El desembarco de Elon Musk en Twitter está catapultando una red social… solo que no la que le gustaría al magnate. O no al menos de momento. Si hasta la fecha ha habido una clara favorecida con los movimientos de Musk ha sido Mastodon, la plataforma de microblogging descentralizada y de código abierto que muchos han visto como una alternativa a Twitter. No se trata de impresiones, ni vaticinios. Aunque sus cifras siguen estando muy alejadas de las de la red social del pájaro azul, el aumento de usuarios es algo que señalan con claridad los últimos balances de la plataforma.
Es el (otro) efecto de la “era Musk” en Twitter.
Un repaso a los números. Las cifras que maneja Mastodon son elocuentes. El jueves Eugen Rochko, desarrollador de software e impulsor del servicio de microblogging, aseguraba que los diferentes servidores de Mastodon habían sumado 199.430 nuevos usuarios desde el 27 de octubre, coincidiendo, exacto, con la compra de Twitter. “Esto eleva el total del último día a 608.837 usuarios activos, que es, sin precedentes, la cifra más alta que ha logrado Mastodon y el fediverso”, apuntaba Rochko, que hablaba además de 437 nuevos servidores. No está mal teniendo en cuenta que el servicio no es precisamente nuevo: echó a andar hace más de un lustro, en 2016.
Cifras para la reflexión. A través de la propia Twitter, la plataforma incide en el flujo de nuevos registros y antiguos usuarios que han optado por recuperar sus cuentas de Mastodon, lo que se traduce, asegura, en más de 655.000 usuarios activos. Quizás el dato más paradigmático sea sin embargo el de los 70.000 nuevos registros que asegura haber alcanzado el 28 de octubre, justo después de que se cerrara el acuerdo de Musk para hacerse con las riendas de Twitter.
Los datos de Sensor Tower parecen apuntar al interés en su aplicación. Techcrunch señala que en los días que siguieron a la llegada de Musk a Twitter el flujo de registros se mantuvo igualmente elevado, con unas 91.000 nuevas instalaciones hasta el domingo, lo que representa un alza desorbitada del 658% si se compara con las instalaciones de los días anteriores.
Un gran crecimiento, un gran reto. Mastodon ha sabido oler la oportunidad y no ha tardado en mover ficha. En una publicación de finales de octubre en Twitter que arranca precisamente con la poco ambigua pregunta “¿Por qué elegir Mastodon?” presume de su carácter descentralizado, código abierto y respeto por la privacidad. El alza de registros y descargas ha supuesto en cualquier caso un auténtico reto. Tanto, que el propio Rochko no ha tenido reparos en compartir los problemas que ha estado afrontando la plataforma en los últimos días. A través de su cuenta ha celebrado la acogida de Mastodon, pero señala que se ha visto obligado a afrontar jornadas de hasta 14 horas.
“La pasada noche pedí a Hetzner una máquina más potente para nuestro servidor de base de datos, pero todavía no la han proporcionado. Parece que estamos condenados a sufrir estos retrasos en el procesamiento hasta que pueda conseguir más hardware. Lo siento”, publicaba el 2 de noviembre. Poco antes ya advertía: “Hago desarrollo de software, devops, contabilidad, atención al cliente, gestión de proyectos, diseño de productos, relaciones públicas y moderación de 36 K al año”.
Siguen los movimientos en Twitter. Si Mastodon no se ha quedado quieta Musk tampoco lo ha hecho al frente de Twitter. A los movimientos de la última semana, con el despido de altos directivos, su autodesignación como CEO o el anuncio de un consejo de moderación, le han seguido otros igual de relevantes a lo largo de las últimas horas. Quizás el más relevante de todos sea el tijeretazo que ha aplicado a la plantilla, poniendo en marcha una purga que —precisa The Verge— afecta a aproximadamente la mitad de su fuerza laboral, nutrida por 7.500 empleados.
La decisión ha derivado en equipos mermados a las puertas de una evento complejo en Estados Unidos: la cita con las urnas en las conocidas como “elecciones intermedias”. Algunos empleados ya habrían presentado demandas contra la empresa al considerar que la forma en que se les notificó los despidos vulnera la ley WARN, que exigiría que el aviso de rescisión de contrato se dé con una antelación de 60 días antes de ejecutar procesos masivos como el que afronta Twitter.
Regarding Twitter’s reduction in force, unfortunately there is no choice when the company is losing over $4M/day.
— Elon Musk (@elonmusk) November 4, 2022
Everyone exited was offered 3 months of severance, which is 50% more than legally required.
Again, to be crystal clear, Twitter’s strong commitment to content moderation remains absolutely unchanged.
— Elon Musk (@elonmusk) November 4, 2022
In fact, we have actually seen hateful speech at times this week decline *below* our prior norms, contrary to what you may read in the press.
Pérdidas millonarias. Musk no ha tardado en pronunciarse sobre la polémica y ha expuesto la situación de la compañía fiel a su estilo y sin medias tintas, a través de su perfil: “Con respecto a la reducción de la fuerza laboral de Twitter, desafortunadamente no hay otra opción cuando la empresa está perdiendo más de cuatro millones de dólares/día. A todos los que salieron se les ofreció tres meses de indemnización, que es un 50% más de lo requerido legalmente”.
La moderación de contenidos. No es la única polémica sobre la que se ha pronunciado. El magnate, que se ha autoproclamado en el pasado “un absolutista de la libertad de expresión” y declaró tras tomar las riendas de Twitter que “el pájaro es libre”, publicaba ayer un tuit incidiendo en que la plataforma moderará el flujo de contenidos. “Para que quede claro, el fuerte compromiso de Twitter con la moderación de contenido sigue absolutamente sin cambios”, recalcó Musk, y presume: “Esta semana hemos visto que los discursos de odio han disminuido ‘por debajo’ de nuestras normas anteriores, en contra de lo que se puede leer en la prensa”.
El mensaje llega en un momento especialmente delicado, después de que varias multinacionales, como General Motors, General Mills o Audi of America hayan anunciado sus planes de pausar la publicidad en la red social a la espera de “evaluar” su deriva. Musk se ha quejado de forma pública de las presiones ejercidas por los activistas sobre los anunciantes. La cadena CBNB asegura que una coalición denominada #StopToxicTwitter se ha dirigido a grandes multinacionales compañías para expresar sus preocupaciones sobre lo que consideran un aumento del odio en la red.
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