Lenovo Legion Go, primeras impresiones: una rival aventajada de la Steam Deck que lo apuesta todo a la potencia y la versatilidad

La guerra por los ordenadores convertidos en consolas portátiles va ganando contendientes: después de que Asus se sumara con su Asus ROG Ally, Lenovo desveló en el marco de la IFA su propia y potente apuesta, la Lenovo Legion Go. Es un maquinón, en todos los sentidos: he podido probarla. La pregunta es: ¿supone una verdadera alternativa a la ya mítica Steam Deck?

Lo de poder jugar en cualquier parte siempre me atrajo, por mis manos pasaron la mayor parte de portátiles de Nintendo, conservo una Game Gear, tengo ambas PlayStation de mano y la Steam Deck ha terminado robando gran parte de mi atención, incluso por encima de la PlayStation 5. Dada esa atracción por la potencia contenida y portátil, he valorado ampliar mi colección con más modelos aparte de la citada Steam Deck. Y la nueva Lenovo Legion Go tiene notables aptitudes como para enamorar a los más jugones, incluido un peculiar modo en forma de ratón óptico. Eso sí, lo de «portátil» es un adjetivo que le queda grande.

Ficha técnica de la Lenovo Legion Go


Lenovo legion go

PESO

852 gramos

PANTALLA

Panel IPS táctil de 8,8 pulgadas

Resolución QHD+ de 2.560 x 1.600 píxeles

Refresco de 144 Hz

Relación 16:10

Brillo de 500 nits

Espectro DCI-P3 del 97%

PROCESADOR

AMD Ryzen Z1 Extreme / Z1

GPU

AMD RDNA

RAM

16 GB LPDDR5X

ALMACENAMIENTO

SSD PCIe 4ª generación de 512 GB o 1 TB

Ampliable mediante microSD de hasta 2 TB

CONTROLES y botones

Mandos separables

Dos sticks

Dos bumpers

Dos gatillos

Cruceta D-Pad

Botonera A, B, X, Y

Pad táctil en el mando derecho

Cuatro botones traseros (dos por mando)

AUDIO

Dos altavoces de 2 W

ALIMENTACIÓN Y BATERÍA

TGP de 20 W

Capacidad de batería de 49,2 Whr

Conectividad inalámbrica

WiFi 6E

Bluetooth 5.2

CONECTIVIDAD física

Jack de auriculares

USB-C compatible con DisplayPort 1.4

SOFTWARE

Windows 11

precio

Desde 799 euros

Diseño: sí, es muy grande

Decía que el calificativo de portátil le queda algo grande a la consola de Lenovo, aunque en realidad debería ser al revés: la Lenovo Legion Go es demasiado grande para ser considerada una portátil al uso. Casi un kilo de peso, unas dimensiones considerables y un diseño que no sólo se inspira en modelos como la Nintendo Switch (o la Game Gear, que fue la primera consola portátil con un formato de uso horizontal), también clava uno de sus aspectos únicos: mandos de control que se separan del cuerpo. Me parece un acierto.

Es muy grande, sí, aunque también gruesa. Y dicho grosor no es uniforme: la parte central gana casi diez milímetros para alojar los ventiladores y resto de elementos internos. Y menudos ventiladores, a plena potencia se hacen notar.

La ergonomía del dispositivo es buena, pese a ser pesada se controla muy bien (no estuve jugando durante demasiado tiempo, seguramente la comodidad se resienta por el peso), el acabado se aprecia de muy buena calidad y los mandos de control responden de manera correcta. Incluso posee una superficie táctil en el mando derecho. No en el izquierdo, aquí no imita a la Steam Deck.

Multitud de botones, cruceta, dos gatillos y dos bumpers, pantalla táctil, mandos de control que se separan para facilitar el uso de algunos juegos y un detalle que me llamó especialmente la atención: el mando derecho puede convertirse en un ratón óptico a modo de empuñadura. Para ello hay que deslizar un botón en la base del mando y anclarlo a una pieza de plástico: el control aéreo se hace mucho más realista, por ejemplo.

La construcción de la consola es muy buena en general, aunque me despertó dudas el anclaje de los mandos a los laterales de la Lenovo Legion Go: la guía no es tan sólida como la que ofrece Nintendo en su Switch, tampoco el sistema de liberación acabó de convencerme. Sacar y poner los mandos es cosa de apretar un botón y deslizarlos unos pocos milímetros en el cuerpo de la consola. Y es muy complicado realizar el proceso sin depositar la máquina sobre una superficie firme.

El área trasera (y superior) despide el calor generado por el hardware. E incluye una lengüeta desplegable para mantener la Lenovo Legion Go erguida y lista para jugar con los mandos separados de la consola. O para ver películas, por ejemplo: el tamaño de la pantalla, y tener Windows de serie, hace sencilla la reproducción multimedia.

Me pareció perfecta para transportar los juegos de un sitio a otro, aunque no demasiado cómoda si quisiera usarla para jugar durante un largo periodo de tiempo: añadirle las máximas prestaciones posibles ve la cara negativa en el peso y las dimensiones. Algo hay que sacrificar.

Pantalla y sonido: a la altura de una gran experiencia

Si la consola se presenta enorme es en buena medida por la pantalla: 8,8 pulgadas de diagonal para un panel LCD que hace gala de resolución QHD+ y de 144 Hz de tasa de refresco máxima. Los datos sobresalen en una portátil de sus características, y no sólo sobre el papel: la Lenovo Legion Go se ve muy bien, el nivel de detalle a máxima resolución es alto, fluye perfectamente a rangos elevados de fps y, en general, la experiencia de juego es de excelente nivel. Al menos en interiores, porque los 500 nits máximos a los que llega el brillo de la pantalla seguramente se queden justos a la hora de usar la máquina fuera de casa (400 nits tiene la Steam Deck y acusa este problema).

