Los alimentos que incorporamos a nuestra dieta tienen un profundo impacto en nuestra salud. Tanto a nivel externo como interno, esa frase de "somos lo que comemos" no está mal tirada y, cuando hablamos de nutrición, tenemos claro que hay alimentos que van de la mano de la mala salud, otros están involucrados en procesos beneficiosos para nuestros órganos.
Cuando queremos mejorar nuestra alimentación, pensamos en el corazón, el cerebro, el hígado o los pulmones, pero… ¿qué pasa con nuestros riñones? Estos órganos se encargan de filtrar los líquidos y, si eres cafetero, puede que te preguntes cómo afecta el café a tus riñones. Un experimento con casi 80.000 personas tiene la respuesta.
Café y salud. Con el café ha pasado lo mismo que con cualquier otro alimento. A lo largo de los años han ido surgiendo una serie de mitos, algunos infundados y otros apoyados en una base científica. Es una de las bebidas que millones de personas consumen a diario y cada vez descubrimos más propiedades de la misma. Hablamos de tomar café solo, sin azúcar o acompañado de algo más.
Entre todos los motivos para tomar café está el de la cafeína, que nos ayuda en ciertos momentos, ya que es un neuromodulador que afecta al sistema nervioso central. Se ha descubierto que activa la dopamina y cuenta con mejoras en la memoria ejecutiva, la atención y la concentración. Ahora bien, si los riñones son los que van a filtrar todo eso, ¿es malo el café para los riñones?
Estudios previos. La principal preocupación cuando se habla de la relación riñones-café es que cause o dañe estos órganos debido a la enfermedad renal crónica o ERC. Aunque ha habido estudios contradictorios, estos últimos años los investigadores se han centrado en esta relación y han concluido que es poco probable que cause ERC o agrave los síntomas. En otro estudio, bebiendo un café todos los días, la probabilidad de sufrir daño renal es de un 15% menor. Si se beben de dos a tres tazas diarias, el porcentaje es de un 23% menos de riesgo.
De hecho, en esos estudios se hace hincapié en los beneficios antes descritos, además de otros como el alto contenido en antioxidantes (polifenoles) que se asocian a un menor riesgo de padecer cáncer, enfermedades cardíacas o diabetes. Si se padece ERC, el potasio puede ser perjudicial y un exceso de café puede tener efectos adversos, pero con dosis controladas, es una buena forma de obtener este mineral debido a su bajo contenido en esta bebida.
Beneficios. Más recientemente, en un estudio elaborado por varias divisiones de investigación de China y las Universidades de Groningen y Wageningen en Países Bajos, la conclusión ha sido similar. Lo especial de este estudio es que se llevó a cabo en una muestra de 78.346 participantes sin ERC para investigar si el consumo de café está asociado con cambios en la tasa de filtración glomerular estimada, o TFGe.
Descubrieron que el consumo de café tenía una relación inversa al cambio anual de TFGe y el riesgo de ERC en un estudio que se prolongó durante más de tres años y medio en una población considerable con un 58% de mujeres y un 42% de hombres. Los bebedores de café experimentaron un deterioro más lento de la función renal en comparación con los no bebedores. Además, encontraron una relación entre el consumo de café y un menor riesgo de ERC, sobre todo en personas con diabetes.
¿Hay que atiborrarse a café? Si lo que estás pensando es en proteger tus riñones a toda costa, no tiene sentido que sustituyas el agua por el café. Cada taza de café está asociada a una reducción del daño renal, hasta un máximo de cuatro tazas. Es decir, dos aportan más beneficios que una y tres son aún mejores, pero los investigadores descubrieron que los beneficios se detienen después de las cuatro tazas.
Además, el consumo excesivo tiene otras contraindicaciones. Dilata los vasos sanguíneos y, si bien es un efecto buscado en actividades deportivas, puede subir la tensión arterial en algunas personas. También puede aumentar el ácido estomacal y luego hay efectos variados, como que nos protege del Alzhéimer, pero también puede causar ansiedad, pero todo esto puede variar según las circunstancias de cada individuo y los problemas pueden aparecer cuando se exceden los límites de cafeína.
Solemos pasar de nuestros riñones. Los autores afirman que necesitan más estudios para abordar la causalidad debido a todos los componentes del café, pero aseguraron que un mayor consumo de café está directamente asociado con un menor riesgo de enfermedad crónica incidental y el consumo de café es parte de una dieta saludable y amigable con los riñones.
Y algo que comentan desde la Universidad de Wageningen es que, en general, deberíamos prestar más atención a nuestros riñones. Como los síntomas de que algo no va bien, no prestamos atención hasta que la función renal desciende hasta el punto de que se necesita diálisis o un trasplante y que, mediante una dieta adecuada y análisis sistemáticos, podemos tener nuestros riñones en buenas condiciones.
Y, claro, dentro de esa "dieta adecuada" está el consumo habitual de café.
Imágenes | Byron Breytenbach
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