Otro de los candidatos más serios a ser de los mejores juegazos de 2024
BioWare lleva unos cuantos años trabajando en el desarrollo del próximo Dragon Age. A lo largo de este tiempo ha ido cambiando de nombre, aunque no es la única modificación que se ha llevado a cabo, porque esta nueva entrega de la saga será muy diferente a las anteriores. Una decisión que apuesta por un cambio muy revolucionario, tal y como se pudo apreciar en el tráiler que se mostró en el Xbox Games Showcase.
De todos modos, se notaba que había unas ganas locas de tener novedades de Dragon Age: The Veilguard, aunque también hay que admitir que este primer adelanto del juego ha generado dudas por su apartado artístico, por cómo será su jugabilidad y otra serie de detalles. Por suerte, recientemente he tenido la oportunidad de conocer algunas respuestas tras haber acudido a una presentación a puerta cerrada que llevó a cabo Electronic Arts en los Play Days del Summer Game Fest 2024 en Los Ángeles.
Antes de pasar a hablaros en profundidad de todo lo que vi durante una hora entera, correspondiente al inicio de la aventura, os adelanto que me he quedado boquiabierto, porque ha sido de lo mejor que he presenciado durante estos días, así que mucho ojo porque podemos estar frente a uno de los lanzamientos más potentes de este año. Y si no, echadle un ojo a este extenso gameplay de 20 minutos para ir abriendo boca:
Un épico viaje con nuestro propio personaje
La aventura que nos depara este capítulo promete meternos de lleno en un enfrentamiento contra poderosos dioses élficos con el fin de detener la destrucción que se avecina en el mundo entero. Esto nos deja con una historia en la que Solas, conocido como el Dread Wolf, planea eliminar por completo la barrera que divide Thedas del mundo de los demonios, lo que desataría el caos por completo en el caso de que se salga con la suya.
Aun así, esto no es más que el principio, porque en realidad el argumento es bastante más profundo. Sobre todo cuando surjan otros demonios terriblemente más poderosos dispuestos a hacerse con el control del mundo, así que el viaje de nuestros protagonistas les llevará a impedir a toda costa que eso suceda. Durante el camino llegarán a recorrer ciudades bulliciosas, bosques, pantanos, montañas y muchas más zonas que nos atraparán de lleno en esta trama de fantasía realmente épica.
Partiendo de esta base, lo primero de todo es crearnos a nuestro propio personaje, el cual se llamará Brook. Para ello el juego cuentas con un editor bastante amplio y repleto de opciones de todo tipo, aunque lo primero es escoger la raza con la que se jugará, sea un humano, un enano, un elfo o los llamados qunari, que son una especie de seres más diferentes con cuernos. Cada uno puede ser masculino o femenino, lo que afecta directamente a su apariencia.
A partir de ahí toca escoger cómo será su físico, su género, pronombre, color de piel y toda clase de pequeños detalles, como sus ojos, orejas, nariz, boca, peinados, si tendrá cicatrices, tatuajes… En definitiva, que como suele ocurrir en este tipo de modos, te puedes tirar horas hasta conseguir el personaje que más te guste. Eso sí, lo que me pareció sorprendente es que el pelo tiene sus propias físicas y que en general los personajes lucen espectaculares.
Y es aquí donde entra en escena uno de los cambios más sorprendes que no ha dejado a nadie indiferente, como es su apartado artístico. Se ha dejado de lado su tono más serio y oscuro para apostar por algo más animado o que pueda incluso respirar un aire más cómico por el diseño de los personajes, porque hasta recuerdan un poco a los de Sea of Thieves. Una decisión muy arriesgada que, en verdad, tras haber visto el juego en profundidad durante un buen rato, me ha parecido un acierto de pleno.
Dicho lo cual, una de las últimas decisiones previas antes de comenzar esta odisea es la de seleccionar la clase, ya sea guerrero, mago o pícaro. Además, cada una se divide en tres especializaciones, como en el caso del pícaro, que puede ser duelista, saboteador o atacar a distancia con sus propias habilidades. A su vez, hay que escoger la facción a la que se unirá, lo que implica que lleve una vestimenta u otra y otros tantos detalles importantes.
Un renovado sistema de combate muy prometedor
Una vez finalizado con el fascinante editor de personajes, llega el momento de que empiece lo realmente bueno. Más allá de su trama tan cautivadora, como ya es habitual en los juegos de BioWare, y en la saga Dragon Age, las decisiones son muy determinantes. En la mayoría de las conversaciones que se entablan te aparecen varias opciones por las que es posible decantarse, lo que provoca que tenga un impacto directo en los acontecimientos que transcurrirán a continuación o más adelante. En este sentido, se puede contestar con distintos tipos de emociones.
