El ciclo de vida de Nintendo Switch se acerca a su fin y todo se debe a que el año que viene por fin llegará la hora de dar la bienvenida a su sucesora, lo que no cabe duda de que será uno de los grandes momentos de 2025. Esto conlleva que nadie esperaba que sus últimos meses fueran a ser tan espectaculares, porque la recta final de este 2024 no puede ser más asombrosa por la cantidad de títulos que recibirá la consola.
No se tratan de simples juegos que pasarán sin pena ni gloria, sino que son lanzamientos que se han convertido en algunos de los más deseados de estos últimos meses, siendo The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom uno de ellos, que viene a ser algo más que comprensible teniendo en cuenta lo aclamada que es la saga de Nintendo por la calidad tan extremadamente elevada que suele presentar por lo general con cada nueva entrega.
Después del listón tan alto que dejaron sus últimos capítulos, he de admitir que me costaba imaginar que este nuevo pudiese llegar a conseguir el mismo impacto, de ahí que tuviese ganas de probarlo personalmente con tal de averiguar qué me iba a encontrar. Pues bien, en tan solo poco más de una hora que he pasado a los mandos me he dado cuenta de que se avecina un tremendo pepinazo que tiene todo lo necesario para convertirse en el mejor juego del año de Nintendo Switch.
Dejando volar la imaginación con la princesa Zelda para salvar Hyrule
Uno de los principales motivos que me hacía dudar sobre cómo de bueno podría ser este nuevo Zelda es por el hecho de cambiar de protagonista. Por un lado consideraba que se trataba de una apuesta arriesgada, aunque no tengo absolutamente nada en contra de la princesa de Hyrule, pero por otro lado me encantó la idea por querer decantarse por alto tan diferente a lo que prácticamente llevamos acostumbrados desde los inicios de la serie.
Todo esto se debe a que un nuevo mal acecha en el reino de esta saga. De repente, una serie de brechas se han empezado a abrir por todas partes, absorbiendo todo a su paso, lo que ha causado que multitud de zonas se hayan vuelto inaccesibles y la mayoría de sus habitantes hayan desaparecido sin dejar ni rastro, entre los que se incluye el mismísimo Link. Es por ello que ahora todo el peso y la responsabilidad de restaurar el orden recae en los hombros de la princesa Zelda.
Como ella no es una experta espadachina, tiene que recurrir a otra serie de métodos que son los que dan pie a la jugabilidad tan maravillosa, adictiva e ingeniosa que presenta el juego. Así pues, ella se unirá a la misteriosa hada Tri en este viaje tan emocionante, quien le concederá a nuestra heroína el llamado cetro de Tri, con el que podrá dar rienda suelta a unos hechizos que no os cansaréis de emplear una y otra vez en esta propuesta tan original.
La parte que pude jugar fue prácticamente los primeros compases, en un momento en el que Zelda ha sido encarcelada por vete a saber qué motivo, así que tiene que buscarse las habichuelas para abrirse paso como mejor pueda. Es entonces cuando entra en escena este brillante cetro que le concede a la princesa la capacidad de replicar los diferentes elementos del escenario que se vaya encontrando y de paso almacenarlos en su memoria interna.
Esto mismo supone que de primeras empezarás a absorber los diseños de una simple caja, un jarrón o una cama, pero no significa que todos tengan las mismas funciones. Por ejemplo, como Zelda sí puede saltar, las cajas se pueden colocar de una forma que construyan una pirámide para alcanzar lugares más elevados o también se puede crear una hilera con las camas, situando una tras otra apoyadas en los cabeceros, para que formen algo similar a un puente.
Pero esto no son más que dos pequeños ejemplos de los cientos y cientos que será posible ir encontrando. La mayor parte de las zonas serán como puzles que exprimirán al máximo el ingenio de los jugadores para tratar de resolverlos y para que le den al coco pensando en cómo puede ser la mejor manera de llegar a algún lado determinado, recoger una pieza de corazón que parece imposible de alcanzar o para llegar a la zona en la que se encuentra un misterioso cofre.
Por lo que he jugado tiene toda la pinta de que las posibilidades son infinitas y que pueden existir miles de soluciones diferentes a la hora de llevar a cabo cualquier tarea. En este sentido, me ha recordado una bestialidad a The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom. Aparte de por disponer de una interfaz casi idéntica al invocar objetos y al navegar por sus menús, por cómo te va invitando el juego a que pienses, a que busques la mejor forma de avanzar y la que creas que es la mejor demostrando que puede que necesites jarrones, cajas, camas, árboles, piedras o hasta una cama elástica para avanzar por el mundo de Hyrule.
No obstante, no significa que el juego te permita generar todos los elementos que quieras sin más, porque sino la travesía sería tremendamente fácil. Resulta que la capacidad de Tri, que es quien le otorga a Zelda el poder necesario para generar lo que quiera, es un tanto limitada. Esto supone que en este tramo inicial solo era capaz de crear tres objetos como máximo al mismo tiempo, lo que conlleva que haya que eliminar uno o todos los anteriores antes de poder generar uno nuevo, siendo este aspecto el quid de la cuestión y lo que obliga a pensar detenidamente todas las acciones. Eso sí, es de esperar que con el tiempo deba haber alguna forma de optimizar este poder, dado que ciertas réplicas cuestan dos de energía o más.
