La obsesión de Elon Musk por hacer que Twitter sea una empresa rentable no están dando de momento demasiados frutos. Los recortes de personal sanearán las cuentas, pero la empresa necesita ingresos y el modelo de suscripción parecía uno de los grandes argumentos del nuevo dueño de la plataforma.
Twitter Blue no cuaja. Según revela The Information (muro de pago), solo 180.000 usuarios en Estados Unidos se suscribieron a Twitter Blue hasta mediados de enero. Han pasado dos meses desde el caótico lanzamiento de esta versión de pago del servicio, y esa cifra representa tan solo el 0,2% de los usuarios activos al mes de Twitter. En todo el mundo la cifra asciende según esos mismos datos a 290.000 suscriptores.
Lío de precios. Twitter Blue cuesta ocho euros al mes para quienes pagan vía web o vía iOS (siete si pagas una suscripción anual), y 11 euros si te suscribes vía Android y sus tiendas de aplicaciones. En España los precios son un pequeño lío, pero lo importante es que ese coste no parece compensar más que a esos pocos cientos de miles de usuarios.
Así no vamos a (casi) ningún lado. Se estima que con ese número de suscriptores, Twitter ingresará unos 27,8 milllones de dólares al año, una cifra muy baja: en 2021 ingresaron 1.140 millones de dólares por publicidad, por ejemplo, pero la llegada de Musk ahuyentó a muchos de los grandes anunciantes y ahora esa parte del negocio está seriamente dañada.
Muy lejos de objetivos. Musk ya indicó a sus empleados el año pasado que su objetivo era el de lograr que la mitad de los ingresos llegaran de las suscripciones. Teniendo en cuenta que la empresa debe pagar 1.000 millones al año en intereses solo para costear el préstamo que pidió Musk, Twitter debería lograr al menos 3.000 millones de ingresos en 2023.
Suscripciones especiales. No parece que las ventajas de la suscripción a Twitter Blue esté convenciendo a los usuarios, pero Musk parece estar rumiando ya una suscripción mucho más especial. La idea, dirigirla a empresas que pagarían 1.000 dólares al mes y que obtendrían una marca de verificación dorada. Es pronto para valorar cómo están yendo las suscripciones, pero lo cierto es que el comienzo es desesperanzador.
Twitter como neobanco. Una de las propuestas que están sobre la mesa es la de la plataforma convirtiéndose en una especie de entidad financiera que permitiría realizar pagos entre usuarios. El planteamiento formaría parte de la intención de Musk de lanzar una superapp llamada tentativamente "X" y que se asemejaría al comportamiento de WeChat en China.
API de pago. Otro de los recursos que Musk aprovechará para obtener ingresos es cambiar la filosofía de su API, que hasta ahora se podía usar de forma gratuita con ciertos límites. Eso es lo que hacían aplicaciones como Twitterrific, pero Twitter ha cortado el grifo. Musk ha afirmado que ofrecerá una API gratuita más limitada, pero lo que está claro es que a partir de ahora lo que antes salía gratis será de pago, aunque no se conocen los planes de precios.
Imagen: Midjourney / NASA
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