No nos cansamos de decir que el 2023 va a ser un año que va a pasar a la historia por la cantidad de juegazos que han salido a la venta y los que quedan todavía. Está dejando el listón tan alto que tiene pinta de que va a ser difícil de superar a corto plazo. Eso no quita que el año que viene llegarán a las tiendas otros tantos videojuegos muy esperados, entre ellos algún que otro bombazo, sobre todo uno por parte de Square Enix.
Como ya se reveló en el último State of Play emitido por parte de Sony, uno de los primeros títulos que veremos en 2024 será Final Fantasy VII Rebirth, la segunda de las tres partes en las que se dividirá el remake de Final Fantasy VII, cuya primera entrega ya nos pareció magistral. Lo mejor de todo es que esta continuación no quiere ser menos y pretende aumentar su calidad más todavía.
Eso mismo es algo que he podido apreciar recientemente gracias a que he podido jugar una versión de prueba que, como ya me temía que sucedería, solo ha conseguido ponerme los dientes largos más todavía y de jugar a fondo a este nuevo RPG de acción que continuará con la historia en el mismo punto en el que finalizó la primera parte de estas nuevas versiones. Partiendo de esta base, vayamos al grano con lo que me ha parecido.
Un pequeño viaje al pasado para conocer la historia de Cloud y Sephiroth
Uno de los momentos cumbre de esta secuela es que en cierto momento Cloud narrará a sus compañeros de viaje los sucesos que tuvieron lugar en el Monte Nibel. Esto nos lleva al pasado para revivir un acontecimiento en el que el mismo Cloud se une a Sephiroth para llevar a cabo una misión, lo que a su vez supone que tienes la oportunidad de controlar a los dos a tu antojo.
Desde luego eso es empezar la demo por todo lo alto, porque el hecho de controlar a Sephiroth es una pasada para repartir tajos de lo más letales con su Masamune, la icónica espada de este gran personaje. Además, se nota mucho la diferencia a la hora de controlarle a él o a Cloud, por lo que ahí depende de cada uno escoger el que prefiera para repartir estopa de la buena con unos combates realmente impresionantes.
Si habéis jugado a Final Fantasy VII Remake no os encontraréis en general con grandes novedades en su jugabilidad. Las batallas siguen presentándonos un brillante RPG de acción en el que no paras de aporrear los botones para atacar o esquivar los impactos, así como para ejecutar habilidades especiales a medida que se va rellenando la barra de BTC, que es precisamente la que permite dar rienda suelta a algunos de los ataques más demoledores de todos.
Por supuesto siguen estando los Límites de cada uno, lo que vienen a ser los ataques definitivos, pero también hay una nueva opción que son las habilidades de sinergía. Estas últimas consisten en que dos personajes del grupo, en este caso Cloud y Sephiroth, unan fuerzas para desatar todo su potencial con una brutal secuencia en la que los dos se ponen a golpear sin parar al enemigo o jefe final seleccionado.
Es más, la cinemática que aparece en pantalla al ejecutar esta habilidad me pareció simplemente apoteósica y de las que te dan ganas de ver una y otra vez, porque si hay algo de lo que puede presumir este remake es que es puro espectáculo por lo bien que luce absolutamente todo. Lo único que lamento es que esta primera parte de la demo fue especialmente corta y me dejó con ganas de más, porque apenas hubo unos pocos combates y un enfrentamiento contra un jefe final.
En cualquier caso, no todo fue plenamente perfecto, porque durante el recorrido de escenario había partes que consistían en saltar por pequeñas montañas o escalar por salientes, pero los controles no respondían demasiado bien en estas secciones, algo que espero que se acabe puliendo de cara a la versión final. Asimismo, me pareció un poco anticlimático estas secciones que rompían con el ritmo, sobre todo la de un puzle en el que tenías que arrastrar una máquina para aspirar un gas que permitía activar la energía de un ascensor.
Por suerte estas secciones fueron muy puntuales y no acabaron ensuciando lo verdaderamente importante, como fueron los combates en los que no has terminado de librar uno y ya tienes ganas de que comience el siguiente para darlo todo.