Sin poder probarla más allá de la habitación destinada al test, lo cierto es que la Lenovo Legion Go da un notable salto en calidad con respecto a soluciones como la de Steam. No sólo eso, la marca permite personalizar gran parte de los parámetros para así obtener una experiencia acorde con el juego y, no menos importante, con la autonomía.

El sonido también me pareció bueno. A falta de una prueba extensiva, los juegos sonaban bien, el volumen era suficientemente alto y existe opción de utilizar auriculares Bluetooth o con cable: el dispositivo incluye un conector de 3,5 mm. Dispone de dos puertos USB C y permite sacar el audio/vídeo a una pantalla externa gracias a la compatibilidad con DisplayPort 1.4; por lo que no hay que prescindir de la carga si se conecta a la consola al monitor.

Rendimiento: más que apto para cualquier AAA

Lenovo distribuirá la Legion Go con dos versiones de procesador:  con el AMD Ryzen Z1 y en su variante de mayor potencia, el Ryzen Z1 Extreme. Yo estuve probando el modelo mayor, también el más caro de todos (saldrá más adelante). En todo momento se comportó de manera exquisita.

La Lenovo Legion Go puede arrancar, en teoría, cualquier juego de PC. Incluye el launcher Legion propio y es compatible con las tiendas y lanzadores habituales, incluido Steam. Además, siempre existe la opción de instalar cada juego de manera manual; así como jugar en streaming a través de plataformas como Game Pass o  GeForce Now. Los emuladores no se quedan fuera de la ecuación, obviamente.

Lenovo incluye ajustes de rendimiento para adaptar la potencia de la máquina, la velocidad de los ventiladores, resolución de la pantalla y tasa de refresco. A mayor rendimiento menor autonomía, como es lógico, también mayor velocidad para sus ventiladores. Durante mi prueba con Forza Horizon a máxima potencia los ventiladores funcionaron al máximo: el ruido y el calor desprendido eran notorios. Por comparación, más que en mi Steam Deck; sin que esto impidiese disfrutar del juego.

La Lenovo Legion Go incluye 16 GB de memoria RAM LPDDR5X, hasta 1 TB SSD PCIe de 4ª generación, ofrece zócalo de expansión por SD Card micro de hasta 2 TB y también permite extender el almacenamiento a través de los USB C. Es una máquina perfectamente válida para jugar sin cables o para utilizar de consola de sobremesa, por ejemplo: para ello basta con conectarla a la tele. También puede convertirse en un excelente y compacto centro multimedia (o estación de trabajo, que no deja de ser un ordenador con Windows embutido en una consola).

A falta de probarla en profundidad, no encontré que la Lenovo Legion Go vaya a quedarse corta ejecutando juegos de PC o cualquier emulador que actualmente funcione bajo Windows. Sí hay que seguir las futuras actualizaciones de la máquina y el soporte de la comunidad, dos de los puntos más fuertes de la Steam Deck.

Autonomía: en el lado más débil

No pude probarla durante una descarga completa, por lo que carezco de los números correspondientes. Sí me comentaron los datos obtenidos por la marca: a máximo rendimiento, y con los ventiladores a tope, la Lenovo Legion Go puede resistir unas dos horas teóricas (mi Steam Deck suele quedarse en la hora y media como mucho). Reduciendo la potencia la autonmía se alarga hasta varias horas si las tareas son mínimas, como emuladores de bajo requerimiento.

La vida lejos del enchufe es limitada, al menos en los AAA. Sí posee una carga rápida para paliar en parte este inconveniente, aunque ignoro las horas de recarga necesaria.

Aparte de los pertinentes modos de ahorro de energía, y de la optimización de batería, la Lenovo Legion Go dispone de puente de carga: una vez la batería está cargada la Legion Go sólo toma del cargador lo que necesita para funcionar; evitando así la recarga constante de la batería, algo que degrada en gran medida sus componentes. Además, ofrece dos puertos a elegir: puede cargarse por la parte superior de la máquina o por la inferior.

Potencia como la mejor carta de presentación

Con una Steam Deck que se apropió del trono en lo que a «PCs consolizados» se refiere, son varias las marcas que se están decidiendo a aportar su granito de arena. Y la receta siempre es la misma: mayor potencia, igual que lleva ocurriendo en el mercado portátil desde que Nintendo y SEGA se batían en duelo allá por los 90 del siglo pasado. Como todos sabemos, que una máquina sea más potente no le otorga el éxito, todo depende de la comunidad que tenga detrás.

La Lenovo Legion Go es una máquina más que apta para todo el que quiera disfrutar con un PC de altísimo nivel allá donde desee; poco importa que sea un trayecto en bus que una tarde de biblioteca. La autonomía promete ser un inconveniente, el peso y las dimensiones son importantes y el grosor va en consonancia. Aunque la opción de jugar en modo sobremesa con el hardware incluido gana puntos a sus contrincantes: que los mandos puedan separarse es una excelente idea. Habrá que ver la solidez del mecanismo a la larga.

Esta primera prueba me dejó con muy buenas sensaciones, sin duda es una máquina que yo me compraría. Aunque el coste de partida no es que sea barato: con los 799 euros de la Legion Go de 512 GB podría comprarme casi dos Steam Deck básicas. Y la experiencia de uso no sólo resulta equiparable, la comunidad de Steam ha hecho grande el software de la consola. Pese a las aptitudes, Lenovo lo va a tener difícil.

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