Independientemente de lo que elija cada uno, las secuencias son todas muy impresionantes, aunque no son las únicas, porque los entornos no se quedan atrás en absoluto. La ciudad principal es alucinante cómo se ve, con unas dimensiones enormes y que parece que está muy viva por la cantidad de habitantes que hay por todas partes. Es más, hasta el equipo nos garantizó que habrá más zonas para visitar que cualquier otro título de la serie.
Aun así, los problemas no tardan nada en surgir a causa del maquiavélico plan de Solas, de ahí que haya demonios por las calles a los que hay que aniquilar, lo que de paso da pie a otra de las mayores novedades, como es su jugabilidad. En esta ocasión se ha querido optar por un hack and slash con un RPG de acción muy intenso y frenético, porque los combates son muy rápidos y asombrosos por el ritmo que muestran y la cantidad de efectos que desfilan por doquier.
Además, este tipo de jugabilidad indica que hay ataques más fuertes o debiles dependiendo del botón que se presione, así como combos brutales. Sea como sea, lo importante es la rueda de habilidades para dar rienda suelta a los ataques más devastadores de todos, sobre todo porque la acción se congela en ese instante, así que es una buena forma de decidir qué hacer a continuación o seleccionar al objetivo al que se le va a propinar una buena serie de impactos.
Y todo ello con una ambientación soberbia con la que no te cansas de observar todo lo que tienes a tu alrededor o desear que en la versión final exista un modo foto para sacar instantáneas de todo lo que aparece en pantalla al ser digno de enmarcar. Por otro lado, la acción transcurre a 60 fps constantes, algo que siempre es de agradecer mientras disfrutar de una iluminación y efectos simplemente apoteósicos.
Sin ir más lejos, casi al principio se genera una tormenta en el cielo que por el viento, la lluvia y los rayos que están cayendo se ven de escándalo. Y algo que tampoco se queda atrás es su sobresaliente banda sonora, con unos temas que encajan de maravilla con lo que está sucediendo y de los que, probablemente, darán ganas de escuchar una y otra vez.
Unos compañeros de aventuras que más que amigos parecen familia
Cuando BioWare reveló días atrás el motivo del cambio de nombre por el de Dragon Age: The Veilguard, confesó que se debía a que se le iba a dar una mayor importancia a la relación de nuestro protagonista con sus compañeros de viaje. Por todo lo que he visto en esta primera hora, no serán unos simples aliados sin más que están ahí para echar una mano en algún momento puntual, sino todo lo contrario.
Me recordó a las películas de El Señor de los Anillos, cuando el grupo tan variopinto viaja por la Tierra-Media viviendo toda clase de aventuras y todos tienen su relevancia y sus momentos que los convierten en piezas fundamentales para llevar a cabo su cometido. Pues en en este Dragon Age es exactamente la misma situación, porque cada uno de los compañeros dispone de sus propias historias individuales, sus comportamientos tan característicos y unas vestimentas y apariencias que los vuelven inconfundibles.
Las elecciones que se vayan tomando también afectarán a la forma en la que se estrecharán los lazos con ellos, con una narrativa extremadamente profunda entre el argumento principal y las relaciones con los compañeros, para que así uno sienta que las decisiones son muy significativas, obligando que ninguna de ellas se tome a la ligera y haya que pensar detenidamente las consecuencias que puede conllevar cada respuesta.
Por ejemplo, en algunos momentos hay que indicar cuáles de los personajes acompañarán a Brook temporalmente y quienes irán por su propia cuenta. Igualmente, los compañeros son controlados por la inteligencia artificial y todos ellos saben desenvolverse a la perfección o acuden en nuestra ayuda cuando sea necesario. Lo mejor es que no paran quietos en ningún momento, así que no hace falta preocuparse de ellos porque la ayuda que proporcionan es de diez.
En otro orden de cosas, tampoco quiero hacer spoilers, pero ciertas secuencias son tan profundas que me pusieron los pelos de punta y me dejaron boquiabiertos por lo que ocurre. Lo que sí puedo asegurar es que el equipo de BioWare prometió que será el mejor grupo de personajes que ha creado nunca y con el que más empatizarán los jugadores, algo que en este instante no puedo estar más de acuerdo.
Sin duda, va a ser una historia brutal y muy impactante, de las que deja huella, porque si todo esto ha ocurrido tan solo durante la primera hora, no me quiero imaginar las sensaciones tan bestiales que puede llegar a generar al jugar durante decenas de horas. Qué larga se va a hacer la espera para jugar a Dragon Age: The Veilguard después de todo lo que he visto y que me ha dejado con ganas de muchísimo más. Otro pepinazo más para la recta final de 2024.
Fecha de lanzamiento de Dragon Age: The Veilguard
A pesar de que cada vez está más cerca la llegada de Dragon Age: The Veilguard, seguimos sin tener claro cuándo llegará a las tiendas. Lo único seguro al respecto es que será en otoño de 2024 para PS5, Xbox Series y PC.
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