Con el Pasaporte de Cualificaciones garantizado, Asiya está segura de poder por fin completar sus estudios y de cursar una maestría. “Mi sueño es abrir mi propia farmacia”, afirma.

Después de esta experiencia, Asiya afirma que nunca dejará de ser una defensora de la iniciativa UQP: “Después de haber perdido tantas esperanzas, el Pasaporte de Cualificaciones de la UNESCO es realmente una gran oportunidad para mí como estudiante, ya que me permitirá completar mis estudios y conseguir trabajo más tarde”.

El mensaje que Asiya transmite a otras personas que viven situaciones similares a la de ella es que nunca pierdan la esperanza: “Todo llegará porque hay personas dispuestas a ayudarnos a mejorar nuestras vidas, como la iniciativa del Pasaporte de Cualificaciones de la UNESCO”.

Zambia ha sido pionera al respecto y el primer país que adoptó el Pasaporte de Cualificaciones de la UNESCO en 2019. En el país, 93 solicitantes ya han conseguido obtenerlo, la cifra más alta del mundo.

Farook Yona Banda, de 32 años, acababa de obtener la licenciatura en Economía en la Universidad Internacional de África en Jartum, y esperaba la certificación de sus credenciales cuando estalló el conflicto en Sudán. 

“Después de terminar mis estudios, recibí el diploma de la universidad y estaba completando el proceso de certificación con el Ministerio de Educación y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Sudán, ya que era un requisito”, afirma. “Con el conflicto en curso resultó difícil terminar el proceso, ya que no se podía acceder a la mayoría de las oficinas gubernamentales y a la universidad”.

Farook fue evacuado y regresó a Zambia sin la documentación necesaria que certificara su título universitario. “Esto dificultó que continuara o perfeccionara mis estudios en las universidades locales e internacionales, y también que pudiera acceder al mercado laboral”, afirma.

El Pasaporte de Cualificaciones la ha devuelto la esperanza a Farook, en un momento en que sus ambiciones y sueños empezaban a parecer lejanos y a desvanecerse. “El UQP me ayudó a obtener el reconocimiento y la convalidación de mi cualificación cuando todo esto parecía imposible”, afirma.

Después del tiempo que pasó tratando de conseguir y de obtener sus credenciales, está ansioso por perseguir finalmente sus ambiciones. “Me gustaría poner en marcha una empresa de transportes y trabajar en el sector inmobiliario para ayudar a mejorar el nivel de vida de las personas”, afirma. “También quisiera crear escuelas para ayudar a los ciudadanos necesitados, incluidos los refugiados”.

Ahora Farook está decidido a cursar una maestría en una universidad local o extranjera.  Dice que el UQP ha sido como si recibiera una inyección de confianza.

“Mi mensaje a quienes como nosotros han sido desplazados es que mientras sigan respirando y sigan existiendo seres humanos que luchen por la paz y el bienestar, no deben perder nunca la esperanza, tanto si están en su propia tierra como en un país extranjero”, afirma Farook.