Y, ahí no quedan todas las capacidades de Tri. La compañera de Zelda también puede fusionarse con elementos que haya por el entorno para así interactuar con ellos. Por ejemplo, si ves una roca con un tamaño descomunal puedes hacer que esta pase a contar con el mismo movimiento que nuestra protagonista, de manera que si ella se mueve hacia arriba o a la derecha también lo hará la roca en la misma dirección, al igual que es posible fusionarse con plataformas flotantes que se desplazan automáticamente para así acceder a otros lugares más lejanos.
Desde luego, algo que es innegable es que este es el típico juego que se presta a compartir experiencias con amigos y comentar las jugadas para saber cómo ha resuelto cada uno las adversidades que van surgiendo. Sin ir más lejos, el minijefe y el jefe final de la primera mazmorra pueden ser derrotados de múltiples maneras, ya que durante el evento en el que participé me comentaron varias de ellas, aunque me reconocieron que el método que yo emplee para hacerme con la victoria no se le ocurrió a nadie más. Por supuesto, no os diré cuál fue para evitar spoilers y porque la gracia es que cada uno haga caso a su intuición, pero al final queda claro que hay que dejar volar la imaginación si se quiere salvar este reino de fantasía.
Así se las gasta Zelda a su manera contra los enemigos
Sí, habéis leído bien, hay combates. Si bien no son los que estamos acostumbrados a ver en la serie, eso no quita que Zelda tenga la opción de defenderse y machacar a los enemigos que se vaya encontrando por el mapa de Hyrule. Para ello se pueden generar rocas y jarrones que se pueden arrojar contra ellos para machacarlos o generar trozos de carne que les pueda dejar atontados temporalmente mientras se ponen las botas. Es más, hasta es importante no dejar títere con cabeza o al menos la primera vez que te encuentras con un enemigo totalmente nuevo.
El motivo se debe a que las propias criaturas hacen la misma función que un objeto normal y corriente. Esto supone que al derrotar a una por primera vez se quedará un orbe en el suelo que se puede recoger para almacenar en la memoria del cetro de Tri. Y sí, se pueden generar todos los enemigos que quieras, dentro del límite especificado previamente, para que luchen al lado de Zelda y sean ellos los que se ocupen del trabajo sucio, lo que resulta una pasada ver cómo ellos son los que se lían a golpes contra los demás mientras uno se dedica a resolver puzles o directamente a avanzar aprovechando que nadie te molesta.
Lo mejor es que puedes generar todo tipo de enemigos, aunque cuánto más fuertes sean, más puntos de magia requerirán a cambio. De todos modos, cuando son eliminados se recuperan al instante los puntos que has consumido, así que puedes estar creando enemigos de manera infinita sin ningún inconveniente, siendo a veces indispensable para resolver algunos puzles muy concretos, de ahí que los propios adversarios de Zelda jueguen un papel esencial a lo largo de la aventura, porque algunos son capaces de quemar o arrojar lanzas, entre otros ejemplos.
De todos modos, no hace falta depender exclusivamente de ellos para que aniquilen a sus réplicas y congéneres. Llegado a cierto momento de la aventura es posible desbloquear una de las habilidades más esenciales del juego que permite a Zelda adoptar la esencia de Link. Con ello conseguirá transformarse en una especie de fantasma con el traje del héroe de Hyrule para liarse a pegar espadazos sin ton ni son o para protegerse de los impactos con su escudo, por lo que resulta tremendamente útil para machacar enemigos. Sin embargo, su uso es tan solo temporal y requiere recolectar trozos de energía para recargar la barra que puede dar rienda suelta a todo su potencial.
En otro orden de cosas, la primera mazmorra, donde se encontraba el minijefe que me otorgó esta habilidad, no estaba en Hyrule tal cual. Digamos que es posible adentrarse en las brechas que hay esparcidas por todas partes, lo que te conduce a otro mundo en el que claramente reina la oscuridad y está todo alterado, con islas flotantes por las puedes moverte, árboles destrozados, objetos esparcidos por todas partes, etc. Es decir, un lugar en el que se nota que la destrucción ha hecho de las suyas y que deja claro que hay que devolver el mundo a la normalidad cuanto antes.
Más allá de todos estos detalles, se nota una barbaridad cuándo estás en un mundo o en otro por la ambientación tan siniestra que resplandece en un lado y por lo colorido que se ve todo en el mundo de verdad. Asimismo, salta a la vista que el apartado artístico del remake de The Legend of Zelda: Link's Awakening logró calar muy fuerte, porque en este juego es exactamente el mismo, con el mismo diseño de los personajes y escenarios y unas melodías que también parecen extraídas de la isla Koholint. Hay que admitir que ha sido todo un acierto porque a una propuesta de este tipo le sienta de lujo ese toque tan animado que te conquista al instante en cuanto estás frente a la pantalla.
En resumen, The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom lo tiene realmente fácil para llegar a convertirse en uno de los mejores juegos de este 2024. Ha sido de las sorpresas que más me han impactado en todos estos meses y una aventura de las que estoy convencido que no verás nunca el momento de querer soltar el mando por su mecánica tan divertida, ingeniosa y con la que perfectamente cualquier persona, sin importar su experiencia, se puede animar a darle una oportunidad para disfrutar de un título simplemente extraordinario. Y eso que solo he jugado su primera hora y media.
Fecha de lanzamiento de The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom
La llegada de The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom está prácticamente a la vuelta de la esquina. Es uno de los juegazos que recibirá Nintendo Switch en este último cuarto, junto con Super Mario Party Jamboree y Mario & Luigi: Conexión Fraternal, aunque en el caso de la entrega protagonizada por Zelda saldrá a la venta el 26 de septiembre.
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