Un colosal mundo abierto ante nosotros
La segunda parte de la demo se situaba prácticamente en el punto en el que finalizó Final Fantasy VII Remake, porque los personajes acababan de salir de Midgar. A partir de ahí el juego te suelta en un descomunal mundo abierto con total libertad para explorarlo libremente a tu antojo, o al menos así será en la versión definitiva, porque para esta prueba el acceso a determinadas zonas y lugares estaba algo limitado.
De todos modos, el contenido era lo suficientemente grande como para hacerme una idea de las inmensas dimensiones con las que contará este juego. Eso sí, no hará falta darse la pateada constantemente para ir de un lugar a otro, porque en determinados momentos aparecerá ante el grupo de protagonistas un chocobo en miniatura que solicitará que le sigas para llevarte ante una especie de parada de autobús, donde hay una señal tirada en el suelo. Así pues, si la colocas correctamente, automáticamente la zona se convertirá en un punto de viaje rápido.
Además, para recompensar tu ayuda, el pequeño chocobo te da a cambio una pluma dorada. Este artículo es indispensable para las granjas de chocobo, porque en estos establecimientos hay puestos que te permiten adquirir cascos, armaduras o una especie de rodilleras para simplemente modificar la apariencia de nuestros queridos animales en forma de monturas, que sin duda resultan de grandiosa ayuda para viajar a mayor velocidad por todas partes. Y hasta Red XIII se podrá subir encima de uno, dándole un toque bastante cómico.
Y ahí no queda todo, porque con los chocobos también te puedes tirar al agua para desplazarte a islas a las que no tendrías acceso de otra forma o pedirles directamente que se pongan a oler el suelo en busca de tesoros ocultos. Sin duda la exploración jugará un papel muy importante en esta nueva aventura por la cantidad de cofres ocultos o artículos que puedes recolectar, los que de paso pueden servir para fabricar otros materiales, como por ejemplo pociones.
Entre tanto viaje lo que no faltarán son los encuentros contra grupos de enemigos que están campando a sus anchas por todas partes. A estos se sumarán unas batallas más especiales contra enemigos élite individuales o que asaltarán a los personajes en grupo, momento en los que habrá que esforzarse al máximo para machacarlos, porque el propio juego te retará a cumplir unos objetivos para conseguir a cambio una serie de recompensas.
Así requerirá acabar el combate en un tiempo determinado o conseguir que el enemigo pase a un estado vulnerable, por poner un par de ejemplos. Y no importa si a la primera no lo consigues, porque puedes reintentarlo las veces que haga falta sin ningún problema. Al menos supone una buena manera de afrontar otra serie de desafíos que no tienen relación con la historia principal.
Hablando de ella, el objetivo de esta segunda parte de la demo era llegar hasta Junon, donde tras un par de asombrosas secuencias tocaba combatir contra un monstruo marino. Lo que destacó sobre todo fue algunos momentos en los que en medio del combate aparecía alguna secuencia y de nuevo la posibilidad de realizar los ataques combinados entre los distintos miembros del grupo, con toda clase de habilidades dependiendo de los que escogieses para que ejecutasen un impacto tan devastador.
Tengo claro que lo que he jugado quizás cuenta con secciones diferentes en la versión final y que sobre todo no será ni un 1% del contenido de Final Fantasy VII Rebirth. Aun así, si este primera toma de contacto ya ha sido sobresaliente, no tengo ninguna duda de que el juego completo puede llegar a convertirse en toda una obra maestra, como su predecesor. Deseando estoy de saber hasta qué parte abarca este nuevo capítulo y de descubrir qué otras sorpresas me deparará, porque así da gusto revivir uno de los mejores clásicos de Final Fantasy.
- Plataformas: PS5
- Multijugador: No
- Desarrollador: Square Enix
- Compañía: Square Enix
- Lanzamiento: 29 de febrero de 2024
En VidaExtra | El verdadero origen de Final Fantasy: así se gestó el nombre de la mayor saga JRPG de todos los tiempos
En VidaExtra | Las cuatro demos de Final Fantasy que rompieron nuestros corazones (y sus agridulces desenlaces)
En VidaExtra | Las Ordalías ha sido el reto más duro de Final Fantasy XVI con el que me he topado y mis manos han acabado pagando las consecuencias