Aunque disfruto jugando a ARAM, uno de los modos principales de League of Legends, también me gusta pasar el rato con sus otros modos alternativos, como por ejemplo URF y ARURF o también el Libro de Hechizos Definitivo, pese a sus defectos. Junto a estos también hay otro que es de los más antiguos que existe y se trata de Uno Para Todos.
La primera vez que se lanzó fue hace prácticamente diez años y desde entonces se ha convertido en uno de los modos rotativos que más veces ha estado presente en el juego, algo que en parte no es de extrañar por su peculiar mecánica.
Gracias al evento que se está celebrando actualmente, Escuadrón Anima 2022, ha regresado temporalmente y eso me ha permitido volver a echarme unas cuantas partidas. Aun así, me ha vuelto a dejar las mismas sensaciones de siempre que me hacen dudar si la gente que participa juega con el objetivo de ganar, pasar un rato divertido sin ninguna pretensión o directamente quiere trolear al personal.
Un mismo personaje para cinco jugadores
Para definir perfectamente este modo de juego podríamos poner una imagen del meme de Spider-Man en el que salen dos de ellos apuntándose el uno al otro, porque aquí todos y cada uno de los miembros del equipo jugarán con el mismo personaje, ya sea cinco Ahri, cinco Tresh, cinco Renekton, cinco Nasus, etc., contra otro grupo que también estará formado por cinco campeones que serán idénticos.
Antes de pasar a la acción cada uno de los jugadores deberá elegir a un personaje que quedará eliminado para que nadie pueda escogerlo. En este proceso cada uno tendrá sus motivos de seleccionar a uno u otro, pero en mi caso he de reconocer que siempre opto por votar a alguno que no vale absolutamente para nada, como por ejemplo la recién llegada Renata, aunque más adelante explicaré el motivo.
Una vez transcurrida la fase de baneos, en la que se puede optar por no eliminar a ninguno del campo, llegará el momento de elegir al personaje con el que se quiere jugar. No obstante, eso no significa que vaya a ser ese campeón el que vayamos a controlar, dado que el proceso es una votación y se elegirá mediante un sorteo cuál es el ganador. Por lo tanto, cuanto mayor sea el porcentaje, más probabilidades habrá de que gane alguno en concreto.
Aun así, si un grupo de jugadores juega con sus amigos y cuatro de ellos optan por seleccionar al mismo, ganará automáticamente, independientemente de que el quinto en discordia elija a uno diferente. Además, en la pantalla de selección estarán disponibles todos y cada uno de los campeones, independientemente de que se hayan adquirido o no.
Clones por todas partes
Hace unos instantes os contaba por qué Renata es a quien estoy eligiendo últimamente para que nadie pueda votar por ella, pero tiene su motivo de peso. Principalmente porque las dos partidas en las que ha salido ganadora han acabado en derrota porque no puede ser más inservible. Imagino que mis compañeros la pillarían por ser la nueva y así tener una forma de probarla fácilmente, pero sinceramente, para eso que se vayan a una partida de prueba.
El problema es que en League of Legends ya sabemos que el trabajo en equipo es esencial para alzarse con la victoria, por eso también es importante llevar a un grupo equilibrado que pueda compenetrarse y ayudarse mutuamente con sus habilidades y ataques definitivos. Sin embargo, ¿qué sucede entonces si tienes a cinco campeones de apoyo como es el caso de Renata?
Pues básicamente que el daño que causa es prácticamente mínimo y es más difícil acabar con los oponentes, sobre todo si sus habilidades no están pensadas para que ella solita se ocupe de los contrincantes. Naturalmente esto también dependerá de cuál es el personaje de los rivales, pero si son tanques, como me ha pasado, entonces os podéis ir olvidando de haceros con la victoria.
Eso sí, ni todos los tanques son buenos, ni todos los que hacen de apoyo son malos, porque en el caso de Rell de poco le sirve ser tan dura como una piedra que cuesta horrores bajarle la vida, porque eso lo compensa con un daño casi nulo y a la larga eso mismo juega en su contra. En cambio, en el segundo grupo podemos encontrarnos a cinco Yuumi, que a priori puede parecer que para este modo es inútil, pero nada más lejos de la realidad.
Yo mismo soy de los que pensaba que jugar con esta gatita era un desastre, pero su habilidad que le permite subirse encima de otro compañero es un auténtico bombazo. Imaginaros si cuatro Yuumi se suben encima de la quinta que quede y comienzan a curarla sin parar, porque eso mismo provoca que resulte tremendamente tedioso reducirle su vida y encima puede causar estragos si todas utilizan su habilidad definitiva al mismo tiempo.
Un modo que no está pensado para todos los campeones
Por todo lo comentado hasta ahora considero que alguien que quiera jugar con una Renata o una Rell es porque no quiere ganar y prefiere trolear o fastidiar, porque de lo contrario no me puedo explicar qué otro motivo existe para decantarse por cualquiera de ellas. Es que ni siquiera resultan divertidas (en este modo en concreto), porque vale que hay otros tanques o personajes de apoyo que tampoco es que sean la repanocha, pero al menos resultan más entretenidos de controlarlos en un modo de este tipo.
En cualquier caso, en general Uno Para Todos no está igual de compensado para todos y cada uno de los campeones que existen y se podría decir que la mitad de la partida se decide en la fase de selección. Sin ir más lejos, esta misma tarde en mi grupo éramos cinco Pyke contra cinco Zed y nos hemos quedado demasiado lejos de proclamarnos vencedores, pero no porque fuese imposible derrotar a los contrincantes, sino por los minions.
Sí, puede parecer una locura, pero es que no todos son igual de buenos para cargarse a esos molestos enemigos que recorren los diferentes carriles del escenario. Pyke desde luego es uno de ellos y poco puede hacer contra un super minion, los más poderosos de estas criaturas, y menos aún si se juntan más contra un único jugador. Así nos ha pasado que al final el grupo de los Zed se han colado en nuestra base y con un poco de sudor podíamos acabar con ellos, pero se han juntado tantos minions al mismo tiempo que ellos solitos han tirado nuestra base sin poder hacer nada para evitarlo.
Y algo que también se podría aplicar a esta situación son las habilidades definitivas, que hay campeones que tienen algunas demoledoras y otros que tampoco es que resulten de demasiada utilidad contra ciertos adversarios, lo que me recuerda un poco al problema del que peca Libro de Hechizos Definitivo. Por ejemplo, en otra partida que he jugado esta tarde éramos cinco Caitlyn y al poder apuntar desde lejos con su ultimate hemos masacrado sin parar al equipo contrario.
¿A pesar de todo esto seguiré jugando a Uno Para Todos? Sí, porque por lo general me sigue divirtiendo el hecho de que seamos cinco jugadores iguales, pese a que haya partidas que no estén compensadas en absoluto, pero por suerte no suele ocurrir casi siempre y al menos es otra buena forma de pasar el rato. Eso sí, espero que el próximo modo rotativo que escoja Riot sea Bombardeo al Nexo, que ya va tocando.
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