Las consecuencias de la sequía vivida a lo largo de 2023 se siguen haciendo notar pese a las lluvias de los últimos días. En este contexto el Gobierno ha anunciado esta semana su plan para luchar contra estos efecto, un plan que pasa por 12.000 millones de euros de inversión y por “digitalizar el agua”.
Casi 15.000 millones de euros. El Gobierno anunció ayer la inversión de 11.839 millones de euros para luchar contra la sequía. A esto se pueden sumar otros 3.060 millones de euros destinados al Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de digitalización del agua.
La inversión asignada a la lucha contra la sequía incluye los presupuestos de planes ya aprobados en distintas cuencas hidrográficas y abarca el periodo hasta el año 2027. Entre los proyectos destacados se encuentran infraestructuras de desalación y para la reutilización de aguas; así como estrategias para mejorar la eficiencia en el uso y gestión del recurso como mejoras en el sistema de tuberías.
¿Digitalizar el agua? La idea detrás de este concepto no es sino la introducción de nuevas tecnologías en la gestión de los recursos hídricos, tanto los urbanos como en agricultura e industria. En otras palabras, lo que se pretende es poner al día el ciclo del agua.
Entre los objetivos más específicos del PERTE se encuentran el incremento de la transparencia en la gestión de los recursos hídricos, ayudar al cumplimiento de los objetivos medioambientales en materia hidrológica y la generación de empleo.
El plan de iniciar la digitalización de este recurso ya fue anunciado en 2022, que fijaba ya la inversión de 3.000 millones de los cuales 400 ya habían sido presupuestados en para el último ejercicio. En agosto de este año el Ministerio de Transición Ecológica publicó las bases de la segunda convocatoria de subvenciones.
Un año difícil. La sequía ha sido la gran protagonista de los últimos meses con pequeños intervalos de tregua caracterizados por lluvias intensas pero incapaces de aliviar la situación. Numerosos cultivos se han visto resentidos, desde la aceituna hasta los cereales.
Si bien las lluvias de mayo permitieron que el nivel total de los embalses españoles se recuperara levemente con respecto a los niveles de 2022 esta mejora se ha visto reflejada tan solo en los embalses hidroeléctricos y no tanto en los de uso consuntivo.
Según datos del último Boletín Hidrológico, si bien el nivel total de reservas (20.734 hectómetros cúbicos) se sitúa un 7,9% por encima del nivel del año pasado por estas fechas, los embalses de uso consuntivo se encuentran casi un 4% por debajo del nivel del año pasado. Si tenemos en cuenta el promedio de la década las caídas superan el 27% y el 37% respectivamente.
Sequía o nueva normalidad. Ahora la cuestión es saber si este año ha sido excepcional o, como parece indicar la tendencia, tan solo un año de transición hacia un nuevo estado de las cosas climático, caracterizado por temperaturas más altas y menos precipitaciones más concentradas.
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Imagen | Pilar Flores
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